PARAÍSO PROHIBIDO/CAP6
CAPITULO 6
Le confirmo ya que siente que se ve muy vulgar con esa diminuta tanga que no cubre absolutamente nada, ni de enfrente ni atrás...
- En serio, estás alucinante...!! - dije.
- Mejor bájate tú... Mañana me compro un bañador más normal y te acompaño, con esto no pienso bajar.
Decido no presionarla más, sé que se siente agobiada, aunque en el fondo está deseosa de hacerlo, creo que hay algo dentro de ella que la empuja a hacer pequeñas locuras y qué mejor momento que en estas vacaciones donde mi padre no está para controlarla.
- Mamá - digo poniéndome de pie.
- Dime, amor.
- Puedo hacerte una foto??
- Qué?!, Otra vez?? - pregunta con cara de susto.
- Digo una foto para mí. Así también te ves tú.
- No creo que sea buena idea. Víctor. - añade llena de dudas.
- Vamos, anímate. Solo una foto.
- Bueno, pero luego la borras - dice al fin poniéndose de pie quedando frente a mí.
Mi polla vuelve a estar medio dura y se muestra la erección bajo mi bañador.
Prefiero no taparme porque sé que ella se ha fijado a tenor de su pícara sonrisa.
- Cómo me pongo? - me pregunta mucho más lanzada.
- Así, como estás… me pareces preciosa...!! - Pongo mi móvil frente a esa belleza y comienzo a disparar, pero no hago una sola foto, sino que comienzo a tirar una tras otra y ella no parece poner objeción, sino que va cambiando sus poses, algo chistosas en principio, pero con un alto contenido erótico, al menos eso me parece.
- Qué tal quedan? - me pregunta acercándose a verlas.
- Espera. Déjame hacerte alguna de espaldas. - añado.
- Que guarro que eres…
En el fondo lo soy, no lo puedo negar y cuando ella se gira y se pone de espaldas me tiemblan las manos cuando fotografío ese culo que se ve al completo, tan solo una tira fina de tela se cuela entre sus gigantes glúteos. Está para comérsela.
Acerco el zoom y hago una panorámica de ese culo en primer plano, pero luego aproximo aún más el objetivo para captar el chochito que sale por debajo haciendo dos montañitas invertidas que no son otra cosa más que sus sensuales labios vaginales.
Después de tirar más de treinta fotos ella se acerca y pega su cuerpo al mío para verlas. Sentirla tan cerca es algo increíble, algo portentoso, único e irrepetible, pero que aunque parezca mentira es real, totalmente real.
Notar su piel caliente junto a la mía es algo delicioso.
Se divierte viendo las fotos y alguna le parece demasiado fuerte, tapándose la boca con una mano y señalando cosas que nunca antes había enseñado.
- Bórralas inmediatamente!, Victor, qué vergüenza...! - dice seria.
- Tranquila, que ya las borraré.
- No, no quiero que tu padre pudiera verlas… - dice con cierto nerviosismo.
- Que no, mujer, que no las va a ver... Ya las borro antes de que lleguemos a casa. -
No se queda muy convencida, pero en el fondo sabe que esa sesión de fotos, ha sido algo que hemos disfrutado de lleno los dos, algo muy nuestro y que rompe los esquemas y las cosas que nunca antes se ha atrevido a hacer.
- Entonces, te bajas a la piscina?? - le digo animándola de nuevo.
- Que no, ni loca. Bájate tú y disfruta de las chiquillas y no de los vejestorios.
Prefiero no contestarla y pongo una mueca de enfado. Decido bajarme solo a la piscina a darme otro baño que necesito realmente, para intentar calmar mi sed de sexo con mi madre, algo que no deja de torturarme y de hacerme sentirme mal, pero es algo que no puedo tener bajo control.
Me hago unos largos en la piscina y justo cuando salgo del agua aparece nuestra vecina Sandra, que viste un reducidísimo bikini de flores, esta vez completo, pues también lleva el sostén, aunque lo cierto es que bastante pequeño, como su tanga que cubre lo que tiene que cubrir y poco más.
- Hola vecino - me dice y se junta a mi cuerpo de una forma exagerada, tanto que quedamos pegados durante unos segundos.
Después me da dos besos más que cordiales
- Hola. - respondo totalmente cortado.
Lo cierto es que Sandra está muy buena, no quiero compararla con mi madre, porque la diferencia es abismal, pero tengo que reconocer, que aunque no tiene mucho pecho, su cuerpo es muy bonito, un culo redondo y bien levantado, unos muslos gruesos, finos y parecen fuertes.
Y es muy guapa. Tiene un polvo, la verdad.
- No baja tu chica? - me pregunta, mientras yo me seco con la toalla mirando su cuerpo de reojo.
- No, prefería tomar el sol arriba.
- Claro… aquí no puede hacer top-less...
- Ah no? - pregunto sorprendido.
- No, no permiten enseñar las tetas en la zona de la piscina. Yo también tomo el sol arriba sin nada.
- En top-less, sí ya te ví- intervengo.
- Jeje… sí, y en pelotas tambien, jajajaa... - responde viendo mi cara de bobo.
- Desnuda?? - le pregunto.
- Sí, en la terraza sí que se puede y es mucho mejor.
- Ah, entiendo. - respondo y mi polla crece por momentos.
- Tu chica puede hacerlo desnuda también allá arriba. Nadie le dirá nada.
Qué más quisiera yo, pienso, pero no, mi madre no haría eso. Ni siquiera es capaz de bajar a la piscina con su bikini, aunque claro, esto no se lo voy a decir a Sandra.
- De todos modos, hay una zona en la playa que es nudista y nosotros siempre vamos allí. Coméntaselo a Laura, quizás le apetezca.
- Ok. Se lo diré. Gracias Sandra.
- Hasta luego. - se despide con otros dos besos y pegándose de nuevo a mi cuerpo. Joder qué calentona es esta tía!
Cuando subo a la habitación le cuento a mi madre lo sucedido y no para de reírse, pensando en la insólita situación que me ha ocurrido con la vecina y después con la locura de ponerse en la terraza en pelotas a tomar el sol. Vamos, algo inaudito para ella.
- Así que Sandrita se te ha pegado bien para darte dos besos? - me pregunta insinuante.
- Y tanto…
- Se te habrá puesto dura.
- Mamá! - exclamo sorprendido y es que no es habitual oírla hablar así.
- Qué pasa? No es verdad?
- Sí, pero…
- No hay peros, la chica es preciosa y es normal que te excite, además la tienes loquita.
- Tu crees?? - pregunto pensando en su sentencia.
- Desde luego, la noté bien nerviosa cuando estuvimos en la terraza y ahora esto que me cuentas…
- Bueno, pues su marido contigo también… - afirmo.
- Su marido qué? - me pregunta, aunque sabe a qué me refiero.
- Pues que le has puesto a tope con tu cuerpazo.
- Anda ya…
- Es verdad, mamá, no había más que mirarle a la cara, babeaba… - Ella se queda algo sorprendida y pensativa, pues creo que hacía mucho tiempo que no sentía nada parecido, pero sabe que no miento.
Después de la entretenida charla me doy una ducha y le propongo a mamá que nos bajemos a cenar.
- No sé qué ponerme, cariño - me dice.
- El vestido nuevo. - digo sonriendo.
- El azul?
- Claro, si.
- No. Ese vestido tan ceñido…
- Sí, mamá, por favor…
- Jajaja, te gusta como me queda, ehh?!
- Mucho, estás rompedora... Y yo orgulloso de ir a tu lado.
- Es muy ceñido. Ya sabes que no suelo vestir así.
- Mamá estamos de vacaciones. Disfruta el momento. - insisto.
- Sí, pero… me da apuro.
- Imagina la cara de Toni.
- Qué malo eres!
- Hazlo por mí.
- Vale, lo haré por ti. Y… porque tu padre no nos ve ahora, jejeje...
Se mete en el baño y tarda como siempre una barbaridad, pero la espera ha merecido la pena, pues sale con ese vestido tan ceñido que me dan ganas de saltar sobre ella para sobarle cada una de sus curvas.
El escote es prominente y se ve un gran canalillo. Las tetas parecen enormes en esa apretura y sus caderas se ven gigante y muy preciosas, por no hablar de sus muslos en un vestido tan cortito y sus zapatos de tacón que hacen que sus piernas parezcan más largas de lo que ya son... Además, se ha maquillado y lleva recogido el pelo en un gracioso moño.
- Qué pasada..! - digo.
- Estoy bien?
- Bromeas? Estás Divina!
- Gracias, pero me veo muy ceñida, se me nota hasta la costura de las braguitas. Fíjate - me señala en su culo.
- Estas preciosa, en serio...
- Gracias. Me vas a hacer una foto? - me pregunta de pronto dejándome nuevamente K.O.
- Claro... - No dudo en disparar con mi móvil un montón de fotos en todas las posturas que ella va cambiando muy insinuante, Por delante, por detrás, sentada en la cama con sus piernas cruzadas... Joder mi polla está a punto de reventar!
- Qué tal han quedado?
- Bien, has salido muy guapa. - contesto orgulloso de madre y de haber conseguido un teléfono móvil con tantos megapixels. Me costó una pasta, pero ha sido la mejor inversión que hice con mis ahorros.
Después de unos cuantos piropos más a mi madre y mis palabras llenas de aliento, casi eufóricas, decidimos bajar a cenar....
Nada más entrar en el comedor, comprobamos que todos la miran, pues está francamente arrebatadora.
Los hombres no la quitan ojo y las mujeres creo que también la observan más de la cuenta, sabiendo que ese cuerpazo no es normal...
Yo me siento orgulloso y tengo que tapar mi erección que está de nuevo haciendo su aparición bajo mi pantalón vaquero.
Justo en el momento en el que llegamos al buffet para la cena, nos encontramos con nuestra pareja vecina: Sandra y Toni.
Ella lleva un vestido muy parecido al de mamá, igualmente ceñido y menos escotado, pero está pegado a sus curvas y está muy guapa. El suyo es blanco y cuando ambas se ven, se miran y juntan sus cuerpos en un abrazo con sus dos posteriores besos.
Me gusta ver a esas dos mujeres así de sexys. Son, sin duda, la sensación del hotel.....
CONTINÚA


Comentarios
Publicar un comentario