TIA DEMASIADO MALA/CAP7

 

CAPÍTULO  7 










-        Huuuuuummmm, uuuuuuuhhhh, vamos a ver quéeee puedoooo hacer para relajarte y poner esa trancaza al 100%.....
buuuufff neeeneee… estoy ardiendo....!!!!!!!









Susurraba lasciva y maliciosamente Paloma con su dulce y sexy voz, mientras con los finos y cuidados dedos de sus manitas tomando por los lados le bajaba a Alberto el pantalón del chándal y los slips, antes de echar una mirada rápida a su costado y ver al regordete calvo en unos setos cercanos, frotándose la entrepierna y mirando boquiabierto, haciéndole sentir una ráfaga de fuego en su raja.









Paloma agarro entre sus suaves y delicados dedos la trancaza aún medio flácida pero palpitante de Alberto y lanzándole una mirada de zorra lasciva, empezó a pajearla para al instante arrodillarse y colocar la punta de su vergaza entre sus labios ajustándolos y empezando a devorar su glande, chupándolo con rapidez y deseo.








-        Sluuurrrpp, sluuuurrpp…… Sluuurrrpp, sluuuurrpp.!!!!!








Chupaba con desesperación Paloma, degustando el sabor cálido y salado de la enorme tranca de Alberto








-        ¡Oooohhh….oooohhh!! - Gemía todo lo silencioso que podía Alberto, tensando su cuerpo, y tragando mucha saliva, mientras el sudor le corría por la frente y no podía evitar cerrar los ojos.








Paloma apoyo sus manos en los muslos de Alberto y abriendo al máximo su boca, se tragó lenta y paulatinamente la tranca de Alberto, como le calentaba sentir su boca y su garganta llena como nunca lo había sido, llena hasta la arcada de aquel pollón inmenso, al tiempo que le masajeaba el prepucio con expertos movimientos de su lengua, haciendo que el chico se estremeciese de placer y olvidase cualquier ojo que los estuviera observando.








-        Aaaaahhhhh….. aaahhhhhhh…...!!!!!







Gemía desesperado Alberto ladeando la cabeza, desesperado mientras cerraba los ojos y se dejaba invadir por el placer, al tiempo que Paloma, sin dejar de mirar por el rabillo del ojo al voyeur regordete y calvo, que desde los setos se masturbaba desesperadamente, bombeaba a buen ritmo adelante y atrás, atrás y adelante sobre la trancaza de Alberto, sintiendo como las ráfagas de calor húmedo empapaban su raja.








-        Perooo jodeeeerrr....!!!! Queee coño es esto……. degeneradoooos de mierdaaaa!! Si son las tres de la tarde!!! A plena luz y en un lugar a la vista de todos…... peroooo que es estoooooo......!!!








Alberto giro el cabeza aterrorizado quedándose helado como el hielo, con los ojos como platos y rojo de vergüenza, mientras Paloma no dejaba de bombear sobre su tranca deleitándose con su sabor, elevando un poco la vista para contemplar a un tío alto y delgado, con el pelo canoso a finales de los cincuenta, que llevaba en una correa un gracioso Beagle y que no dejaba de despotricar.







-        O paran asquerosos degenerados o llamo a la policía...!!!!







Gritaba el sujeto haciendo amago de coger el móvil y llamar por él.







La erección de Alberto, ahora blanco del susto, decayó completamente.







Paloma estaba poseída por el deseo, que la enorme tranca de Alberto despertaba en ella e invadida por la lascivia salvaje, que la presencia de aquellos dos extraños despertaba en ella, ahora no podía parar, ahora no quería parar, no quedaba en ella ni el más mínimo resquicio de vergüenza o de pudor ninguno, solo deseaba tener sexo exhibicionista desesperadamente. Como una perra en celo.








De forma que reacciono con violento desparpajo, poniéndose en pie y dirigiéndose al individuo canoso, se subió de un golpe el top rojo intenso, dejando a la vista su wonderbra deportivo y tomando el cierre delantero de velcro del mismo, lo abrió, para que se desparramasen ante la presencia de aquel extraño sus enormes, turgentes, maravillosos, erectos y esféricos globazoos, con sus pezones gordos y erectos, duros como dos piedras al final de dos preciosas y grandes areolas.















-        Deja el teléfono, cariño…..!!!!

dime, dime, tu mujer tiene dos como estas….. has visto tu, antes dos como estas….. corazón???







Interrogo al cincuentón Paloma con su voz dulce y mimosa de la forma más sexy y lujuriosa posible.








-        No, no, noo… la, la, la verdad que noooo...!!!







Contesto sorprendido titubeante el hombre canoso con su perro.







-        Pues si eres bueno y estas calladito, mirando y autosatisfaciéndote, mientras yo y mi novio lo hacemos aquí.... te dejare que te corras sobre ellas…..!! vale cariñooooo?!!








Respondió Paloma con su voz dulce y cachonda de zorra en celo, con los ojos entornados.








El hombre dio un paso atrás, jadeante, tragando saliva, y con la sien sudorosa, asintió en silencio abriendo mucho los ojos, ante la sonrisa de zorra satisfecha con la que le respondió Paloma, que se dirigió de nuevo hacia Alberto y después de darle un profundo y largo morreo tranquilizador, se arrodillo entre sus piernas, dejando caer saliva en gran cantidad entre su canalillo de una forma sucia y lasciva.

















Mientras miraba al hombre canoso, que lentamente empezaba a frotarse la entrepierna, para a continuación cogiendo sus grandes tetazas por ambos laterales, colocar entre ellas la verga enorme de Alberto y empezar a hacerle una maravillosa cubana, apretando ambas mientras las agitaba arriba y abajo, abajo y arriba y el chico se volvía a tranquilizar y jadeando recuperaba su enorme erección.









El regordete calvo se había acercado a los setos más próximos, machacándosela con los pantalones por los tobillos.







-        Ooooohhh si, siiii, cariñoooo, ya está otra vez gorda y dura como el granito, estoy ardiendoooo, nene, como me pone tu trancaaa… Sluuurrrpp, sluuuurrpp!!















Susurraba con su voz dulce de forma lasciva Paloma, empezando a succionar con fuerza el prepucio, cada vez que sobresalía el trancazo de Alberto entre sus enormes tetazas, suaves y sedosas como la porcelana, que agitaba arriba y abajo, abajo y arriba.







-          Oooooooh, oooohhhhh, si, siii, siiiii…...!!







Jadeaba de placer Alberto, tirando la cabeza hacía atrás y cerrando los ojos, disfrutando de nuevo de aquellos enormes globazos, como había hecho tantas veces en sus fantasías eróticas, allí en el pueblo.















-        Déjameeee, dejame montarla, déjameeee montar tu tranca, desde atrás...... nene…...!!!!!







Exclamo en susurros cachondos y jadeantes Paloma, incorporándose y pasándose lentamente la punta de la lengua por sus labios, cegada completamente por el deseo, al tiempo que dándose la vuelta, se bajaba lentamente los ajustadísimos legings color azul pastel, mordiéndose el labio inferior y mirando lascivamente como una perra en celo a los dos hombres de mediana edad, que la contemplaban fascinados, jadeando levemente, con la mirada fija en aquella escena, sin dejar de sacudirse sus rabos erectos.









Paloma se bajó los legings por debajo de las rodillas y sin dejar de morderse el labio inferior mostro una de sus inmensas y perfectas nalgas, duras y redondas como el mármol, que se podían contemplar a través de su tanga deportivo negro a juego con su wonderbra, sin dejar de mostrar su nalga le lanzo un palmetazo fuerte y lujurioso, haciendo vibrar sus glúteos, y mostrando una expresión desencajada de placer en su rostro de mujer normal.


















Con Alberto jadeando de deseo apoyado en el tronco del árbol y su enorme garrote, inerte como una lanza, vio como Paloma apartaba el hilo trasero de su tanga, con su mano derecha entre las piernas, agarro la vergaza de Alberto y se la fue introduciendo en su raja, primero lentamente, y cuando estaba bien embocada, de un golpe se sentó sobre el pubis del chico.








-        Aaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhh! Aaahhhhh....!! Mmmmmm....!!







Jadeo de placer Paloma abriendo mucho la boca y cerrando los ojos al sentir, como se abría su raja ante el tamaño del enorme pollón duro del chico.















Completamente enajenada por el deseo sexual, apoyo sus dulces y femeninas manos en sus rodillas y empezó a bombear sobre el pubis del chico, adelante y atrás, atrás y adelante, frenéticamente, haciendo aparecer y desaparecer en su raja la trancaza de Alberto, al tiempo que sus enormes y esféricos globazos se balanceaban salvajemente en todas direcciones, enloqueciendo a los dos hombres de media edad, que se pajeaban boqueando como dos peces fuera del agua.







-        Ooooohh… oooohhhh… oooohhh… siii…siii.... siiii neneeee…. siiii...!! Aaasiiiii....!!









Jadeaba sin cesar Paloma, sin dejar de moverse adelante y atrás, atrás y adelante, abriendo mucho la boca y cerrando los ojos mientras echaba la cabeza para atrás, balanceando arriba y abajo, abajo y arriba de forma salvajemente lujuriosa sus enormes y perfectamente redondas turgentes mamazas de copa H, lo que tenía hipnotizados a los dos hombres que los contemplablan y se machacaban las pollas al ritmo salvaje en que sus globazos se balanceaban.








-  Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhh.....!!








Gemía inmóvil sin dejar de cerrar los ojos Alberto, apoyando las manos en las perfectas, firmes y redondas caderas de Paloma.















-        Ooooohhh, ooooohh, oooohhh, azotameeee neneeee….por favor azotame el culooooo….. por favoooor....!!








Gemía y jadeaba Paloma rogando desesperada como una zorra en celo.








-        Aaahhh…plas….aaaahh, plas, plas, plas, PLAS!!!








Empezó Alberto a golpear con toda su fuerza ambas perfectas y redondas nalgas de Paloma, como si estuviera enloquecido, embriagado por el deseo, golpeando el culo perfecto de Paloma de forma frenética.








-        Aaaaaaaaaahhhh………….. siiiiiiiiiii……. siiiiiii…. sigueeeee, sigueeee, neeeeneee….…aaahhhhh… no pareess......!!!








Bramaba de placer Paloma, aumentando el bombeo sobre el pubis del chico, sintiendo como su vagina se contraía y su clítoris palpitaba y se hinchaba. Incorporándose levemente para sostenerse sus tetazas que se balanceaban ferozmente como dos inmensas, firmes y perfectas montañas firmes, suaves y tersas de dulce gelatina. Sin dejar de bombear adelante y atrás, atrás y adelante tragándose el pollón del chico, empezó a apretarse con su finos y delicados dedos las enormes mamazas, llevándose sus pezones y su enorme areola a la boca para chuparlas y morderlas.















En un momento dado levanto la vista y vio a los dos hombres que los contemplaban extasiados de placer y deseo.








El que se había mostrado tan indignado antes, había atado al pequeño Beagle a un árbol y ahora estaba allí a apenas dos metros de ella, y el gordo y calvo del seto también se había acercado, aunque un poco más atrás.








Un calambre de extasiado y morboso placer recorrió el cuerpo de Paloma, que con el culo encendido como el fuego de tanto palmetazo y sin dejar de bombear, se mordió el labio inferior mirando a aquellos hombres, con su ojos entornados y gesto desencajado de una zorra al borde de una enorme explosión de placer.








Aquella era una de sus más anheladas fantasías, y soltando una de sus enormes mamazas y dejándola caer con toda su turgencia desafiante de la ley de la gravedad y sin pronunciar palabra, con el dedo índice y mirando a ambos hombres les hizo la señal de que se aproximaran.








Los dos hombres entusiasmados e hipnóticos sin dejar de pajearse se situaron junto a Paloma, que medio inclinada no dejaba de bombear sobre Alberto, adelante y atrás, atrás y adelante. El aroma del sexo la envolvía, y el olor de aquellas dos pollas extrañas delante de ella le invadió los sentidos, provocándole una nueva descarga de extasiado y morboso placer.









-        No pareeess, ahoraaaa, no pareeees, neneeeee, azotameeee, azotameeeehhh…. aaaahhhhh.... siiiii...... asiiiií.......!!















Gritaba enloquecida de placer Paloma, sintiendo una enorme ola de descarga y empezando a soltar ráfagas de fluidos por su clítoris de una forma espasmódica y continua, retorciéndose de placer abriendo mucho la boca y cerrando los ojos, al tiempo que su raja estrujaba como si quisiera ordeñar el garrote de Alberto, que no dejaba de palmear sus nalgas enrojecidas como carbón al fuego.







-        O que tetas tienes son maravillosas, son las más grandes y perfectas que he visto nunca, déjame golpearlas con mi polla por favor, por favor.








Dijo el gordo, calvo, barrigón, gimiendo como un niño perdido.







-        Si,si,sii… acercaroooooosss, siiiii… golpearlaaaass, dejarmeee que os destroze el glande con mis pezoneeess……….. ssiiiiiiii...!!!







Gritaba extasiada sin dejar de correrse espasmódicamente por su clítoris Paloma, haciendo una parada en su bombeo cada vez que sentía la llegada de una nueva ráfaga.








Aquel pollón de Alberto y aquella situación lujuriosa y lasciva, la tenía fuera de control, ni ella misma se habría reconocido.








Los dos hombres de mediana edad se acercaron ansiosos y sin dejar de machacársela, aproximaron sus vergas a las tetazas enormes de Paloma, que ofrecía ambas sosteniéndolas con las manos abiertas tomándolas por abajo.








-        Ooooohhhh…. oooooohhhh…. queee bieeeenn, siiiii…..!!







Exclamaban de placer los dos hombres, al tiempo que, acercando sus pollas, golpeaban levemente la superficie de las areolas y los pezones de Paloma, como si sus pollas fueran dos pequeños látigos, al tiempo que la mujer agitaba sus enormes melones arriba y abajo, abajo y arriba frotando sus glandes con su erectos y duros pezones enormes.







Paloma se sentía en la gloria sin dejar de bombear sobre el pubis de Alberto, sintiendo aquella divina polla extragrande partiéndola en dos, destrozando su clítoris, envuelta por dos extraños que la habían observado y que ahora ciega por el deseo sexual y fuera de si.........





CONTINÚA 

Comentarios