MADRASTRA VOLUPTUOSA/CAP8
CAPÍTULO 8
Yolanda entro en la sala de estar con su más amplia y seductora sonrisa, con un gesto conciliador en su rostro de belleza deslumbrante perfectamente maquillado, unos pendientes pequeños, colgantes de media luna dorada a juego con un collar también dorado, ajustado a su precioso cuello y su preciosa melena sedosa y brillante castaño oscura suelta, cayéndole en cascada por los lados, completamente lisa menos las puntas levemente onduladas.
Entro alzando los pies enfundados en tacones de aguja negros sin punta, medias negras de seda transparentes, y un batín cruzado negro satén más de un palmo por encima de las rodillas, que cubría su cuerpo, la nube de un profundo y salvaje aroma de perfume de hembra con feromonas llenaba y envolvía a Yoli.
- Vaya, vaya, vaya…... así me gusta que me hagas caso, si me haces caso y sigues haciendo todo los que yo te diga, yo seré buena contigo y te recompensare, como una super hembra como yo sabe recompensar a los hombres. Por qué, que te parezco?
Pregunto Yolanda que había hablado todo el rato en un tono suave y lascivo, mirando fijamente a Sergio y entornando los ojos con mirada de depredadora.
- Me parece que estas buenísima, eres, eres...... eres, la tía más buena de la que he estado cerca en mi vida.
Dijo con respiración jadeante Sergio, mientras Yolanda daba vueltas a su alrededor paseándose con su preciosa sonrisa iluminando su rostro.
- Y qué te parece mi cuerpo? - Pregunto divertida Yolanda. -
- Solo he visto cuerpos así entre las diosas del porno de internet, y muy pocas son tan altas como tú, y le ganas a la mayoría en estar muy buena.... - Contesto con desesperación y hambre de hembra el niñato, tirando el cuerpo hacia delante con ansiedad como si tratase de tocarla.
Yolanda se detuvo frente a él esbozando una sonrisa maliciosa.
- Bájate los calzoncillos nene, que te vea disfrutar de este cuerpo. - Dijo Yolanda, al tiempo que lentamente se desanudaba el batín satén negro. Los ojos del niñato se abrieron como platos y removiendo el culo sobre la silla con la mano libre procedió a bajarse los calzoncillos, llevándolos hasta las rodillas, para dejarlos caer hasta los tobillos.
Balanceándose como si bailase sobre sus perfectas y largas piernas, abrió el batín satén de seda negro, moviendo sus caderas y mostrando el conjunto negro de encaje de wonderbra de talla de copa E y tanga a juego, ligeros y medias transparentes negras de seda.
Saco de un bolsillo del batín una botella de aceite y de la otra un dildo con forma de polla, y los apoyo entre los libros en las estanterías del mueble de la pared.
Yoli lanzo un vistazo a la verga del criajo, antes de con mucha teatralidad abriendo mucho el batín acabar de quitárselo.
Tamaño estándar entre trece y quince centímetros, un buen grosor, morcillona y juguetona mostrando su joven vigorosidad y sus bolas y pubis cubiertos de pelo.
- Nene, si quieres que haya más recompensas vas a tener que depilarte el pubis, el pene y las bolas. - Dijo Yolanda con voz neutra.
- Eso duele mucho. - Respondió el chico con voz de fastidio.
- Con crema depilatoria, si sigues las instrucciones no duele nada. - Replico Yolanda de forma comprensiva, ante lo que el chico afirmo con la cabeza mirándola como un bobalicón.
Dejo el batín negro satén sobre una silla, y contoneando todo su cuerpo dentro de aquel explosivo conjunto de lencería negra de encaje, se acercó a la estantería y cogió la botella de aceite, para después ir lenta y sonriendo divertida hacia el chico.
- A ver nene, muéstrame tu miembro y tu mano que vas a necesitarlo…. jajaja.
Rio divertida Yoli, al tiempo que arrojaba sobre la verga y la mano extendida del niñato dos generosos chorros de aceite.
El chico se estaba extendiendo el aceite sobre su polla, cuando doblándose como una “L” Yoli se echó sobre él apoyando sus femeninas manos en los brazos de la silla, colocando su preciosa cara a milímetros de su cabeza y dejando sus enormes y turgentes tetazas esféricamente realzadas como a punto de explotar, a la altura de la cara de Sergio.
- Dimeee…. que te gusta más mis tetas o mi culooooo? - Susurro Yolanda al chico con voz de perra en celo, al tiempo que así inclinada movía sus hombros sensualmente, balanceado sus enormes tetazas colgantes a micromilímetros de la cara y la boca del chico, ahogándolo con su fuerte y sexy perfume de superhembra, al tiempo que se alejaba, para contemplar al chico con el rostro desencajado, jadeando con los ojos enormes, sin dejar de masturbarse abriendo la boca para alcanzar el fruto prohibido de sus redondos y perfectos pechos, al tiempo que ella se alejaba.
- No te oigo, nene, que te gusta más? - Seguía interrogando con la voz más femenina y a la vez la más lasciva que podía poner.
- Toooodoooo… toooodooo… me gusta todooo. - Jadeaba desesperado el criajo boqueando como un pez, sin dejar de masturbarse de forma continua y rítmica, su polla se había hinchado y enrojecido, y el aroma del sexo masculino inundaba la sala, lo que alentaba y calentaba a Yolanda.
- Pues a mí me gusta enseñarte mi culo…… Te gusta mi culo!? - Seguía con el interrogatorio Yolanda con su voz lujuriosa, al tiempo que alzando primero una pierna y luego la otra se echaba un generoso chorro de aceite en cada una de sus nalgas, para poniéndose de perfil entre las piernas de Sergio, empezar a extenderse el resplandeciente liquido haciendo círculos sobre sus redondas y grandes nalgas firmes y turgentes, a centímetros de la cara del niñato, mostrando primero una nalga y luego dando la vuelta para mostrar la otra, poniendo su tacón de aguja sobre el borde de la silla del chico, para masajearse sus perfectos fibrosos y prietos muslo, primero el de una pierna y luego el de la otra, con sus preciosas y delicadas manos de dedos perfectamente pintados de rojo, con finos dedos ,pulseras y anillos en cada mano.
- Siiii siiiii….. es increíblee, grandeee y perfecto. - Respondió Sergio haciendo el amago de tocarla.
- Mastúrbate…! si me tocas se acabó todo. - Grito ordenando con un pronto de ira Yolanda. El chico afirmo con la cabeza, muy serio, tragando saliva con los ojos llenos de terror a que aquello acabase, sin dejar de macharse su verga, pelándosela, arriba y abajo, abajo y arriba.
Seriamente con mirada de conformidad, Yoli se giró. Mostrándole la brillante e inmensa esfericidad de su culo perfecto, empezó a mover las caderas y los brazos al ritmo de una música imaginaria y como si bailase samba, empezó a agitar sus perfectas nalgas fibrosas, que vibraban como si fueran un perfecto y robusto postre de gelatina contenido en unas explosivas curvas morenas.
- Sabes nene, me encanta follar, me encanta, nadie sabe más de follar que yo. Me encanta que mi amante me palmetee el culo, que cuando acabe de follar me duelan las nalgas y estén rojas, como si las hubiese puesto al fuego… plash, plash, plash,plash…. así y más fuerte, manos de hombre, manos de macho, fuertes violentas, grandes poseyendo mi culo y castigándolo….plash, plash, plash, plash.
No dejaba de lanzarse palmazos violentos Yoli a cada una de sus nalgas, sin dejar de mover sus caderas haciendo twerking con su culo, haciendo que sus nalgas combinasen así la vibración del baile con el de los enormes y sexys palmetazos.
- Ooooohhhh… ooooohh… oooohhhh…! - Gemía el criajo, sin dejar de machacársela tirando el cuerpo hacia adelante instintivamente buscando estar lo más cerca posible de aquella diosa cachonda.
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- Me encanta que me follen violentamente, que me quiten la ropa agresivamente, que muerdan y me follen por todos mis agujeros, y me encanta dar placer a mis machooosss. - Susurraba Yolanda con su voz lasciva, ahora que se había girado y acercado a Sergio de cuya cara estaba a centímetros, con su mejor cara de zorra mordiéndose el labio inferior.
- Y sabes que es lo que más me gusta…sabes? - Pregunto Yolanda, mirando fijamente al niñato con su mirada de perra en celo sin dejar de pasarse lentamente la lengua por el labio de arriba.
- No, no, no lo sé. - Respondió el chico empapado en sudor, desencajado, dando golpecitos con la silla que se sacudía de tanto machacársela.
- Me gusta que me coman estas, que las devoren y sobretodo que muerdan y chupen mis pezones como si quisieran ordeñarlos con su bocaaaahhh….! - Dijo Yoli gimiendo y entornando los ojos como una perra, mientras se mordía el labio inferior, para a continuación bajarse con las manos parcialmente las dos copas del wonderbra negro de encaje permitiendo así que se desbordasen y exponiendo sus pezones extras grandes y su areola, pezones que apretaba ferozmente frente al chico con sus dedos pulgar e índice.
- Que grandeeessss….! - Decía el chico abriendo los ojos ante aquellas maravillas de la naturaleza tan cercanas a él, mientras paralizado por el asombro reducía la velocidad de la paja.
- Yo quieroooo… por favoooorrr…. yo quieroooo, yo quierooo! - Suplicaba casi gimoteando el niñato con el pendiente de cruz que no dejaba de balancearse al ritmo de su cabeza, que como todo su cuerpo temblaba de placer.
Con una inmensa sonrisa burlona, Yolanda se dio la vuelta volviendo a colocar sus pezones dentro de las copas de su wonderbra de encaje.
El criajo había salido resistente, a aquellas alturas del espectáculo esperaba que el virgen inútil se hubiera corrido, tendría que pasar al último acto, se acercó a la estantería y cogió el dildo con forma de polla.
- Yy sabes lo que más me gusta, lo que más adoro, lo que me pone más cachondaaa? - Inquirió Yolanda, entornando los ojos como una perra y mordiéndose el labio inferior cada tres palabra.
- No, no,no,no lo sé… dímelo, dímelo! - Suplicaba el chico con la polla roja e hinchada como una bomba.
- Me encanta chuparle la polla a mi macho, sobre todo si me folla bien, y me hace gritar, yo soy muyyy gritoonaaa y me corro muy rápido… pero si me follan bien, tú crees que podrías follarme bien, nene, tú crees…? - Interrogo Yolanda con voz lasciva y desafiante, con cara de perra violenta a escasos milímetros del rostro desencajado de Sergio.
- Si,si, yo, yo, si, si...! - Farfullaba el niñato sin sentido abducido por la lujuria y el deseo por aquella diosa del porno, pálido como un muerto, con toda la sangre concentrada en su verga.
- Si ah sí, pues si supieras follarme bien, yo te comería el rabo así, con mucho cuidado y dedicación. Jeje! - Respondió Yolanda, colocándose muy femeninamente su sedosa y brillante melena detrás de las orejas y llevándose el dildo a la boca enfrente del criajo, sacando mucho la lengua para pasándola con largos y detenidos lengüetazos, jugar con el prepucio y el glande de goma del dildo, mientras le miraba fijamente con sus brillantes ojos marrón muy oscuros de embrujo moro.
- Sluurrp, sluuuurrppp, así, así, durante diez minutos o más sluuurrrpp, sluuurrrppp, haciéndole gozaaarr... sluuurrppp, sluuurrpp! - Decía Yolanda sin dejar de mirar fijamente al chico, que miraba hipnotizado como aquella diosa del porno agarrando con una mano la base del dildo, con la otra hacia ver que la masturbaba, sin dejar de ajustar sus labios al glande y al prepucio, lo metía y sacaba de su boca, adentro y afuera, afuera y adentro, dejando ver el movimiento de su lengua que chupaba con excelente dedicación.
- Y se la ensalivaría muuuuchoooo y biennn… sluuurp, sluuurp, así dejando salir mucha saliva….. sluuuurpp…. que empapase todo su tronco. - Proseguía con su exhibición Yolanda, dejando salir multitud de saliva de su boca y bañando con ella el dildo, era famosa entre sus amantes por sus mamadas, pocas mujeres eran capaces de generar tanta saliva, que facilitaba extraordinariamente un placer indescriptible mientras te la chupan.
- Y sabés algo más….sabeeees……. sluurp…sluuurp? - Volvía a insistir con sus preguntas lascivas Yolanda, mirando fijamente al chico sin dejar de meterse el dildo en su boca y chuparlo, adentro y afuera, afuera y adentro.
El chico a punto de explotar temblando, sin parar de agitarse por la acción de la masturbación negó con la cabeza como un autómata.
- Me encanta dejarles correrse donde quieran, sluuuurppp, sluuuurrrpp, aaaahhh donde quieran, donde quieran, en mi boca y me lo trago, sluuurpp, sluuuurpp, aaahhh en mi cara, en mis tetas, en mi culo…. donde quieraaaannnn… sluuurrp, sluuurrp…. aaaaahhh! - Provocaba con su voz lasciva Yolanda fingiendo falso gemidos de placer.
El criajo se quedó rígido y su polla empezó a palpitar ferozmente.
- Si nene, si nene, si…dámelo todo, dámelo todo….. siiiii…! - Exigió Yolanda con su voz lasciva entornando los ojos y haciendo morritos, al tiempo que sacándose el empapado dildo de su boca lo acercaba al alcance de la polla enrojecida de Sergio.
- Aaaaaaaahhhh…. aaahhhhh….. aahhhh! - Exploto el chico en un orgasmo, la primera ráfaga dio de lleno en el perfecto y definido vientre plano de Yoli, la segunda cubrió su dildo y salpico su mano, y la tercera chorreo sobre sus medias negras transparente.
- Buuuuufffff…. buuuuufff….. buuuuuufff! - Jadeaba con la respiración entre cortada el niñato rendido en la silla con la polla flácida.
- Nene...! - Llamo la atención Yolanda al chico.
Este levanto la cabeza, para ver como Yolanda se llevaba a la boca su dildo polla de plástico, y como si fuera un helado lo chupaba completamente cerrando los ojos y poniendo una lasciva cara de placer extremo.
- No está mal! - Dijo Yolanda mientras se relamía, pensado huuummm cuanto tiempo sin probar cálido y vigoroso semen joven, provocando una mirada de éxtasis y satisfacción en el chico.
Acto seguido se giró a la silla y volvió a ponerse el batín negro de satén, cerrándoselo. Se dirigió al chico que seguía en la silla recuperando el resuello, y le soltó el brazo del respaldo de la silla.
- Bien eso ha sido todo por hoy, cuanto más cerca estemos del objetivo, de mayor nivel serán las recompensas. Desátate en el cuarto de invitados esta tu ropa, ya sabes por donde debes irte, si antes de diez minutos aún sigues aquí se habrá acabado todo. No digas nada y estate atento al chat de Telegram. Ok! - Dijo seria y parsimoniosamente Yolanda como si no hubiera pasado nada, antes de abandonar la sala de estar y dejar al chico que cabizbajo y agotado como un corderito, se desataba rápidamente y se dirigía la baño para marcharse en el tiempo establecido.
Yolanda giro la esquina para entrar en su dormitorio y cerrar la puerta para abrirse rápidamente el batín negro satén, llevarse la mano al vientre y recoger lo que quedaba de la corrida del chico, pensando “Dios que rico cuanto tiempo que no saboreaba un semen así”.
Cuando oyó los pitidos de la puerta automática, se tumbó en su cama, se masturbo brutalmente cerrando los ojos y pensando en el niñato allí en su sala de estar, metiéndose el dildo por su raja y su culo salvajemente, adentro y afuera, afuera y adentro hasta alcanzar varios orgasmos, cuanto le costaba controlar aquello.
Llevaba el pelo liso hasta las puntas, con su raya al medio dejando caer la melena castaña oscura, preciosa, sedosa y brillante por los dos lados de su cabeza como los chorros de una magnifica fuente, su frente despejada, su piel cetrina brillante, sus cejas perfectas perfiladas muy oscuras, sus pestañas de brillante negro azabache larguísimas y rizadas, la raya de los ojos profundos y negros de embrujo, perfectamente trazada una sombra gris oscura difuminada en sus parpados, un colorete terracota magistralmente difuminado sobre sus preciosos pómulos, y los labios pintados de carmín rojo pasión húmedo.
Una blusa de punto blanco mate de mangas cortas que cubría solo la parte superior del antebrazo, ajustada por el centro y abrochada por tres botones que cerraban un escote de pico por donde se veía su canalillo y la parte superior de sus gigantes tetazas esféricas, un collar de cadenitas finas al cuello, y una pulsera a juego en la muñeca derecha, además de su alianza un par de anillos más, uno en cada mano, abajo una falda de tubo gris tierra, unas medias transparentes de seda y unos zapatos de tacón de aguja grises a juego con la falda.
- Lo realmente impresionante no es lo hermosa que sos, lo realmente impresionante es la clase y la elegancia que tenés, princesa. - Le decía un compañero de trabajo argentino.
CONTINÚA





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