TIA DISFRUTA CON.../CAP4
CAPÍTULO 4
Él entonces se baja de la cama y cogiendo su ropa se comienza a vestirse y me dijo.
- Madrina por hoy ya es bastante, es muy tarde y tú marido no ha llamado para decir que no viene a comer, de modo que no des por asentado que no lo haga aunque esta mañana se fuera tras vuestra discusión. No quiero que corras peligro y nos coja con las manos en la masa cuando llegue. Será mejor que me vista y me marche y tú también que lo hagas y vuelvas hacer la cama y cambiar la cama y ventila un poco la habitación, pues hay en el ambiente un fuerte olor a esperma y sudor y si tu marido entrará a cualquier cosa al dormitorio podría sospechar algo. Yo volveré mañana a la misma hora y si consigues que tú marido no venga a comer estaremos hasta por la tarde a la hora que él suele venir follando, pero caso de que no lo consigas no te preocupe haremos como hoy.
Se vistió, me dio un beso, esta vez en mi boca y se marchó dejándome súper caliente y excitada.
No pudiendo aguantar mucho tiempo mi calentura me tumbé de nuevo en la cama y me masturbe de nuevo hasta correrme. Tras esto me fui al cuarto de baño y me di una ducha para ver si apaciguaba mis ganas de sexo, cosa que no ocurrió, aunque poco a poco y a medida que se iba pasando el efecto del afrodisiaco que me había dado mi ahijado, fue bajando hasta desaparecer.
Me coloque la bata que habitualmente tenía para estar por casa, recogí la batita transparente que me había puesto para recibir a Raúl, cambie la cama y la hice y como él me había indicado ventile la habitación durante media hora. A la hora de comer, mi marido no se presentó y tuve que comer sola, cosa que me fastidio muchísimo, pues si hubiera sabido que mi marido no venía a comer hubiera podido seguir disfrutando de sexo con mi joven sobri.
Esa noche cuando llego mi marido, yo me hice la enfadada y no le dirigí la palabra en toda la noche, no quería ni siquiera que me tocara, quería reservarme para el día siguiente con mi sobri.
Por la mañana nada más irse mi marido me metí en mi habitación hice la cama y arregle la casa rápidamente.
Después entrando en mi habitación busque unas bragas negras de puntillas, pero de tiro alto como habitualmente uso y un sujetador a juego del mismo conjunto en el que a través de las puntillas se veían perfectamente mis grandes aureolas y mis pezones, ya erectos y duros por la excitación, decidí no ponerme ese día la batita y me coloqué un camisón tipo picardía que usaba algunas veces para calentar a mi marido.
Era muy erótico, de color negro, cortito, con tirantes de volantes, a juego con la base también de volante, semitransparente.
Podían verse mis bragas negras, y mis muslos cuando me movía rozándose uno con el otro, pero sobre todo dejaba ver con toda perfección mis dos grandes tetazas, meciéndose bajo la gasa, apreciándose hasta las aureolas donde estaban los pezones. Vestida de esta guisa esperé impaciente y muy excitada a que llegara mi joven amante, se me hizo un siglo hasta que llego Raúl.
Cuando le abrí él se quedó parado, paralisado mirándome y con una sonrisa en su cara.
Traía un bolsita de regalo en su mano, le invite a pasar rápido, por miedo a que pudiera verme vestida de esa forma cualquier vecino. Cuando pasó cerré rápidamente la puerta para escondernos de cualquier mirada inoportuna.
Fue cerrar y él se abrazó a mí uniendo nuestras bocas y dándonos unos toqueteos que duró al menos tres o cuatro minutos. Cuando deshicimos nuestro beso y abrazo, él sentándose en el salón me entrego la bolsa de regalo que portaba y me dijo
- Es para ti, un regalo, a ver si te gusta tía.
Yo cogiéndolo le pregunte antes de abrir el paquete que venía en el interior de la bolsa.
- Gracias sobri, Qué será? - Que nerviosa estoy hasta saber que es... -
Él al ver mi nerviosismo y ansiedad por saber lo que era me dijo.
- Te he comprado un tanga!!!
Yo le contesto.
- Pero si yo eso no lo uso...... siempre uso este tipo de bragas altas, eso me parece una indecencia y debe de ser muy incomodo, tan pequeño!!!
- No digas que no te gusta, primero ábrelo y míralo y después veremos si te gusta. Pero de todas formas yo quiero que cuando habitualmente estés conmigo sigas usando las bragas que habitualmente usas, esas bragas grandes y altas que ahora tienes puesta me excitan más que las pequeñas y que los tangas como el que te acabo de regalar. Esta tanga te lo he regalado para que lo uses en las ocasiones que yo te diga, que no tardando mucho van a ser más veces que las que tú piensa. Pero conmigo quiero y te lo vuelvo a repetir que te sientas a gusto y quitando esas ocasiones, quiero que sigas usando tus bragas tradicionales por fa tía....!
Yo al decirme esto, pensé que me las había comprado para esas ocasiones en que quisiera excitarse viéndome con prendas pequeñas que enseñaran más partes de mi cuerpo que ahora con las tradicionales mía podía mostrarle y entonces le dije.
- Está bien, de acuerdo, me le pondré en las ocasiones que tú me digas, y probaremos a ver qué pasa…....!
Raúl al oírme decir esto me pregunta.
- Te lo quieres...... probar?
Y yo para complacerle le contesto.
- Sí, desenvuélvela por favor.
Él rompe el papel donde está envuelta la prenda y me la entrega.
Era un tanga muy pequeño de muselina, de color beige, con la delantera muy estrecha y las gomas laterales y traseras muy finas. Lo desplegué para verlo. Y pensé, se ha gastado el dinero el pobre para nada, pues me va a estar pequeño , pero es una prenda muy sexy por su transparente y estrecha delantera y por la fina tira trasera, una tira tan fina como un hilo y entonces le dije
- Qué chulo....! muy erótico, jajaja! nunca me he puesto una cosa taaaaan sexy, igual me queda algo pequeño.......!!!
Él me contesta
- Mis amigas son las bragas que usan y dicen que son muy cómodas.
Y de nuevo me dice.
- Por qué no te lo pruebas....???
Yo le contesto.
- Sí, me lo voy a probar al dormitorio, espera.
Y cuando me iba a encaminar para el dormitorio me dice.
- Para que te vas a ir al dormitorio, si estamos solo y si es por pudor a que te vea desnuda, ya es tarde pues ayer y el día anterior te he visto como Dios te trajo al mundo. Además te puedes mirar en este espejo que tienes puesto encima de ese mueble alejándote un poquito de él en el centro del salón estoy seguro que te podrás ver reflejado en él todo tu cuerpo.
Yo nerviosa, dudo en hacerle caso o irme a mi cuarto, pero el morbo y el quererle excitar me arrastra hacía la imprudencia, y me bajó mis grandes bragas dejándolas sobre uno de los sillones y me colocó el tanga que mi sobri me ha regalado.
Me miro al espejo y veo que me queda excesivamente pequeño, pero para complacerle a Raúl me lo quedó puesto.
Y cuando me voy a poner el salto de cama encima él me dice.
- No no lo hagas quiero verte así. Qué tal?, qué te parece, es verdad que son cómodas.....?
Yo le contesto girándome para que me vea él por detrás.
- Me parece bien, es cómodo, pero quizás una talla más!!
Mi sobri no quitaba los ojos de mí y me dice.
- Te queda muy bien, el culo con lo bonito que lo tienes, te le realza y se te ve mejor, es estupendo...!!
Yo me miraba en el espejo y veía el tanga, casi del mismo color que mi piel. Aun siendo pequeño del por sí esta prenda, yo creo que él me había cogido una o dos tallas aún más pequeñas, pues lo tenía muy apretado en las carnes, con las tiras laterales hundidas en la piel.
Por delante, la parte delantera del tanga no me cubría casi nada, abarcaba apenas una tercera parte de todo mi triangulo velloso, los pelillos sobresalían por los laterales y la parte superior del mismo y transparentándoseme toda la rajita, con el vello apretujado contra la gasa de la prenda y apreciándose perfectamente mis carnosos y gordos labios vaginales.
No sé porque al ver a mi sobri mirándome tan directamente a mi entrepierna y sentirme, aún sin estarlo, completamente desnuda me subió un calor a mi cara que hizo que mis mejillas se sonrojaran por el rubor que sentía.
Yo entonces para evadirme un poco de la vergüenza que sentía al estar con esa prenda puesta le dije.
- Y...... Qué te parece?!
Y rápidamente me contesta.
- Uff… Te queda muy bien. Estás muy guapa…!!
Yo le contesto.
- Un poco erótico, no???
Y él me dice.
- Date la vuelta, tia!!!
Obedecí los deseos de mi sobri y me giré dándole la espalda, exponiendo a sus ojos la parte trasera de mi cuerpo. Yo mire hacia atrás con mi cabeza para ver la expresión de Raúl y al hacerlo vi reflejado en el espejo mi culo, el cual me parecía más..... muy! grande de lo habitual al igual que mis nalgas.
Llevaba la fina tira hundida en el fondo de la raja de mi culito y daba la sensación de que estaba completamente desnuda. Los muslos de las piernas se rozaban y entre las piernas se me distinguía la densa mata de vello del chocho.
Yo me giré un poco deprisa, para que el no siguiera viendo mi parte trasera desnuda, provocando un serio vaivén en mis grandes tetas aunque estaban dentro de mi sujetador.
No pude dejar de mirar la entrepierna de él, estaba sentado y abierto de piernas y con su mano se acariciaba el bulto que formaba su sexo, era un buen bulto bastante grande, debía estar a punto de reventar su polla. Mi exhibición ante él había hecho que se le pusiera de esa forma, lo que quería decir que estaba muy excitado contemplándome casi desnuda y con esa prenda puesta. Entonces le dije
- Si me viera mi marido así, pensaría que soy una putita…...!!!
Y él a este comentario me contesta.
- Una putita muuuuuy guapa. Anda, ven, siéntate aquí a mi lado!
Yo le hice caso y dando unos pasos me acerqué hacía el sofá donde él estaba sentado, al hacerlo mis gordas tetas brincaron hacía arriba y hacia abajo rozándose una con la otra, esto le debió de gustar, pues al verlo puso una sonrisa picara en su cara.
Yo hice como si no me hubiera dado cuenta y como un poco cortada para que él piense que estaba un poco cohibida ante él y no pensara que después de lo de ayer todo era bueno y que todo valía.
Al llegar me senté a su lado y vi como Raúl miraba mis tetas y bajaba con su vista hasta mi entrepierna cubierto mi sexo con el tanga transparente. Me pasó un brazo por los hombros y me acercó hacia él cariñosamente y me dijo.
- Anda, ven! cuantas ganas tenía de estar contigo, se me han hecho estas horas desde que te deje ayer hasta ahora larguísimas y no he dejado de pensar en ti ni un momento, madrina.
Yo recosté mi cuerpo contra el costado de él, apoyando mi cara en su hombro y sin darme cuenta, por la posición en que me había colocado, mis tetas se posaron sobre su cuerpo, una sobre su abdomen y la otra tocando con mis ya duros y gordos pezones una de sus axilas. Raúl entonces acercando su boca a mi cabeza me dio un beso cariñoso y suave sobre mi cabello que caía a lo largo de su hombro.
Yo entonces le pase una de mis manos por su pecho y a la vez que le acariciaba sus pectorales duros por el deporte que hacía, le dije.
- Mi niño, no has sido tú solo al que se le ha hecho largo la espera, yo he estado toda la noche muy nerviosa y apenas he podido dormir deseando que llegara pronto esta hora. Te he echado mucho de menos estas horas desde que te marchaste ayer. Te podías haber quedado a comer, pues luego mi marido no vino, me dio una rabia que te hubieras ido, con lo bien que estábamos.
Entonces mi sobri con su mano fue deslizándola por todo mi brazo, pasándola luego a mi espalda para llegar con ella acariciándome la parte baja de la misma , ya ceca de mi cintura. Yo volví mi cara hacía él y nos miramos ambos a nuestros ojos con mucha intensidad y lujuria.
Yo continuaba acariciándole su pecho y de vez en cuando su cara y en estos movimientos mis tetas le iban rozando por encima de todo su cuerpo haciendo que él cada vez se fuera excitando más.
Al estar tan cercas nuestros alientos se mezclaban llegándonos a cada uno el aire caliente de los mismos. Nuestras ganas de uno por el otro hicieron que nuestras bocas se fueran acercando una a la otra hasta que al final nuestros labios se unieron en principio muy suavemente para acabar besándonos.
Yo quise hacerle sufrir un poco y no abría mi boca, pero Raúl insistía hasta que al final consiguió hacerme abrir mi boca (cosa que estaba deseando) y metiendo su lengua dentro de mi boca consiguió enrollarla con la mía fundiéndonos en un apasionado beso proporcionado por la pasión morbosa del momento.
Cuando deshicimos nuestro beso el no pudo por menos que decirme.
- Te quiero tia Nuria, y te he querido siempre....!!
Yo como una colegiala enamorada le digo.
- Y yo a ti, mi niño!!
Entonces él comenzó a besarme el cuello al tiempo que llevando su mano a mi espalda, me desabrocho el broche de mi sujetador, cogiendo esta prenda con una de sus manos y colocándola encima del sofá, saltando mis grandes cantaros al exterior, bamboleándose arriba y abajo y a los lados por el movimiento realizado al sacarlos de la prenda que acababa de quitarme.
Él siguió bajando su cabeza hasta mis enormes tetas, las cuales agarro con fuerza metiendo su cabeza entre ellas, yo creía estar en un sueño y sería ridículo negar que estuviera disfrutando con lo que aquel muchacho de 18 años, estaba haciendo conmigo, facil podria ser mi hijo.
Siguió bajando su cabeza hasta llegar al tanga con la intención de bajármele y quitármele. Pero yo le agarre su mano haciéndole soltar el fino hilo de la nueva prenda e impidiéndole de esta forma que lo hiciera.
Quería estar un poco más con esa prenda puesta para hacer que sus ganas por mi y su calentura aumentaran si eso aún era posible. Trato de bajármelas pero yo agarre ambos lados y saque fuerzas para pedirle que parara. Mi sobri me miró y con una media sonrisa y con cara de ruego me dijo.
- Te deseo, tia Nuria,, te deseo tanto...!! eres la mujer que más deseo, por favor déjame continuar…...!!
No sé que me paso que al oírle decir esto, solté su mano y le deje que siguiera. Era la primera vez de las muchas que luego vendrían que me dejaba convencer y sucumbía a lo que aquel niño, me pidiera y dejar hacerle todos sus caprichos y antojos.
Mi sobri me bajó la tanga de un solo tirón y lo dejó caer al suelo. Luego llevo su mano a mi almejita y pasándola por encima de mis labios vaginales suavemente, me hizo vibrar de placer al sentir la palma de su mano sobre esta parte tan sensible de mi cuerpo, y al hacerlo me dijo.
- Estas muy caliente madrina, estas completamente mojada y me encanta que sea así. No te lo dije ayer pero me gusta mucho tu coñito y sobre todo con los bellos como los tienes, pues a mí me encantan las mujeres con su chocho con abundantes bellos igual que tú lo tienes, madrina...!
Dicho esto ayudándose de sus dos manos, las puso sobre la parte interna de mis muslos y me hizo abrir todo lo que pude mis piernas quedando mi almeja expuesta y abierta ante su vista.
Él entonces se levantó del sofá y colocándose de rodilla entre mis piernas y deslizando sus manos por mis muslos, acariciándome el interior de los mismos. Antes de que yo pudiera reaccionar metió su cara entre mis piernas y con su boca fue pasando su lengua por todo lo largo de mis muslos hasta que llego con su boca a mi rajita y comenzó a pasar rápidamente sus abios por mi pubis y rajita para llegar a donde empiezan mis piernas entreteniéndose en pasar su lengua por la unión de mis ingles que me chupaba y besaba pasando de una a otra y de arriba abajo rozando con su barba al hacerlo todo mi sexo.
Me estaba devorando literalmente mi coño, aquello era nuevo para mí, mi esposo que era incluso más conservador que yo, jamás me había comido el coño y yo a él su polla, de hecho alguna de mis amigas solía gastarme bromas con aquello diciéndome que no sabía lo que me perdía y aquel día comprendí que tenían razón.
Esta caricia me estaba excitando muchísimo y volviéndome loca. Sin poder evitarlo el gusto que mi sobri Raúl me estaba dando me fue en aumento y yo estaba desatada, abría las piernas inconscientemente para que pudiera llegar mejor a todos los rincones de mi sexo y él continuaba y lo aprovechaba para hacerme vibrar de placer. Esto hizo que yo no pudiera reprimir mis gemidos y no pude por menos que exclamar!!!!!!!!
- Uuummmmm, que delicia, que placeeer me haces sentir con tu lengua mi amoooor….siiii sigue asiiiiii……...!! - habla de una forma tan caliente con gemidos..... -
Él entonces mira mi coñito y lo ve todo mojado y brillante por la excitación y el placer que me está proporcionando. Entonces suavemente me aparta los labios de mi coñito y mira los labios internos a los que acerca su lengua y me los chupa suavemente subiendo a través de ellos hacía arriba hasta que encuentra mi clítoris excitado, pero aún escondido bajo mi prepucio.
Esto me hace vibrar de placer. Él a su vez coge uno de sus dedos y llevándoselo a su boca se lo moja y tras dejar de acariciar con su lengua mi clítoris, acerca este dedo y comienza acariciármelo hasta conseguir que mi clítoris vaya saliendo por la excitación de debajo de su prepucio.
Yo estoy alcanzando un estado de excitación muy alto, Raúl me está haciendo subir al séptimo cielo con su extraordinaria comida de coño.
Yo empujo mi pelvi hacía fuera del sofá, quiero sentir su boca dentro de mi coño, estoy muy caliente.
El sabiendo como estoy deja de chupar mi clítoris y vuelve a bajar a los pliegues de mi almeja, y esto lo hace muy pausadamente.
Pero yo quiero más y necesito que me coma el coño con fuerza y ganas, quiero que su lengua y boca se coma literalmente mi coño.
Entonces pone sus labios en la superficie de mi raja, me la besa suavemente y después más fuerte y con su lengua me va separando los labios de mi chocho, cuando ha logrado abrirlos hace correr su lengua arriba y abajo entre las capas de carme de mi coño, yo no aguanto más y le grito.....!!
- Siiiii, siiiiii…….... asiiiii….. asiiiiiii….. que placer me estas dandooooo…...!!! es la primera vez que alguien me come mi coñoooo y estooooo es fantasticoooooo….. me vuelve locaaaa…….... como tú lo estas haciendooooooo……. aaaahhhhhhh….. cometeloooo……cometeloooo…. yaaaaaaaaaa…...!! me estas matandooooo de placeeeeeerrrrr……..!! - GRITABA CON RABIA DE PLACEEEERRRR........... MMMM......!
CONTINÚA










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