MUJER DELICIOSA/CAP7

 

 CAPÍTULO   7









Cuando estaba en el umbral del edificio, don Vicente no pudo resistirse y le lanzo una palmada en su perfecto culo.








Laura se giró riéndose calladamente  y tomando el rostro del anciano entre sus finas y perfectas manos con anillos y pulseras en la muñeca le estampo un beso de despedida en los labios.







Cinco minutos después don Vicente se iba para su casa, parecía que flotaba, con una extraña sonrisa de oreja a oreja.







Laura primero y después David se encontraron con Candela en el paseo que ya se despedía de Cristina y tomaron el camino para casa.








Laura hacía como si nada riéndose estentóreamente, bromeando  risueña con Candela, pisando con paso firme por el paseo marítimo, acomodándose de forma sexy el cabello con golpes de cabeza, meneando sus caderas y bamboleando sus gigantes tetazas esculturales a cada paso, haciendo que todos los hombres con los que se cruzaban se quedasen boquiabiertos y pusieran los ojos como platos, devorándola de arriba abajo con la mirada.








Ella marchaba muy satisfecha y orgullosa, hacía tanto tiempo que no se había corrido tres veces en un día y dos más de sus suprasensibles pezones, que estaba en la gloria.







A la misma altura se podía ver a David, con su semblante serio, pero más que con la fría indiferencia de siempre, se dibujaba en su rostro la preocupación y la duda. 

Llegaron a la casa, Laura se puso un short vaquero  y una camiseta de tirantes blanca, y Candela algo así como un vestido blanco hasta las rodillas, cenaron los tres frente a la tele,  Candela y Laura no dejaban de bromear y hacer chanzas.








Pero David seguía serio y distante, incluso girando el morro, a pesar de las miradas de vicio y lujuria que le mandaba Laura mirándolo fijamente y pasándose la lengua por los labios, cuando Candela no podía verlos. 








Laura pensó que por aquel día ya estaba, bien al día siguiente volvería a poner a David a tope, de forma que se olvidase del riesgo que había corrido y corría, con los jueguecitos morbosos y las fantasías de Laura.








Así pues al rato de estar frente al televisor  se despidió de ellos diciendo que estaba muy cansada y se fue a la cama.







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La luz del nuevo día no saco a David de su turbación. El que había deseado tanto aquella situación y que tanto se había follado a su mujer pensando que era Laura, estaba lleno de dudas.








No era la exigencia sexual de Laura o de que ella mandase durante el sexo, eso le encantaba, no, no era eso, era ese morbo que le dominaba de ponerse al límite de ser descubiertos por Candela, si ella los pillaba su mundo entero se derrumbaría, y el hecho de que les pillasen a Laura parecía importarle un carajo, se excitaba como una perra salvaje ante aquella situación.








Todo esto no dejaba a David disfrutar como habría podido de su pacto sexual con Laura.








Candela aún remoloneaba en la cama, cuando embotado en estos pensamientos David salió de la habitación y tomo el pasillo en dirección a la cocina, al final de pasillo sosteniendo un vaso de leche estaba Laura, con su pelo castaño oscuro recogido en una coleta, desmaquillada, con un short de rizo rosa muy ajustado que dejaba a la vista sus preciosos y firmes muslos que ya habían tomado color, andando con unas sandalias.









No llevaba nada en la parte de arriba y  balanceaba sus hombros frente a David en toda su altura de modelo, sosteniendo el vaso de leche en alto entre sus dedos pulgar e índice.







-          Buenos días..... David!!







Dijo sonriendo como una niña traviesa, al tiempo que sacaba pecho y agitaba más intensamente sus magníficos, enormes, abundantes y equilibrados pechos naturales, aquellas tetazas que le caían en forma de gota de lluvia y que turgentemente desafiaban a la gravedad apuntando con sus pezones al frente, aquellos senos divinos en una copaza G.







-          Buenos... días Laura!!!!!!







Respondió David tragando saliva completamente afectado, sintiendo como una enorme erección se dibujaba en el pantalón de su pijama de verano.








Con la mirada fija en aquellos cantaros de néctar al tiempo que pasaba por el arco de la cocina, sin que Laura dejase de agitar lentamente sus melones y el vaso de leche entre sus dedos pulgar e índice, mirándole llena de lascivia y deseo.







-          Huuuuuummmmm!!!!






Exclamo Laura lanzándose tras David y empotrándole contra la nevera de la cocina, al tiempo que le lanzaba un morreo, y con su mano izquierda se aferraba al pollón erecto de David.








Que cegado por el deseo irrefrenable había olvidado todas sus preocupaciones de la tarde de ayer y de hace un momento, y apretaba con fuerza entre sus manos los globos maravillosos, firmes, suaves y turgentes de la morenaza de Laura, llevándoselos a la boca, devorando su areola, succionando con fuerza sus pezones como si quisiera ordeñarla.








-          Huuuuummmm, cariño que bien, huuuuummm, me encanta, parece que quisieras tomar tu lechita de la mañana, aahhhh.....!!!!







Gemía con voz sexy y viciosa Laura.







-          Ten, niño malo bebe tu lechita, bebe niño malo. Aaahhh, oooohhh.








Decía Laura mientras con su mano derecha volcaba lentamente el vaso de leche que sostenía derramando muy despacio la leche sobre su gordo pecho, el blanco líquido recorría toda la curva de sus mamazas, cayendo sobre sus pezones. David recogía con desesperación la leche abriendo mucho la boca, pasando la lengua de un pezón a otro probando que cayese la menor cantidad posible al suelo.







-          Hay alguien en el baño..??? - Se escuchó la voz chillona de Candela en el pasillo. -







-          No nena, el baño es todo tuyo, pasa tooodo el tiempooo que.... necesites, jajajaja!!!







Contesto rápidamente al tiempo que pajeaba más rápidamente a David por encima del pantalón, temiendo que el pánico a ser descubierto bloquease de nuevo a David, pero este estaba como hipnotizando, apenas gemía de placer solo devoraba sorbiendo como un loco la leche que se derramaba sobre aquellas inmensas tetazas del paraíso.







-          Jajajaja, que cabrona eres! Aunque no lo creas no necesito tanto tiempo en el baño, lo mío es belleza natural! Si no pregúntale a David....!!!!








Contesto Candela risueña y confiada cerrando la puerta del baño, mientras su marido devoraba con locura las tetotas cubiertas de leche de su amiga y esta mientras frotaba con fuerza su polla por encima del pantalón del pijama de verano.








-          Jajajaja, sin duda se lo preguntare en cuanto lo vea esta mañana.... jajajaja!







Afirmo desafiante y desvergonzada Laura, derramando las últimas  gotas de leche del vaso sobre sus tetazas.








Y apartándose luego de David, al tiempo que mirándole le sonreía divertida y dejaba caer el vaso vacío a cierta distancia, rompiéndose este al contacto con el suelo.







-          Que haces no me puedes dejar así! Ahora estoy loco por follarte....!!







Dijo David mirándole asombrado con los ojos fuera de las orbitas, y la polla como una lanza.







-          Y yo estoy empapada y ardiendo…. Pero mejor acabaremos más tarde…. jajajaja, ahora voy a limpiarme a y ponerme una camiseta, se me ha caído un vaso de leche y tengo que recoger el estropicio que he causado, no lo has visto? Jajajajaja.







Contesto Laura con su voz sexy y femenina, divertida y traviesa cogiendo un trapo y limpiando sus mamazas con él antes de ponerse una camiseta blanca.








-          Joder eres la perra más caliente y la diosa del sexo  más gloriosa que he conocido nunca.....!!








Dijo David, paralizado contemplando su hermosura y su divertida y morbosa crueldad, tratando de acomodarse la erecta tranca, y saliendo de la cocina.







-          Jajajaja, ya lo sé mi machote, ya lo sé... jajajaja. - Contesto divertida y risueña entre risas  Laura. -







Después de desayunar fueron a la playa al mismo lugar que el día anterior, a través del bosquezuelo de matorrales, pinos y dunas.






Candela y Laura iban como las demás veces unos pasos por delante entre risas y chanzas. David con su mutis impasible no se perdía ni un detalle de aquel precioso culazo, redondo, grande, firme como una roca.







Laura había optado con ir con unas cómodas chancletas negras con el pasador entre los dedos, llevaba una camiseta blanca ancha y larga que le caía por la cintura, dejando aquel culo monumental al aire, sus dos preciosas nalgotas entre el hilo de su bikini marrón anudado por las caderas con dos lazos, y la parte de arriba del bikini realzando y juntando las enormes mamazas, también marrón cayendo desde los tirantes como una tela que imitaba a una piel de leopardo difuminada para cerrar la copa del bikini.








Su preciosas y perfectas uñas rojas, unas pulseritas en sus muñecas, un par de anillos en sus dedos, y uno en un dedo de su pie izquierdo, unos pendientes de brillantitos en sus orejas, y un sencillo piercing en su plano y perfecto vientre.







Y David como un volcán concentrándose al máximo para seguir trasmitiendo indiferencia. Menos mal que llevaba las gafas de sol.









Llegaron hasta la playa y extendieron las esterillas y encima las toallas, sentándose encima de ellas, aunque era un lugar algo apartado había más gente que el día anterior, algo alejados a su derecha había unas familias, bajo las sombrillas y con  algunas sillas de playa, y a su izquierda algo más cercanos jugando a pasarse un balón de voleibol se podía ver  cuatro chicos y cuatro chicas, de alrededor de veinte años.









Laura se sacó la camiseta blanca, con cuidado de no arrastrar consigo las gafas de sol que llevaba puestas, llevaba su preciosa y sedosa melena castaño oscuro recogido en una especia  de moño detrás de la cabeza.








Estaba espectacular hasta decir basta, moviéndose sobre la toalla siguiendo de  chanzas con Candela, mostrando a todo el que lo quisiera admirar aquel maravilloso culazo de gloria, y aquellos melones naturales y enormes, bien prietos en la parte superior del bikini dándole una esfericidad majestuosa, como dos globos donde el canalillo era apenas una raya en el aire.















Los muchachos que jugaban voleibol enseguida se había fijado, y empezaban a fallar sus pases, dándose codazos disimulados de vez en cuando para que los otros que no habían contemplado aquella diosa de playboy, pudieran verla, alguno de los cuatro había lanzado un “ooohhhhhh” de admiración y había abierto tanto los ojos que casi se le caen las gafas de sol.








Las chicas no habían tardado mucho en percibirlo, y se habían mosqueado con ellos, ahora trataban de seguir jugando procurando lanzar muy pocas miradas comprometedoras a Laura pero no lo lograban, y no paraban de fallar en el juego.







Un par de hombres de unos cincuenta años de las familias del lado derecho, calvos y con barrigas cerveceras y una de las mujeres de misma edad caminando unos metros por delante de ellos colgada al teléfono, pasaron junto a ellos, cuando Laura estaba boca abajo hablando animosamente con Candela, cruzando los piernas por los tobillos lo que hacía resaltar su culo como una colina de gloria.







-          Joooooder Paco, menudo culaa....zooo....!!!







Exclamo uno de los hombres cogiendo por el brazo al otro.







-          Madre de Dios Luis, no veía una cosa así… no veía una cosa así, vamos que nunca había visto una cosa así, Luís, se me ha puesto como un palo!!!








Contesto el otro hombre abriendo los ojos y la boca  a la vez.







David, con sus gafas de sol y su periódico,  contemplaba aquel espectáculo y su excitación y deseo iba en aumento, le encantaba contemplar el deseo desenfrenado que despertaba Laura.







-          Bueno creo que ya es hora de que nos pongamos aceite bronceador, no nena...?







Pregunto Candela alegremente.







-          Si tienes razón cariño, vamos a sacarnos la parte de arriba que no nos deje marca, y vamos a tostarnos al sol......! - Respondió Laura con su voz tan femenina.














-          Buuuff pero hoy hay más gente, no.... sé si hacer topless, Lauri!







Dijo dubitativa Candela.







-          Va no te preocupes, la playa está llena de mujeres en Topless, nadie se fijara en nosotras.






Dijo despreocupada Laura a Candela.






Ahora empieza el espectáculo pensó David, no pudiendo contener la palpitación de su polla bajo su bermuda.







Laura se irguió en su toalla y dirigió sus finos y preciosos dedos al pasador del cierre de la parte trasera del bikini, abriéndolo, las copas del bikini cedieron como dos diques que han estado conteniendo lo incontenible..... y ayudándose de sus preciosos y finos dedos se sacó el bikini  por delante, dejando que sus enormes, turgentes, lozanos y erectos pechos en forma de gotaza de lluvia a punto de romper y caer, pero sin llegar a hacerlo, desafiando la gravedad.















Candela con más pudor se sacó su bikini mostrando dos pechitos como dos ciruelas al lado de los Laura. Laura sentada con el tronco erguido cogió el aceite bronceador y después de ponerlo en sus preciosas manos empezó a extenderlos por su cuerpo, primeros sus brazos, su plano vientre con sexy piercing, sus hombros, y empezó a amasar sus tetazas con el aceite.








David pensaba que le iba a estallar la polla, cuando oyó un golpe seco. El balón le había dado en la cara a uno de los chicos, y los demás se reían, y aprovechaban para mirar el masaje que Laura se estaba dando en su mamazas, a las chicas aquello no les hacía ninguna gracia.








Laura se dio cuenta que estaba volviendo locos a aquellos chicos. Y sonrió maliciosamente calentándose....







Se quedó apoyada sobre sus antebrazos en la toalla, con sus melones mirando en dirección a los chicos, que no paraban de hacer fallos, ante los gritos de advertencia de las chicas.








En eso volvieron los dos calvos barrigones de antes, dejando pasar delante a la mujer que seguía colgada del teléfono.







-          Joooooder Luis que tetazas para morir enterrado en ellas.... que grandes.....!!!!!







Exclamo uno zancadilleando.







-          Reeeedioooos Paco!!! son las más hermosas...... que he visto nunca, ni aún en cualquier otra playa.







Dijo el otro retirándose las gafas de sol para ver mejor.







Laura les sonrió al verles pasar, y movió ligeramente los hombros para que sus perfectas ubres se balanceasen en el vació.
Los calvos barrigones tropezaron  y casi acaban en la arena........






CONTINÚA 




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