TIA DEMASIADO MALA/CAP6
CAPÍTULO 6
Expuso Paloma con su voz dulce y sexy, sin abandonar su posición entre las piernas del adolescente, abrió sus piernas y coloco la punta ardiente y palpitante de la vergaza gruesa del chico entre los labios de su raja y apoyándose en las rodillas de él, se la introdujo lentamente.
- Oooooooooohhhh…...!! no me cansooooo de sentirlaaaaaaaa!!!
Exclamo llena de lujuria y deseo Paloma, abriendo mucho la boca, y cerrando los ojos en una expresión demacrada de placer.
Para a continuación empezar a bombear arriba y abajo, abajo y arriba, sobre el enorme pollazo de Alberto, retorciéndose de placer al sentir como sus paredes se ensanchaban con la polla más enorme que nunca le había perforado.
- Aaaaaaaahhhhh........ siiiiiiiiii, lo haces taaaann......... bieeeeeennn, me exprimes tan bieeeeennn……aaaahhh!!
Gemía el chico, jadeando de placer y tirando la cabeza hacia atrás.
Mientras Paloma empezaba el bombeo salvaje y violento arriba y abajo, abajo y arriba, apoyándose en sus rodillas y moviendo en semicírculos hacia la derecha primero y después hacia la izquierda sus caderas acompasadamente con el bombeo, agitando sus hermosas y esféricas, enormidades de tetazas en todas direcciones, sin parar durante más de cinco minutos, aumentando y bajando la intensidad del bombeo.
- Ooooooohhh........ Diioooooos, siiiiiiiii!!!!
Gritaba de placer retorciéndose el chico, que, guiado por el instinto, se aferró a los enormes globazos de Paloma, amasándolos y pellizcando sus enormes pezones que estaban duros como el granito, multiplicando aún más la excitación de Paloma, especialmente sensibles en aquellas terminaciones nerviosas.
Al tiempo que, acompasaba aún más el bombeo de Paloma aumentando su intensidad.
- ¡Siiiiiii, siiiiiiii, Neneeeeeeeee, eres un diooooooooossss, me corrrrroooooo!
Estallo en un enorme orgasmo vaginal Paloma. Retorciéndose y tensionando su cuerpo.
- Ooooohhhh........ como me ordeñaaaasss............. voy a corrermeeee tambieeeeeén....!!
Alerto entre gemidos Alberto.
- ¡No cariño, dentro no.....!! en mi cara y en mis tetas..!!!
Exclamo autoritaria con su voz sexy Paloma, que quería dar un espectáculo completo a su voyeur vecino, al tiempo que se sacaba la pollaza de Alberto de su interior y se ponía de rodillas frente a él estratégicamente, para darle al ventanal su mejor plano.
El chico solo necesito sacudírsela un par de veces, para estallar como una manguera sobre Paloma que de rodillas abría su boca completamente, mientras cerraba sus ojos y ofrecía al semen del adolescente sus enormes y turgentes tetazas de talla de copa H, sosteniéndolas con sus delicadas manos por abajo.
Y recibiendo una cálida y pegajosa ráfaga detrás de otra, lanzando una al interior de su garganta con increíble pericia y cubriendo con el resto de ráfagas toda la superficie esférica de sus turgentes y firmes mamazas en forma de gota de lluvia inmensa.
Así totalmente desnuda y cubiertos sus pechazos de la leche cálida de Alberto, se giró hacia el ventanal presentándole al periscopio de don Ramón un plano frontal total, al tiempo que lentamente se pasaba la punta de la lengua por sus labios, justo antes de llevarse los pezones cubiertos de semen del muchacho a la boca y chuparlos y morderlos lujuriosamente, bebiéndose así toda la leche del adolescente.
Mientras disfrutaba, pensando en el espectáculo impresionante que le habría dado al vicioso mirón y cincuentón de su vecino, y como revancha a la vieja bruja fea y amargada.
La verdad era, que Paloma nunca había estado tan lujuriosa y cachonda en toda su vida como desde que había descubierto la polla increíble y gruesa de Alberto. Solo tenía que ganas de tener sexo ¡Aquel pene era un milagro, para ella!!
Con el semblante serio y concentrado, con la mirada velada por unas gafas de sol de grandes esferas, Paloma conducía el coche en dirección al parque donde llevaba a Alberto, un parque al que Carlos siempre se había negado a ir para tener sexo, ya que era conocido por ser el parque de los Voyeurs, que rondaban por el parque buscando ver a las parejas y autosatisfacerse, esa fantasía enloquecía a Paloma, desde siempre ser contemplada mientras follaba, mirar como otros hombres alcanzaban el cenit de su lujuria y se corrían abundantemente, mientras sus enormes y turgentes globazos se balanceaban violentamente y su amante la embestía ferozmente hasta hacerla correrse, al tiempo que ella contemplaba extasiada por el doble placer a aquellos voyeurs con la mirada lasciva llena de promiscuidad.
Su vientre ardía solo de pensarlo y la punta de su lengua repasaba suave y cálidamente sus labios, mientras emitía gemidos sordos camino del parque, sin que Alberto introvertido, callado e inseguro dijera nada, con una expresión en su cara entre la de un niño que va a ser castigado y la de un niño que va a ser sorprendido.
Aparcaron y se dirigieron al parque, era mediodía, Paloma tomo con su suave, femenina y delicado mano la mano de Alberto y le sonrió para que se destensase y cogiese confianza.
Paseaban como dos novios por el parque, Paloma llevaba sus gafas de sol grandes que le ocultaban sus pequeños ojos negros de largas pestañas y raya pintada, a pesar de sus mejillas preciosas redondas y sonrojadas con algo de colorete y sus labios carnosos pintados de carmín rojo pasión tenía un rostro normal.
Pero su cuerpo era un sueño, sus torneadas piernas y sus perfectas y anchas caderas le daban a su culo respingón una preciosa esfericidad, destacando un culo completamente redondo con unas nalgas curvas y duras, algo increíble con aquel estomago liso y aquella cinturita de avispa, y para redondear aquellas GIGANTES ubres apetitosas, enormes, inertes y turgentes.
Un cuerpazo de diosa del porno que su ropa resaltaba, se había puesto unos leggins ajustadísimos color azul pastel, que parecían una segunda piel, y que trazaban perfectamente la circunferencia firme como de mármol de sus nalgas grandes y perfectas, separando cada una de ellas, agitándolas a cada paso, arriba y abajo, abajo y arriba, realzadas por unas deportivas de tacón, que hacía que todas las miradas masculinas se dirigieran a su perfecto culazo, en la parte superior un top ajustado rojo pasión con escote redondo donde sus enormes melonazos, encorsetados en un wonderbra deportivo de copa H asomaban en toda su redondez, expuestos a todos los ojos del parque, al llevar abierta la chaqueta de falso cuero fucsia que la vestía por encima, y que resaltaban tanto que parecía un número nueve con cabeza.
A veces un flash de conciencia y de vergüenza atravesaba la mente de Paloma, siempre había sido una exhibicionista, su excitación y sus orgasmos siempre habían sido estimulantes y enormes, cuando lo había hecho en algún lugar donde podía ser observada, con parejas anteriores a Carlos, había podido dar rienda suelta a su vena exhibicionista con moderación, pero con Carlos aquello se había cortado de raíz.
De manera que se había imaginado miles de veces observada, en miles de lugares, era una fantasía que hasta soñaba y se levantaba empapada.
Cuando Marisa le conto entre risas lo de aquel parque, la idea le persiguió de manera recurrente durante mucho tiempo, frustrándola amargamente, al saber que jamás convencería a Carlos de ir al parque un anochecer a exponer un poco, alguna vez que lo intento solo recibió un rotundo no por respuesta.
Pero exponerse así de aquella manera en plena medio día, aquello era llevar su fantasía al máximo nivel, solo que era la hora de comer reducía la exposición, que aún y así era máxima, y así quería Paloma que fuera, totalmente fuera de sí, con su vientre convertido en un volcán, y su mente cegada por la lujuria, que la enorme, ancha y larga tranca de Alberto había provocado en ella, estaba enloquecida por cumplir todas sus fantasías con aquella joven y vigorosa, buena polla, aquel milagro único.
Así de esta manera, sonriendo maliciosa y lujuriosamente a todos los viandantes del parque, agitando su preciosa, brillante y sedosa melena rubia beige, Paloma oteaba en el parque buscando el lugar preciso para realizar su lujuriosa y viciosa fantasía.
A su izquierda divisó un pequeño montículo, alejado por un camino en espiral de la senda principal del parque, en el centro del montículo entre unos setos bajos había un gran árbol con una enorme copa.
Paloma se relamió excitada, se subió las gafas de sol apartándose el cabello de su frente como si fueran una diadema para el pelo y cogió con firmeza la mano de Alberto arrastrándolo hasta allí.
- Aquel lugar...... será perfecto, hijo!!!!!!!!!
Exclamo risueña y cachonda Paloma, mientras por el rabillo del ojo veía, como les seguía un hombre, que los había acompañado desde que entraron en el parque, de mediana edad calvo con pelo en los lados de la cabeza, regordete con papada, vistiendo un chándal cutre.
La raja de Paloma ardía por momentos. Parecía lava en su interior.
- Vamos, vamos nene, no estas cachondo…. huuuuuuuummmm….... dime que no deseas, este cuerpozoo...... cariño…... hhhhuuuuuummm, dime…...!!!
Susurraba Paloma a Alberto lascivamente, como una zorra en celo, tomando sus manos y colocándolas sobre sus gigantes tetazas, que el chico empezó a amasar instintivamente, mirando a ambos lados del lugar con cara de preocupación, con su espalda contra el tronco del árbol.
- Pe....... Pe, Pe, Pero, pero, pero, pero…. Tia.... Paloma, Paloma, Paloma aquí estamos muy expuestos….... pue..... pue, pue, puede vernos todo el mundo, todo el mundo!!!
Decía algo asustado, nervioso e inseguro Alberto, mirando a todas partes incómodo.
- Uuuuuhhhhh siiiii, nene, siiii…..justamente eso es lo que me hace ardeerr……uuuuuhhhh estoy empapada solo de pensarlo……no me seas estúpido remilgado como Carlos…....... uuuuuuhhhhhhhh! estoy ardiendo Alberto, vamos, vamos déjame sentir tu tranca dura y venosa, palpitando caliente, vamos vamooooossss........ nene que estoy ardiendo y húmeda como nunca en mi vida…uuuuuuhhh….vamooooos, vamooooss neneeee, no me seeaass mojigatooo, por favoooorr.
Exclamaba suplicante y encendida de lujuria Paloma, mientras mordiéndose el labio inferior palpaba ansiosa y nerviosa la entrepierna de Alberto, el cual con la espalda contra el árbol sudoroso y nervioso, no dejaba de mirar alrededor con los ojos desorbitados.
- Yooo, yoooo, yooo….ya, yaaa, yaaa….perooo, yaaa, es queee,es queeee es pleno mediodiaaa, aquiiiii nos puede ver to, to, to, todo el mundo…......!!!
Respondió tartamudeando y tragando saliva Alberto, sin dejar de mirar a todas partes observando los visitantes del parque con preocupación.
- ¡Vengaaaa neneeeee……!!! nooooo me digaaass, que no tienes ganas de comerte este par de jugosooos meloneees enormes....... de poseeerr este culooooo duro y turgenteee….vengaaaa Albertoooo, cariñoooooo…..... follaaaaameee, foooollameeee….... y no te preocuupeeesss de la genteeee….. vammoooooosss neneee.... vamooooos, nunca he estadooo más calienteeee en mi vidaaaa…… uuuuhhhh, vengaaaaahhh!!!!
Susurraba lasciva Paloma poniendo morritos, mientras se sacaba de un solo movimiento la chaqueta de falso cuero fucsia, dejándola caer al suelo y con sus suaves y preciosas manos, tomaba por la parte de abajo sus enormes y redondas tetazas de copa H por encima del ajustado top rojo y se las ofrecía Alberto, elevándolas por la redondez del escote como dos inmensos frutos maduros, haciendo que Alberto asombrado fijase su mirada en ellos.
- ¡¡Huuuummm, parece que tu enorme verga se está empezando a poner duraaa…uuuuhhhh, si, si, siiiiiii!!! Así,asiiii déjate llevar nene, sin preocupación déjate llevaaarr.
Exclamaba jadeante Paloma, mordisqueándose el labio inferior y pasándose la punta de la lengua por su carnoso labio superior, al tiempo que con sus delicados dedos y sus perfectas y bien cuidadas uñas frotaba y amasaba la tranca de Alberto por encima de su pantalón, la cual empezaba a tomar forma y a palpitar dentro de su pantalón de chándal.
- ¡Buuuuff, buuuuff, buuuufff! - Jadeaba y respiraba pesadamente Alberto, sin dejar de mirar nervioso hacía todas partes. Y al mismo tiempo ver el voluptuoso cuerpo de su tía taaann grande.....
CONTINÚA




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