MADRASTRA VOLUPTUOSA/CAP13
CAPÍTULO 13
Se tranquilizó tres segundos le dio al chico la botella de champú y le indico que le enjabonase la espalda, la polla del niñato seguía tiesa como el palo de un barco.
El chico enjabono su espalda con delicadeza y devoción, pero en el culo su mano libre volvió a abrirse de nuevo paso para intentar abarcar cada perfecta, fibrosa y respigona nalga de esfericidad y curvatura perfecta, apretándola con fuerza y deseo, Yolanda sintió que los dedos del criajo eran garras de fuego, como se iba a masturbar cuando se fuera.....
- Huuuuummmm… golpéalo, vamos dame nalgadas..…!! eso me encanta me pone a mil de cachondaa..... como una perra en celo….!! vamos pégame en el culo…. vamos neneeee….!! - Provocaba Yolanda con su voz lasciva y lujuriosa al niñato.
- Plash....!! Plash....!! - Sonó la primer nalgada, débil y temeroso que había lanzado Sergio.
- Vamos, más fuerte…. vamosss.....!! - Le ordenaba con voz deseosa Yolanda.
- PLAAAASHH!!! - Golpeo el chico con todas sus ganas y deseo.
- Aaaaaahhhhhh….!! siiii…!! sigueeeee....!!! - Exigió Yolanda.
- Plaaaaash…. Plaaaashhh…. Plaaaaaashh….. Plaaaaaash…. Plaaaaaashh…!!
Golpeaba el chico sin piedad y sin parar, haciendo vibrar de una forma espectacular las nalgas de Yolanda, que vibraban y rebotaban en el aire de una forma espectacularmente sexy.
Yolanda estaba a punto de perder el control, se apartó del alcance del criajo, sofocada y con las nalgas encendidas se sujetó el pelo, que cachonda se había puesto, se puso bajo la ducha y se quitó el jabón.
El chico tras ella seguía masturbándose, boquiabierto grabando en su retina aquel cuerpo divino desnudo bajo la ducha.
Yolanda cerro el grifo de la ducha, se acercó sonriendo al chico, con el dedo índice, pero con rostro dulce señalo al suelo, el chico bajo la cabeza, para complacencia de ella, que rozando sus pezonazos con el cuerpo del niñato paso por su lado.
Ya era hora de acabar. Se situó detrás del chico y le cogió el pelo con suavidad, subiéndole la cabeza y obligando a mirarla, subió su fina y femenina mano derecha de uñas perfectas y se la lamio larga y lentamente, varias veces, era tan guapa, preciosa y fina, que incluso comportándose como una perra cachonda no perdía ni un ápice de su clase y elegancia.
El chico estaba como petrificado, cuando Yolanda rodeo su polla inerte con su mano empapada en su saliva y pegando sus tetazas a la espalda del criajo empezó a masturbarle, al tiempo que lentamente subía y bajaba su cuerpo frotando sus pezones y sus mamazas inmensa e hinchadas contra la espalda del niñato.
- Ooooooooohhhhhhh…..!! - Emitía un jadeo continuo y sordo de placer al sentir el tacto perfecto de las manos de porcelana de Yoli, tirando la piel de su verga hacia abajo y hacia arriba, hacia arriba y hacia abajo, cerrando los ojos y abandonándose a las sensaciones que sus sentidos le transmitía el cuerpo de la mujer de sus sueños.
El chico aún aguanto cuatro minutos más, entre jadeos continuos y sordos. Yolanda no se apresuró al principio y le dejo que disfrutase de todo el conjunto de cosas, luego acelero brutalmente.
- Aaaaaahhhhh….!! Oooooohhhh…..!! aaaahhhh...!! - Estallo el chico rociando la ducha con cuatro chorros de su cálida simiente.
Yolanda se retiró sonriente y satisfecha, el criajo estaba rendido como siempre, pero con una sonrisa de felicidad de oreja a oreja.
Yolanda se lavó las manos, se calzo los tacones rojos, y se puso el albornoz. Volviendo a su rostro riguroso de piedra, que la miraba con ojos de cordero degollado entre enamorado y agradecido.
Y con la rigurosidad habitual le dijo al chico.
- Diez minutos tienes, ya sabes lo que tienes que hacer. OK! - El chico sin abandonar su sonrisa bobalicona salió corriendo por el pasillo y antes de cinco minutos ya estaba en la calle.
Apenas se oyó la puerta de la calle, Yolanda saco varios dildos y vibradores los tiro sobre la cama y se pasó la mañana masturbándose hasta inundar su cama con sus fluidos.....
había estado muy cerca de perder el control, ella que era y siempre había sido una zorra cachonda y que al mínimo que se calentaba, se follaba a cualquiera sin escrúpulos de ninguna clase, de belleza, edad, o condición… solo quería un pollón fuerte y vigoroso como el del niñato, que la penetrase brutalmente y la hiciera correrse salvajemente......
Y como cada año se celebraba la gala nacional de la compañía de seguros, el clima ideal de la ciudad en el litoral mediterráneo donde vivía Yolanda, la convertía en el lugar perfecto para celebrarlo, y por eso se venía haciendo año tras año en un conocido hotel de la ciudad.
Durante el día en las salas de convenciones del hotel, las diferentes divisiones iban dando lecturas de sus resultados, luego una comida en común de todos los representantes y por la noche una cena de gala y baile en el gran salón del hotel.
Yolanda había tenido siempre unos muy buenos números, pero a esto se sumaba su imponente presencia de diosa mediterránea, explosiva, exuberante y voluptuosa, esas eran las principales razones por las que Arturo, el jefe de toda la territorial y jefe de Yolanda, siempre la había preferido llevar en lugar de su propia esposa.... por la buena imagen que daba a aquella territorial aquel bellezón de bandera.
Antes de casarse con Vicente, aquella gala había sido el único lugar donde se había saltado su regla de en él trabajo nada de sexo, en ella había “cazado” algún “compañero” de alguna delegación distante, que a pesar de su indiferencia y su negativa había insistido, lo que a ella le encantaba de un tío, así que discretamente se los había follado, muy lejos del conocimiento del resto de la compañía.
Total, al día siguiente volvería a su territorial muy lejos de allí, y lo más probable es que fuera otro empleado al año siguiente en representación de esa territorial.
Pero todo eso había cambiado desde que se casó con Vicente, no solo por su voluntad de evitar todo riesgo de perder todo el dinero que suponía el zafio derechón machista, sino porque debido a sus celos patológicos Vicente obligo a Arturo a participar de la cena y el baile de gala.
Estaba allí vestido de smoking vigilando como un cuervo decrepito, encorvado, viejo y calvo, rondando alrededor de su mujer como un perro de presa, sobre todo los primeros años, Arturo estuvo a punto de cambiar de compañera de gala, pero no había ninguna mujer que ni por objetivos, ni por imagen superase a Yolanda en aquella territorial, así que tuvo que cargar con el decrépito y despreciable Vicente...
Los últimos años se había relajado un poco, sobre todo porque los demás territoriales, le daban conversación y le bailaban el agua, algo que a aquel pobre imbécil hijo de papa, consciente de su incapacidad manifiesta le encantaba, así que mientras le subía el ego y le inflaban la vanidad.
Yolanda y Arturo podían hacer aquello a lo que iban, socializar con los demás elementos más importantes de la compañía, buscar sinergias, buenos clientes que tuvieran delegaciones en su territorial, de forma que con la colaboración del ejecutivo de cuentas de la zona que eran clientes, pudieran colocar productos en la sucursal de su propia territorial. Etc....
Dentro de la socialización no solo entraba, la cena y las charlas amenas con alguna que otra copa, sino también el baile, algo que ponía muy en guardia al inútil absoluto del pobre Vicente......
CONTINÚA
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