MADRASTRA VOLUPTUOSA/CAP11
CAPÍTULO 11
“Es en lo único que pienso, en ti y en tu cuerpo noche y día”. - Respondía lleno de deseo y desesperación el chico, provocando la sonrisa de satisfacción en Yolanda.
Así cuando Belén apareció disfrazada de pedorra choni, plana y culo carpeta con la cara pintada como un loro, Yolanda no se inmuto e intento contener la risa.
El escándalo se montó, cuando fue a despedirse de su padre, ni beso ni nada, y aquellas pintas, el viejo monto en cólera, tirando espumarajos por la boca, llamándola, “pilingi”, que iba vestida de “puta”, “que así no salía de casa” y más clásicos del jurásico.
La niñata malcriada se revolvía como una fiera, que si ya era mayor, que si iba a la moda, cuando su padre insinuó que todo era culpa del Sergio, aquel del pendiente, la fiera, se convirtió en monstruo además de insistir en el argumento de que estaban distanciados....
Y que ella vestía como le daba la gana, y que él era un vejestorio acabado, incluso amenazo a Vicente con ir con su madre al juzgado, a pedir la patria potestad exclusiva, Vicente se amilano como siempre, mientras la niñata vestida, que daba ganas de llorar, salía de la casa con aires de suficiencia, dejando a Vicente hecho una furia.
Yolanda se mantenía en la distancia con un enorme jubilo que la invadía por dentro, el castillo de naipes se desmontaba lentamente.
El resto de la semana, la escena se repitió cada vez que salía de casa, Vicente bramaba como un toro apaleado, y la críaja le plantaba unas frescas y se marchaba ignorándolo.
Yolanda seguía con su papel de falsa conciliadora, diciéndole que todo eran chiquilladas, que pronto volvería a estudiar más, que no le diera importancia.
Pero el sábado en la noche la rabia contenida de Vicente lo tenía rojo de ira, tirando espumarajos, y lanzando increpaciones machistas y trogloditas, sobre el comportamiento correcto de las mujeres.
Tal era su estado, que Yolanda creyó que le daría un infarto, algo que destrozaría sus planes.
Pero ella sabía cómo solucionarlo, se puso su lencería color carne ( de abuela, pero la que le gustaba al derechón católico hipócrita de Vicente) y se abalanzo sobre él ofreciéndole sus enormes tetazas, después de babeárselas un poco, una brevísima cubana.... un par de lengüetazos en su polla asmática de diez centímetros y se corrió....
Se relajó muchísimo, dándole un beso a Yolanda antes de irse a dormir, ya que por supuesto Yolanda no había ni rozado con sus labios el semen de Vicente, a él le daba asco besarla después de que se lo tragase, y a ella no le apetecía nada beberse aquel líquido demasiado diluido, sin calor ni fuerza de su marido.
La cosa marchaba, su marido no dejaba de darle vueltas a los cambios de su hija, la semana siguiente sin ella en la casa, cada noche cuando se encontraban, ella falsamente lo atemperaba, pero también como quien no quiere la cosa daba causas posibles de los cambios, y sobre todo incidía en que lo peor no eran los cambios, si no la actitud con su padre.
Durante todos los días de aquella semana, el chico le escribía, pidiéndole una nueva recompensa, y Yolanda jugaba con sus nervios, diciéndole que aún no sabía los planes de Vicente, que tenía que tener paciencia, a pesar de saber de sobra que Vicente se iría a seguir con su rutinaria exhibición de incapacidad golfista, para recibir su ración de lameculismo colectivo.
De vez en cuando el temor la invadía a ser descubierta, estaba corriendo un enorme riesgo, sobre todo cuando llevada por la calentura, sonreía de más a un cliente, que le atraía y tenía que cortar de raíz, cuando el esperanzado empezaba a tirarle la caña, entonces se tranquilizaba y recordaba el motivo de todo.
si aquella criaja podía limitar la disponibilidad de su propia casa, la cosa podía ir a peor, incluso las reacciones de Vicente ante quiebras de pilares fundamentales de sus reglas para las “mujeres” por parte de su hija, usando el chantaje emocional, le demostraban hasta qué punto no podía fiarse de que una exigencia de su hijastra, extremadamente intolerable acabase con ella divorciada, sin un duro y más vieja.
- Z! el sábado a la misma hora, mismo procedimiento, mismas reglas. - Escribió el viernes en la mañana al chico, convencida de la necesidad de neutralizar la amenaza de la niñata estúpida.
- si,si, siiii….allí estaré. - Pudo leer Yolanda cinco segundos antes de que el plugin vaciase el chat, como siempre.
El chico estaba allí como un clavo a la hora indicada, ni un minuto antes, ni un minuto después como le indicaba Yolanda, media hora después de que el bobalicón sonriente de Vicente se fuera, pensando que su mujercita fiel y devota pasaría la mañana en la piscina.
Yolanda procedió como era habitual, le abrió desde dentro con el mando automático, aunque esta vez lo recibió con sus gafas de sol y un largo albornoz blanco y sobre unos tacones de aguja rojos.
El chico la acompaño como un corderito con un gesto que combinaba ansiedad y satisfacción.
Se desnudó con presteza con su miembro, durante el proceso, dejo que Yolanda hiciese la inspección habitual contemplándola con devoción.
Yolanda dejo sus cosas en el baño de invitados, y manteniendo su gesto serio, le indico con el dedo índice que la siguiese, saliendo de su cuarto de estar, el niñato fofisano la seguía desnudo, como un animalillo sorprendido con su rabo balanceándose, a Yolanda le daba la sensación que cada semana era más gruesa aquella polla.
El criajo la siguió por toda la casa, hasta entrar en su dormitorio, entrando los dos en su cuarto de baño privado.
En el mismo había una bañera ovalada separada en una estancia, y una ducha que era como un pasillo, al fondo del cual estaba la alcachofa etc… junto al umbral había una barra para las toallas en el lado derecho de la pared de entrada, allí ato al chico Yolanda por el brazo izquierdo con uno de sus cinturones.
Muy seria sin decir ni palabra, y sin dirigirle la mirada al chico, a pesar de las miradas de devoción y deseo que le lanzaba el niñato, las mismas que le dirigían siempre todos los hombres.
- Que bien hueles siempre… cierro los ojos y sueño con tu olor… mientras me pajeo... - Dijo Sergio con voz lastimosa de ansiedad desesperada.
- Eso es porque uso perfumes muy sensuales y femeninos cariño, los más caros del mercado. - Respondió Yolanda esbozando una sonrisa y quitándose sus gafas de sol, para dejar ver sus ojos de pestañas rizadas y negras y la difuminada sombra de ojos, que resaltaba aún más su mirada de sultana morena del Mediterráneo.
- Huuuummmm… estas haciendo un buen trabajo, pero aún falta mucho camino por recorrer, así que tienes que seguir siendo el perfecto enamorado pero exigente de Belén, estamos en el camino, pero aún no hemos llegado, cuanto más cerca estés del final, mejores serán las recompensas….. pero ya te has ganado, que haya algo de contacto… pero atención…! yo digo que tocas y cuando!! - Dijo con voz susurrante entre autoritaria y lasciva Yolanda mirando fijamente al criajo, que abrió mucho los ojos como un pasmarote, justo antes de afirmar varias veces con la cabeza poniendo cara de idiota.
Lo tenía completamente a su merced y eso le encantaba a Yolanda, pensaba mientras sonreía, y se sacaba el albornoz, dejándolo sobre una percha. Sobre sus tacones rojos, sus esplendidas y largas piernas morenas, perfectas, delgadas y fibrosas, desnudas hasta cuatro dedos por debajo de su cintura, donde empezaba el short rojo ajustado que vestía Yolanda como una segunda piel para su gigante culo perfecto, arriba un top beis de rizo también ajustado y sin mangas, donde sus melones de talla de copa E perfectamente realzados y circulares le daban el aspecto de un espléndido número nueve con cabeza.
Mostrando su deslumbrante y amplia sonrisa perfecta, que pondría de rodillas al mismísimo Dios por su belleza, Yolanda activo un MP player adosado a un altavoz, del que empezó a salir música sensual entre disco y chill out.
Se dirigió hacia el chico bailando, lenta y sensualmente, el chico ya había empezado a masturbarse lentamente, jadeando y tirándose instintivamente hacia delante para alcanzar a su diosa deseada.
Yolanda daba vueltas sobre sí misma, moviendo sus caderas con maestría, sus muslos, sus brazos, su culo, agitando sus divinas tetazas, lanzando al chico miradas de lascivia total, pasándose la lengua por los labios y mordiéndose el labio inferior, al tiempo que no dejaba de moverse al ritmo de la música, subiendo y bajando, bajando y subiendo.
En un momento dado, alargo mucho los brazos para después dirigirlos a la parte inferior de su top beis de rizo, lentamente sin dejar de hacer movimientos con sus caderas, como si luchase por quitarse el top, subiéndolo y bajándolo, bajándolo y subiéndolo, hasta que acabo por sacárselo por la cabeza, dejando a la vista un precioso y perfecto wonderbra liso, rosa claro pastel de lycra, y su perfecto y definido vientre con un precioso piercing de perla, como los pendientes que adornaban sus orejitas, arrojo el top a una esquina del baño y prosiguió con el mismo movimiento peleón fingido para bajarse el short, mientras no dejaba de bailar al ritmo de la música moviendo sus mega caderas....
Dejando al final caer el short y mostrando el tanga de licra rosa claro pastel, siguió un buen rato bailando sobre sus tacones de aguja, como una auténtica estríper a centímetros del chico, agitando sus nalgotas firmes y fibrosas, y botando para que sus enormes tetas se balancen.
- Vamos nene, machácatela bien, hoy te dejo que te corras dos veces, la primera sobre mi cuerpooooo…….. vamos neneeee….! - Decía con voz sexy y provocativa Yolanda, antes de acercarse al chico, y con gran parsimonia cogerle la mano derecha separársela de su polla, acercando su cara a la palma del chico, previamente recogiéndose muy femeninamente la melena tras las orejas, para dejar caer en la misma una cantidad extraordinaria de saliva, volviendo a llevar la mano del chico abajo para que continuase masturbándose, sin dejar de mirarle fijamente
El chico estaba anonado, era tan, tan, tan hermosa, tan guapa, que ni comportándose como una puta, perdía clase ni elegancia.
Ella siguió bailando alrededor del chico, agitando y tocándose la melena, quitándose primero el tanga con mucha parsimonia, ahora sí, ahora no, ahora sí, ahora no, hasta que al final se lo saco sonriendo al chico con expresión de victoria, lo mismo sucedió con el wonderbra.
Primero se bajó un hombro, daba un par de vueltas bien cerca del chico, a centímetros de él, ella le hacía al criajo el gesto de que se masturbase guiñando un ojo con clase y picardía, sin parar de pasarse la lengua por los labios, y de morderse el inferior al final del jugueteo, tenía los dos tirantes del wonderbra bajados, y jugueteaba con que llevaba las manos al cierre de atrás, sin dejar de bailar y mover las caderas al ritmo de la música, el chico estaba desesperado machacándosela como un mono loco....
Porque Yoli le colocaba las tetas a la altura de la cara y se las retiraba entre risas, al final se llevó las manos al centro del wonderbra, y lo abrió, ya que era de esos espectaculares sujetadores que se abren por delante, sus pechos salieron desbordantes como dos fuentes de néctar turgentes, inertes y redondos desafiando ferozmente la gravedad en toda su inmensidad con dos pezones oscuros tiesos como dos puntas de lanza.
- Sigue, sigue machacándotela y córrete, mientras yo me froto contigoooo.... - Decía con voz de perra lasciva Yolanda, al tiempo que frotaba su culo perfecto contra las piernas y el costado del criajo, al ritmo de la música, haciendo que este se tambalease de placer, para a continuación darse la vuelta y juntando en el centro con sus preciosas y femeninas manos sus mamazas, agarrándolas por abajo como podía ante su gran tamaño y circularidad, frotandolas con fuerza contra el pecho del chico.
Mirándole a los ojos y bajando por su tronco, aplastándole el pecho y le abdomen con sus pezones extragandes, duros y erectos como dos lanzas, para al alcanzar la cintura del niñato subir inmediatamente y darse la vuelta bailando sobre sus tacones, agitando sus enormes y perfectos globos como si fueran de firme gelatina, grandes y redondos que dibujaban círculos y curvas perfectas en el aire.
- Aaaaaaahhhhh…..ooooohhh
Estallo el chico en una corrida, justo cuando Yoli, se había dado la vuelta, cubriendo con las ráfagas de su simiente toda su fgura y firme espalda, leche que goteaba hasta la curva perfecta su espectacular culazo.
- Jajajajaja…. así me gustaaaaa… no has podido resistirlo…..!! jajaja… habrá que prepararte para el segundo round…. jajaja!!
- Proclamaba entre risas risueñas y divertidas Yolanda. Pero a la ves mostrando autoritaridad como hembra suprema.
- Oooooohhh… deseeeooooo…. teeee deseeeeooooo…..! - Exclama con voz profunda y desesperada el chico, sosteniendo su pollla que perdía fuerza entre sus manos.
- Jajajajaja….. ya veoooo…. yaaa……vamos a por la segunda ronda…… jajaja. - Yoli estaba disfrutando de ver al criajo, con su tatuaje y su pendiente en forma de cruz balanceándose en su oreja, tan desesperado y obsesionado con su cuerpazo de diosa maciza de playboy......
CONTINÚA




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