MUJER DELICIOSA/CAP4
CAPITULO 4
Después de aquel polvazo era muy complicado permanecer en la playa junto a Laura como si nada, David tenía que hacer un esfuerzo sobrehumano para no abalanzarse sobre aquella diosa de playboy morena, pero ella la muy perra, se comportaba mas distendida que nunca, haciendo como si nada hubiese pasado y al mismo tiempo acariciándose su cuerpo de una forma muy lasciva, en toples sobre la toalla risueña bromeando con Candela entre grititos escandalosos.
David intentaba concentrarse en el periódico que había llevado a la playa, y procuraba disimular su constante erección poniéndose de lado.
Rara vez miraba hacía Laura, solamente cuando alguna de las chicas le hacía alguna pregunta directa, y entonces Laura se agarraba las tetazas y se pellizcaba los pezones, al tiempo que se pasaba la lengua por los labios lentamente, o se ponía de costado y le pedía divertida y entre chanzas a Candela que le lanzase un azote en el culo. David iba a estallar y cada vez que se volvía rápidamente intentando disimular la erección, oía la sexy y viciosa risa de Laura.
El tiempo pasó muy despacio hasta la hora de comer. Entonces las mujeres se pusieron las camisetas de tirantes y después de recoger, los tres se encaminaron para la casa.
- Has estado muy callado toda la mañana, David, que interesante estaba la prensa de hoy, no?
Pregunto risueña y desvergonzada Laura.
- Si cariño, que ha pasado estas muy callado toda la mañana?
Pregunto también con extrañeza Candela, mirando a través de las gafas de sol.
Que hija de puta como esta disfrutando. Pensó David, entre divertido y fastidiado. Lanzándoles su famosa mirada fría y distante.
- Venga no me fastidiéis si estáis todo el rato gritando y armando ruido como dos adolescentes que estaban encerradas y las han soltado.
Respondió inteligentemente David.
- Ja, ja, ja, ja esto te pasa por venir a la playa con dos chicas!
Contesto Candela con actitud desafiante
- No me lo perdería por nada del mundo, por absolutamente nada.
Contesto David fijando la mirada en Laura, que a su vez le devora con el iris de sus ojos encendidos de vicio.
Estaban a mitad de camino cuando Candela les pidió que esperasen porque había no se que hierba en el bosquezuelo que le gustaba recolectar natural. Apenas desapareció entre los matorrales. Laura que con sus sandalias de tacón de esparto era tan alta como David, se giró hacia él y tomándole con una mano por la nuca le lanzo un morreo. David se sobresalto, pero respondió rápidamente entrelazando su lengua con la de Laura desesperadamente.
- Oooooohhh!
Musito David sorprendido cuando sintió los finos y preciosos dedos de Laura que se habían colado en su bermuda y pajeaban con fuerza su tranca iniesta.
- Me vuelves locaaaaa, con tu indiferencia y esta situación engañando a Candela, me tiene ardiendo de morbo, ardiendoooohh.
Contesto susurrando lujuriosamente Laura a David, al tiempo que al oír salir a Candela de entre la maleza, se apartaba de él estirándole el labio inferior atrapado entre sus dientes.
- Bueno ya estoy aquí por lo visto aún no han crecido habrá que esperar algunas semanas más.
Dijo Candela risueña al llegar. Mientras completamente descompuesto David parecía envolverse con la toalla mientras recuperaba el aliento y trataba de controlar su polla tiesa como el palo de una bandera.
No tardaron mucho en llegar a la casa, durante el resto del camino cada vez que Candela miraba a otra parte, Laura con los ojos entornados lanzaba miradas llenas de lujuria a David. Que desesperado tragaba saliva y trataba de disimular, pero su tranca era una estaca y sus huevos le dolían muchísimo.
- Bueno como nos organizamos para comer, y quien se ducha primero?
Pregunto Candela ya en la casa.
- Si quieres yo voy preparando la ensalada y el pescado, y mientras os ducháis vosotras?
Propuso David.
- Muy bien dúchate tu primero Candela, cariño, así mientras yo voy sacando la ropa de mi maleta.
Dijo Laura risueña dirigiéndose a su cuarto.
- Gracias nena, eres un sol! Voy entonces a ducharme yo primero.
Contesto Candela dejando las cosas y dirigiéndose primero a su cuarto y luego entrando en el baño. Momento en el que Laura salió de la habitación sin la camiseta de tirantes, sonriendo de oreja a oreja a David que estaba tras la barra de la cocina preparando la ensalada. David devolviéndole la sonrisa, se acerco al umbral de la salida de la barra y desde lejos le señalo divertido la enorme erección, que a duras penas ocultaba su bermuda. Laura estallo en una risa que trato de taparse con una de sus manos y corrió divertida y descalza hasta la barra donde se encontraba David agitando sus globazos turgentes en el aire arriba y abajo. Rodeándolo con sus brazos y besándolo apasionadamente, buscando desesperada su lengua.
- Cuidado Laura, cuidado que Candela puede salir en cualquier momento.
Dijo David nervioso, sin dejar de apartar la vista de la puerta del baño. Laura lo agarro por la camiseta y al tiempo que le miraba muy seriamente, le bajo de una el bermuda, que le cayó hasta los tobillos, arrodillándose ante él entre risitas divertidas.
- Jejejeje, no voy a dejar a esta cosita y a ti, así, de esta manera, habrá que hacer que te relajes, no? jejejeje. Muuuaacc.
Le susurro sexy Laura sin dejar de mirarle a los ojos y lanzándole un beso a la punta del pollón, antes de empezar a lanzar lengüetazos a los glandes de David, lentos y cuidadosos, como si estuviese limpiándole la verga.
- Ooooohhhh, aaahhhhh, ooooohhh.
Exclamo David apoyándose en la barra con ambas manos ocultando así por el flanco a Laura. David se retorcía de placer cerrando los ojos y tirando la cabeza para atrás, mientras Laura ya se tragaba parte de tronco de la polla de David, bombeando arriba y abajo, al tiempo que le masajeaba los huevos muy placenteramente con sus finos y preciosos dedos y aquellas perfectas uñas.
Entonces se abrió la puerta del baño y salió Candela gritando.
- Aun no estoy lista es que se acabo el acondicionador del pelo, no lo repuse y he tenido que salir a medio duchar para coger uno nuevo.
David palideció de repente, petrificado con las manos sobre la barra de la cocina, su mente se quedo en blanco en el peor momento cuando más deprisa debía funcionar.
Su polla perdía fuerza, Laura se dio cuenta y también había oído salid y gritar a Candela, que situación tan morbosa, tenia los pezones como si fueran de cemento, que cachonda le ponía estar engañando a la tonta pija de Candela con su marido. Entonces Laura acerco la punta de la verga de David a su boca y empezó a chupar el glande con rápidos y constantes lametazos, al tiempo que pajeaba salvajemente la base del tronco. David estiro todo su cuerpo abriendo mucho los ojos, con expresión de estar a punto de explotar, y su polla se volvió a poner tiesa como un mástil.
- Joder donde he puesto el acondicionador? Seguramente en el trastero de la puerta.
Dijo Candela protestando y paseándose por delante de la barra de la cocina y de David, empapada y envuelta en una toalla. Saco del trastero el acondicionador y se dirigió al baño, observando por primera vez la pose de David, tieso como una estatua y con la mirada perdida.
- Te pasa algo, cariño?
Pregunto extrañada Candela, mientras al oír la cercanía del peligro el morbo crecía en Laura, que a su vez aumentaba la intensidad de la mamada.
Haciendo el más sobrehumano de los esfuerzos de su vida, y a punto de explotar en un estallido de placer. David trago mucha saliva y apretando fuertemente el banco de la barra de la cocina negó con la cabeza, intentando mantener una expresión neutra.
- Y Laura ha salido del cuarto, donde esta?
Siguió interrogando Candela, a lo que Laura aumento aun más el ritmo del bombeo tragándose hasta el pubis el rabo de David.
David se llevo lentamente la mano a la cara como un penitente, y un hilillo de voz salió de su boca.
- No,no, nooo…
- Seguro que estas bien cariño?
Volvió a preguntar extrañada Candela.
- Si, si, siiii… que, que, que… Laura no ha salido del cuarto, que no, no, noooo.
Respondió más firmemente David, trastabillado y sin dejar de tragar saliva.
- Bueno esta bien, me voy a la ducha a acabar.
Dijo Candela dirigiéndose al baño.
- Enseguida acabo nena!
Grito Candela al tiempo que cerraba la puerta del baño.
- No te preocupes cariño tomate tu tiempo!
Respondió con una voz Laura, que se había sacado la polla de David de la boca, cuando vio que la puerta estaba apunto de cerrarse para disimular un poco. Mientras pajeaba con toda su fuerza a David sin dejar de mirarle con su preciosa cara de diosa del sexo y de sonreírle con su sonrisa de nácar de ensueño.
- Ooooooohhhhhhh!!! Brutaaaaalllll.
Exclamaba, relajándose David mientras Laura le ordeñaba toda su leche cálida sobre sus enormes tetazas naturales duras y turgentes. ERAN CELESTIALES!
Y una vez extraída hasta la última gota de la polla de David, se extendía su semen sobre las tetas, pellizcándose sobre todo los pezones y chupando gran parte de su pegajosa leche que había quedado en sus finos y perfectos dedos de sus maravillosas manos, sin dejar de mirar lasciva y lujuriosamente a David.
Laura se puso de pie y David cogiéndola con las dos manos por la fina y suave cara le lanzo un fuerte morreo que ella correspondió.
- Huuuummm que pena que no podamos ducharnos juntos, porque estoy como un volcán, y me encantaría sentir esa verga dentro de mi cuerpo, esta situación me enloquece, me voy a hacer un dedo en la ducha como hacia años.
Le susurro suave y viciosamente Laura a David, separándose de él, al tiempo que este se subía el bermuda y ella se alejaba hacia el cuarto, y de nuevo la puerta del baño se habría.
- Ya estoy lista nena, ya puedes pasar!!
Exclamaba con su voz chillona Candela completamente ignorante de lo que pasaba a su alrededor.
Después de ducharse todos, se sentaron a la mesa, la comida transcurrió en un ambiente distendido y relajado mientras miraban la tele. David había logrado recuperar la compostura de siempre y se mostraba indiferente a Laura, aunque ella estaba más esplendorosa y maciza que nunca, aquel jueguecito, el polvo de la mañana y la perspectiva de más sexo la tenían sumida en un halo de lascivia, que hacía que su preciosa piel cetrina hasta brillase más de lo normal.
Sentada a la mesa redonda del salón, con el pelo recogido en un pequeño moño encima de la cabeza una camiseta blanca ajustada y sus melonazos metidos en su bikini negro a lunares, causando la sensación de que la camiseta estaba a punto de explotar, dejando su ombligo al aire. Sin parar de hacer chanzas y bromas con Candela, mientras por debajo de la mesa acariciaba con sus pies al marido de su amiga, hasta donde sus preciosas y largas piernas le permitían, que era mucho. David consciente de la provocación, le devolvía las caricias sin abandonar su actitud de indiferencia y frialdad como si nada sucediese.
- Yo voy a sentarme en el sofá, creo que en el canal 5 dan un telefilm de amor de los que me encanta.
Dijo en voz alta Candela mientras recogían los platos de la comida y los llevaban a la cocina.
- No cuentes conmigo cariño ya sabes que esos pastelones no los soporto. Me tumbare un rato.
Contesto David, con disgusto.
- Yo quiero aprovechar que estoy aquí para mejorar mi bronceado nena, así que si no te importa me tumbare en la terraza al sol.
Dijo con su preciosa y femenina voz, sonriendo muy risueña Laura.
- Buuuuenooo la veré yo sola, es que a mí me encantan.
Respondió Candela ingenuamente dirigiéndose al sofá.
Aun dentro de la cocina Laura tomo la mano de David, y fuera del alcance de Candela que se dirigía al sofá frente al televisor, le susurro con una enorme sonrisa de oreja a oreja al tiempo que le guiñaba un ojo:
- Te espero fuera, no tardes….
David la miro con aquel semblante gélido, y la siguió con la mirada, mientras ella se ponía las gafas de sol y salía a la terraza. Al tiempo que se despedía de su mujer y se metía en su habitación, cerrando la puerta de manera que se oyese.
Apenas había transcurrido cinco minutos que le parecieron cinco años a David, cuando este entreabrió la puerta con mucho cuidado para que no se oyese nada, y la cerro de la misma manera con un enorme cuidado, al tiempo que se arrastraba por el pasillo pegado a la pared más cercana al ángulo de visión de la misma desde el sofá, tal y como había pensado cuando estaba dentro de la habitación.
Al principio había pensado no ir a la terraza con Laura, era demasiado arriesgado, Laura se jugaba su amistad, pero él un divorcio que le dejaría en la ruina. Pero aquella hembra divina con aquellas piernas largas y firmes, aquel culo perfecto, y aquellas tetazas divinas, y completamente deseosa de follar con él sin aliento, era demasiado como para resistirse. Así que allí estaba él arrastrándose por el pasillo para alcanzar la terraza.
Doblo la esquina junto a la cocina y se escabullo a gatas hasta que se situó junto a la puerta de la terraza, abrió con cuidado la puerta y se filtró de rodillas entre la puerta, llegando hasta la terraza sin aliento.
Laura estaba tumbada en la hamaca estirada en todo su esplendor, mostrándole su preciosa y enorme sonrisa e indicándole con el dedo que fuera hacia ella.
- Ven aquí, ven a darme lo que quiero, vamos a coronar cabrón a Pedrito, jajaja.
Susurraba divertida Laura con su voz sexy.
Sin dejar de mirar a través de la puerta la posición de Candela en el sofá, David se acercó a Laura, dando la vuelta a la hamaca y lanzándole un morreo a la morenaza mientras los dedos de su mano dejaban sus huellas dactilares en el culazo perfecto de Laura.
- Sácame la parte de arriba del bikini, y masajéame todo el cuerpo de cintura para arriba, hijo de puta frio e indiferente….huuuummm, vamos enséñame cuanto me deseas…
David se situó detrás de Laura en la tumbona y muy lentamente le desabrocho la parte de arriba del bikini y se apodero de sus enormes melones abrazándolos por detrás, tratando de abarcarlos con su manos y comprobando, que solo podía sostenerlos y disfrutarlos, de lo grandes que eran, tan turgentes, suaves y duros a la vez.
Sin dejar de enroscar sus lenguas en un lento e intenso beso francés, Laura baño las manos de David en aceite bronceador, y este empezó a extenderlo, haciendo que las yemas de sus dedos recorriesen cada centímetro de la piel de Laura, poseyendo su cuerpo, recorriendo lentamente y dejando la impronta de su manos en sus firmes nalgas, en sus preciosas caderas, en su plano vientre , en sus muslos carnosos y fibrosos, y sobre todo en sus tetazas, apretando con fuerza la circunferencia de sus globos, recorriendo con las yemas de los dedos sus enormes areolas y jugueteando con sus pezones, alternando besos donde sus lenguas parecían buscar el fondo de la boca del otro, con besos a los lóbulos de sus orejas, y lengüetazos por toda su nuca. Mientras Laura no dejaba de frotarle de la tranca por encima de su bermuda con sus finos y sexys dedos decorados con tres preciosos anillos, y acabados en uñas pintadas de rojo pasión.
- Aaaahhhh David cariño, estoy empapada, como me pones, como me pones, que ganas tengo de sentir esa polla tuya dentro de mí, ahhhhh, ahhhh.
Gemía Laura hablando de forma muy sexy y lujuriosa.
La puerta de la terraza de abrió de repente. David se quedó petrificado sin saber qué hacer, como si estuviera congelado, fue Laura la que reacciono rápidamente, y cuando la puerta recién empezaba a abrirse, empujo velozmente a David, que cayo junto a la tumbona de Laura y quedo en el suelo estirado y quieto como un cadáver. Mientras Laura se estiraba sobre la tumbona en posición horizontal sobándose el cuerpo como extendiendo el aceite.
Todo se podría ir al carajo por andar de calientes desesperados en coger, todo por el cuerpo de tentación de Laura que nadie se puede contener a disfrutarlo Candela podría descubrir la infidelidad por urgidos.....
CONTINÚA.


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