MADRASTRA VOLUPTUOSA/CAP6

 

 CAPÍTULO  6 







-        Pero esta también es su casa muñequita! - Respondía Vicente con voz meliflua que solo ponía a su niña.







-        Me es igual. Yo no cumplo contigo, no quieres que este fuera de casa entre semana más allá de las 10:00 y el fin de semana a las 12:00, me concentro en mis estudios y saco buenas notas, que sabes que el cole es difícil, no bebo alcohol y mucho menos drogas, voy a la iglesia y a las catequesis, no escucháis ni la más mínima pega de mí, ni el más mínimo escándalo que pueda avergonzaros…y además convivo con esta zorra. NO LA QUIERO, NO LA QUIERO, NO LA QUIERO en la piscina cuando este con mis amigos, o es así, o no volveré a pisar tu casa, sabes que mama me lo ha pedido muchas veces, solo hay que ir ante el juez de menores y no vuelvo más, NO VUELVO MÁS......







Se marchó gritando la criaja mal criada adolescente, dejando a Vicente con el corazón en un puño, con cara entre de cordero degollado y perro apaleado, para asombro de Yolanda, ella había vuelto a perder la partida.







Yolanda no era de las que gritaba o montaba una escena. Pero Vicente se cerraba en banda, su hija, su única hija era lo primero y más importante, y en el fondo él lo tenía claro que Yolanda estaba con él por su pasta y el mundo de lujos y comodidades que podía darle.







No iba a permitir que su hija apoyase a su madre y perdiese la custodia compartida y no volviera a verla más. Daba igual las opciones o argumentos que diera Yolanda, la respuesta de Vicente era siempre la misma, cuando la niña estuviese allí, ella tenía preferencia en usar la piscina con sus amigos y ella no debía aparecer.







Limitada en su propia casa, en su propia casa, aquello ya era demasiado para Yolanda, convivir con aquel zafio hijo de puta, incapaz en todos los aspectos de la vida, convivir con su hija una mierda insoportable como el padre, todo por la pasta y los lujos, renunciando a todo y siendo humillada en su propia casa, en su propia casa.







Aquello no iba a quedar así, no la conocían a ella, no, no la conocían, no iba a montar números ni escándalos, ni reacciones violentas o enfadadas con la niñata, iba a actuar toda la semana como si estuviera conformada con la decisión de Vicente y la petición de Belén.







Fría como el hielo, calcularía una venganza cruel y despiadada, que provocase el máximo dolor, humillación y vergüenza tanto a la criaja, como al miserable de su marido.







Con esa perspectiva se pasó Yolanda toda la semana planificando y maquinando, su castigo a ambos.  







Al llegar el sábado, Yolanda cogió los bártulos bien temprano y se fue a visitar a Verónica y a pasar el día con ella, durante toda la semana había logrado templar el cabreo más grande de su vida, de forma que su marido lo había olvidado todo y creía que ella se conformaba, y la criaja le lanzaba miradas entre de burla y de victoria que ella obviaba, pero por dentro era una fuente inextinguible de odio para los dos.







La decepción de Cesar y Sergio al saber que Yoli había salido, fue proporcional a la enorme satisfacción de Belén de ver esa decepción reflejada en sus rostros, ese sábado eran de ella y de la otra enana esmirriada culo de carpeta.







Tumbada en una hamaca en el balcón de Verónica, tomando el sol con su preciosa melena morena recogida con un gancho detrás de la cabeza con un bikini azul celeste, con Vero tumbada al lado se desahogaba contándole todo el asunto.







Ya había tenido que enseñarle su alianza de casada con su lacónica y distante sonrisa a algún vecino, que la había visto llegar enfundada en un vestido de cuerpo entero, de tirantes finos cuya falda acababa un palmo por encima de sus rodillas, alcanzando casi el metro ochenta por su tacones de aguja a juego, con un escote de pico por donde se escapaban sus realzadas sus enormes tetazas con el wonderbra de turno, todos los machos admiraban aquella diosa mediterránea de piel bronceada, todos la deseaban y algunos se atrevían a probarlos, para que ella los torease.







-        Joder nena, es muy fuerte, que humillación. Tenerte que ir de tu propia casa. Madre mía Yoli, con lo que tú has sido y has toreado a los tíos. Tener que soportar esto y todo por la pasta.







Decía Vero, enfadada y apesadumbrada por su amiga.






-        Por muuuuchaaa pasta, la seguridad absoluta de un futuro de lujo y de despreocupaciones ….. Huuuummmm. Ya sabes la suerte de la fea, la guapa la desea.






Respondió templada pero pensativa Yolanda.





-        Te veo muy calmada, nena, no piensas hacer nada? Esto puede ser el principio de una vida insoportable, de vivir de prestado en tu propia casa, a los arbitrios de los deseos de esa niñata.....! - Interrogo sorprendida Vero a Yolanda.






-        Si lo sé, no te preocupes hare algo para que eso no suceda, demasiado he cedido ya, para al final perder yo.





Contesto Yolanda con voz enigmática.





Si lo tenía bien pensado, llevaba toda la semana planeándolo. Necesitaba una herramienta, ella no tenía ninguna clase de influencia en la maldita criaja, así que era casi imposible hacerla caer en desgracia de forma directa, necesitaba una manera indirecta, valerse de alguien que pudiera facilitar la humillación, la degradación y la perdida de favor de la niñata frente a Vicente.






Le había dado muchas vueltas a la idea, era arriesgado en grado sumo, pero tenía que hacer algo, como decía Vero que sería lo próximo, en lo que pondría entre la espada y la pared al mierda de Vicente, además aunque a él le gustaba fardar de superhembra por mujer, haciéndose el macho machista y de derechas, la verdad es que para lo que “usaba” a Yolanda, le podría valer cualquiera y entre su hija y su mujer despampanante, muy probablemente iba a perder ella siempre, tenía que neutralizar a la criaja totalmente, romper el hilo umbilical, que Vicente dejase de tener esa consideración absoluta, sino todo el sacrificio, de antes y durante, por un futuro de lujo garantizado sin preocupaciones podría irse al garete en los próximos años, y tal vez solo le quedaría la opción de alguien más viejo y aún más conservador y asqueroso que Vicente. Estaba decidido correría el riesgo.







La herramienta solo podía ser Sergio, la expulsión de su propia casa era debido a los celos brutales e infernales que había provocado la atención que provocaba Yolanda en Sergio, como si de por si por todo lo que había pasado Belén no odiase suficientemente a Yolanda.







Pero por cómo había visto que se desarrollaba la relación y la forma en que se comunicaban los niñatos, Belén estaba profunda y estúpidamente enamorada de Sergio con su ridículo pendiente y su estúpido tatuaje y su cara vulgar.







Esa forma de enamoramiento adolescente de las féminas, que les hace creer que ese chico es el amor de su vida, con quien se van a casar y que va a ser el padre de sus hijos, una estulticia suprema, que hace que estén dispuestas a hacer lo que haga falta por ellos, aunque el estúpido de Sergio, como total inexperto, no sé había dado ni cuenta del poder que tenía, y por eso no forzaba ninguna situación con Belén, Yolanda le haría forzarlas y sabía cómo.







El riesgo era máximo, era una apuesta total, todo o nada, si salía mal las capitulaciones y el régimen de separación de bienes y gananciales dejarían a Yolanda en el lodo, y con más de cuatro años de sacrificios y abstinencia tirados a la basura.







Pero el premio era que su marido rechazase a su hija hasta donde un padre enamorado de su única hija podía rechazarla, que lo humillase en sus puntos débiles, que se enfrentara a él y a sus normas, y atacase su reputación de dinosaurio conservador católico hipócrita, si lograse que las opiniones, ideas y sentimientos de la criaja no contasen más para Vicente, entonces sí que tendría todo el poder sobre él y su dinero y habría merecido la pena, el riesgo era adecuado con la recompensa.







Sabía muy bien lo que tenía que hacer, utilizaría la lujuria salvaje que despertaba en todos los machos que la contemplaban, sabía que al criajo, Belén, paliducha, plana, y culo carpeta poco le importaba, estaba con ella, porque no podía estar con otra, además ella era su monedero, el muy gorrón, cualquier cosa que él quisiera ella se lo pagaba, cualquier fiesta, salida, evento, comida, todo corría por cuenta de la niñata idiota. Por lo que si Yolanda estaba en lo cierto el absoluto inexperto debía ser arcilla en manos de la experta superhembra morena de cuerpo de escándalo como una diosa pornostar, el primer y más arriesgado paso le diría si estaba en lo cierto respecto a los sentimientos de Sergio versus Belén.







Llego a la casa después de cenar, los chicos estaban viendo la tele, sentados en el mismo sofá, pero modositamente separados, con Vicente sentado en su sillón vigilándolos como un feroz can cerbero.







Yoli paso y saludo brevemente esbozando su más radiante y preciosa sonrisa, estaba muy cansada. Vicente le pregunto por su día, le confirmo risueña y alegre que lo había pasado muy bien, el estúpido de su marido sonrió conformado como si su decisión hubiera sido lo mejor para todos, que equivocado estaba.







Yoli fue a su dormitorio, se dio una última ducha, dejo caer sobre su cuello y pechos unas gotas de un potentísimo y carísimo perfume explota lívido, se puso un salto de cama rosa transparente, sin ninguna clase de ropa interior debajo y espero.












Su primera intención había sido abordar al chico entrando en el dormitorio de invitados, pero la frialdad con la que el odio que había despertado en ella todo lo que estaba sucediendo le había invadido, y con la que había tomado la determinación de llevar a cabo todas sus acciones en este asunto, le hizo pensárselo mejor.







Si entraba en el dormitorio y ella lo abordaba, y el chico salía por alguna deriva inesperada, gritaba, se le echaba encima, o cualquier otra, ella no tendría forma de justificar su presencia allí, con aquella prenda que no dejaba absolutamente nada de su voluptuoso cuerpo para la imaginación.






Así que había comprado una diminuta cámara que había conectado por Bluetooth a su móvil y cuando se había marchado a su dormitorio, había sabido ocultarla en un florero frente al cuarto de baño de invitados de forma que enfocaba y se podía ver quien entraba y quien salía de él, ya que en los pasillos de la casa durante la noche había una especie de lámparas de luz auxiliar que iluminaban tenuemente esquinas, puertas etc…la luz suficiente para identificar quien entraba o salía del cuarto de baño,







No tenía sueño, la excitación del riesgo tampoco la dejaba dormirse, sobre las doce de la noche se hizo en silencio total en la casa, ella seguía con su Tablet, ojeando internet, netflix, youtube y otros contenidos, pasada la una y media de la mañana, el niñato de Sergio vistiendo un pantalón de pijama de tela y una camiseta de tirante, soñoliento se dirigió al cuarto de baño y entro.






Yolanda salto como una gata de su cama, se calzo unos tacones de aguja rosas y salió al pasillo sigilosamente, mirando en todas direcciones cerciorándose de que no había nadie más allí, su cuarto como el cuarto de invitados estaba en el primer piso, mientras el cuarto de Belén y el de Vicente con la infernal máquina de apnea estaban en el piso de arriba, lo que facilitaba sus planes.







Yolanda aguardo junto a la puerta, y cuando el enano fofisano y adormilado salió del baño, se abalanzo sobre él como una loba, bloqueándole el paso y dejándolo contra la pared.






-        Hola Sergio, cariño, me habéis echado de menos.....!! hoy en la piscina Cesar y tú....!






Le pregunto Yolanda con voz sensual, mirándolo fijamente con sus ojos brillantes, de largas pestañas rizadas de rímel y sombra gris oscura en los parpados, que realzaba el brillo de sus preciosos ojos, al tiempo que esboza una maravillosa sonrisa sarcástica y cachonda.






-        Ssssiiii, siiii,si…..... clarooo….!!






Respondió Sergio tragando saliva abriendo mucho los ojos, con voz temblorosa, con los tacones Yoli casi alcanzaba el metro ochenta y le hablaba al niñato desde una doble superioridad, la de la diosa experta y la física de la altura, con su cuerpo voluptuoso.







-        Sabéis, expiar a los mayores está muy mal y os podría denunciar, tengo unas fotos que tome desde mi habitación con una cámara profesional con zoom, donde se os ve muy claramente a Cesar y a ti, estúpidos!!! - Susurro Yolanda con firmeza en tono agresivo, mirando fijamente a los ojos al criajo, que empezaba a jadear de nerviosismo blanco como la leche.







-        Yo, yo, yo….por favor no, no, no nos denuncies, por favor.......! - Suplicaba en un gimoteo, temblando por la impresión Sergio.







Entonces Yoli, alargo su fina mano de perfectos dedos cuidados, con uñas pintadas de rojo y encendió la luz de esa parte del pasillo, apartándose unos pasos del chico, para que este la contemplase.







Una extrañísima sensación invadió al chico presa de la sorpresa y el pánico, la contemplación de aquella diosa morena de playboy con aquel salto de cama rosa totalmente transparente a escasos centímetros de él, le hizo abrir los ojos y la boca como platos a la vez que se ponía como una moto, sin abandonar la sensación de terror y castigo próximo.







Yolanda se abalanzo sobre él empotrándolo sordamente contra la pared, al tiempo que cogía las mejillas de Sergio entre sus dedos índice y pulgar.






-        No, no te denunciare, si a cambio haces algo por mí, pero primero respóndeme unas preguntas con total sinceridad!!!














Siguió Yolanda susurrando con agresividad contenida y controlada. Sergio tenia, veía y las sentía las enormidades de chichotas que tiene Yolanda.







-        Shiiii, siiii, siii….... - Respondió el niñato forzando las sujetas mejillas.







-        Tú y Cesar no os coméis una mierda verdad, ligáis lo mismo que si lo intentaseis en el desierto, no es así?, responde. - Interrogo con fiereza Yolanda.







-        Shi, shiiiii…. Uuuuuhhh… somos unos mierdas, no nos comemos ni un colín, solo a las más feas y gordas de la fiesta, si van borrachas y quieren rollo. - Contesto gimoteando lastimosamente Sergio.







-        Vamos que sois dos vírgenes desgraciaos, que se han liado con dos quinceañeras, porque ninguna tía buena de vuestra edad os hace caso, responde. - Proseguía con el interrogatorio Yolanda.







-        Shiiiii…… una vez Cesar y yo pagamos a una prostituta, para que nos hiciese una mamada, el primero y yo después, el creo que se ha follado alguna gorda, y Ángela se la mama, pero yo solo me he comido unas feas, morreos y toquiteos…. Aaaayyy...… me haces daño! - Gimoteaba Sergio al borde del sollozo.







Yolanda aflojo los dedos en las mejillas, y deslizo suavemente su otra preciosa y delicada mano a la entrepierna del chico, comenzando a acariciarla levemente y notando así el cálido movimiento de reacción de su miembro.







-        Y que es para ti Belén, la quieres, estás enamorado de ella.......??? - Pregunto aflojando el tono Yolanda sin dejar de acariciar suavemente la entrepierna.







-        No, no, ni siquiera me gusta, solo que su padre le da mucha pasta lo paga toooodooo..... y como no me como ni una mierda, al menos puedo aparentar que tengo novia, aunque no valga nada. - Respondió lleno de sinceridad y al borde de los pucheros Sergio.







Yolanda sin soltarle los mofletes le mostros su más dulce y preciosa sonrisa.







-        No os voy a denunciar, pero a cambio tu tendrás que hacer cosas por mí. Te voy a convertir en mi esclavo, y si me haces caso, te daré recompensas...! por tu buena labor. - Expuso en un susurro enigmático Yolanda, sin dejar de sonreír con su maravillosa y seductora sonrisa.







-        Que...... que que cosas tengo que hacer pooor por ti? - Pregunto dubitativo y curioso Sergio.







Yolanda había aumentado el ritmo de la fricción sobre la entrepierna de Sergio, y se inclinó sobre él como si quisiera susurrarle al oído, clavándole sus extragrandes pezones en el pecho, la polla del chico ya estaba tiesa, pero aquello le hizo dar un respingo.







-        Tenemos que convertir a Bélen en una niña mala... que incumpla las normas de sus papas, que los deje en evidencia, que los avergüence con su conducta, que se hunda en los estudios, hay que castigarla.







Susurro Yolanda al oído de Sergio con la voz más sensual y cachonda que había puesto en su vida.






-        Y y y  uuuuuhhh…. uuuuh…. cuáles serán mis recompensas? - Pregunto el niñato cerrando los ojos entre gemidos de placer.







-        Dependiendo del grado en que me obedezcas y los avances en que Belén se convierta en una vergüenza para sus padres, te dejare jugar conmigo, huuuuummm… podrás mirarme tan cerca como estamos ahora, huuuuummmm... y si haces todo lo que yo te diga que hagas con Belén… huuuuummmm… a lo mejor te recompenso haciéndote todo un hombre…. huuuumm…. - Contesto Yolanda entre gemidos fingidos, poniendo su cara a milímetros de la del niñato y mordiéndose lascivamente el labio inferior tras su última frase.





 

Sergio reacciono mirándola con los ojos desencajados y la boca abierta de placer, aquello era un puto sueño, el argumento de una peli porno hecho realidad, instintivamente llevo sus manos al culo de Yolanda.







-        Plaaasshh! - Se oyó sonoramente en el silencio de la noche el palmetazo que le había dado Yoli a la mano del chico. Ya había sentido la carne de sobra que tenía Yolanda.








-     hum....!   ooyee....! Yo pongo las reglas, entendido! tu actúas, y según lo que hagas tienes recompensas, te ha quedado claro!, Estás de acuerdo...? - Volvió a inquirir con agresividad y firmeza Yolanda, dejando repentinamente de frotar la entrepierna del chico, pero el último meneo fue con fuerza y ajustando de nuevo sus dedos pulgar e índice a los mofletes del chico.







-        Si,si si…estoy de acuerdo, estoy de acuerdo. - Contesto Sergio con la polla tiesa y voz dolorida. Sus dedos temblaban de ver dado salvajada nalgadota al culo enorme de Yolanda....!







CONTINÚA 





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