PARAÍSO PROHIBIDO/CAP8
CAPÍTULO 8
Ella responde rápido y exaltada.
- Nooo.... Ni en broma!!! Como crees hijo!!
- Mejor, será un secreto entre nosotros, mamá. - Me da un beso en la frente en agradecimiento y luego se da la vuelta dispuesta a dormir.
Entonces me fijo y veo a los pies de la cama están sus braguitas. Será que no lleva nada más que mi camiseta para dormir y va desnuda de cintura para abajo como hizo la otra noche....??
Me cuesta un buen rato conciliar el sueño, pero claro, no voy a levantar las sábanas para comprobar eso y que me pille en plena excursión.... aun que seria sumamente increíble.
A la mañana siguiente cuando me despierto mamá no está a mi lado. Busco a los pies de la cama, donde anoche dejó sus braguitas y tampoco están.
Me levanto y observo que está en la terraza tumbada en una de las hamacas vestida únicamente con su diminuto bikini amarillo. Joder qué visión...!!
Me voy acercando poco a poco, sin que ella se dé cuenta, porque permanece con los ojos cerrados y quiero aprovechar la ocasión para deleitarme con esa imagen que tanto me embriaga.
Disfruto de sus grandes pechos que ahora, así tumbada, se cuelgan abriéndose ligeramente por los costados y me siguen pareciendo maravillosos junto a esos dos pezones, ahora algo menos marcados pero igual de insinuantes.
Me fijo en su abdomen que se ve más lisa estando así, boca arriba. Me dan ganas de meter la lengua en ese ombligo.... Más abajo, la braguita de su tanga cubre lo justo su entrepierna y se ve su monte de venus abultado y lo que deben ser los ensortijados pelitos de su sexo.
Los muslos parecen interminables, anchos por arriba, formando una curva tan bien definida y hasta sus pies me parecen de un atractivo total, con cada uno de sus deditos.
- Hola cariño - me dice al darse cuenta que estoy a su lado, aunque no sé si sabe que llevo un buen rato observándola.
- Buenos días mamá. - respondo disimulando. - Ella dirige su mirada a mi entrepierna y después me sonríe. Otra vez se ha dado cuenta de que estoy empalmado. No se le escapa una....
- Veo que ya te has puesto el famoso bikini. - le digo.
- Sí... y noto que te gusta - afirma con su risita señalando la tienda de campaña que forma el pantalón de mi pijama.
- Es que… perdona… yo… - contesto contrariado.
- Que no, cariño, que no pasa nada. Ya sabes que para mí es todo un halago… porque será por mí No? - dice cómo quien no quiere la cosa con toda la chulería.
- Ya sabes que sí...
- Anda tunante.
- Es la verdad, ese bikini me tiene trastornado, aunque no seré el único.
- De eso quería hablarte, Víctor. No sé si me atreveré a bajar a la piscina con este mini bikini, es demasiado fuerte para mí.
- Mamá, Te estás echando para atrás??!!
- No sé, anoche estaba muy decidida y algo borrachilla pero ahora… puf, estoy muy cortada.
- De verdad que estás divina, mamá - lo digo con idea de animarla, pero es lo que realmente pienso.
- Es que me miré antes en el espejo y lo veo tan pequeñito… solo cubre mis pezones. Mira lo que pasa si me giro un poco - añade y en ese momento ella hace un movimiento brusco hacia un costado y efectivamente uno de sus pezones se asoma juguetón por un costado. Yo tengo que tragar saliva ante ese impacto visual.
- Además, si te fijas bien aquí abajo, es tan fina la tela que se me mete por los.... labios. - apunta tirando levemente del pequeño trozo de tela que cubre su sexo confirmando lo que dice y mostrando esa rajita más pronunciada que parece una pequeña hucha en la que yo metería todos mis ahorros.
Estoy tan impactado que no soy capaz de articular palabra.
- No dices nada? - me interroga esperando mi opinión.
En ese preciso instante se asoma nuestra vecina Sandra desde la terraza contigua.
- Hola vecinos. Qué tal habéis dormido?? - nos pregunta.
- Bien. - contesta mamá algo cortada, pues no se esperaba que la pillaran allí tomando el sol
- Vaya, Qué bikini, Laura! - comenta nuestra rubia vecina.
- Te gusta??! - dice mamá levantándose.
- Me encanta y estás impresionante..!!
- Gracias. No lo ves algo pequeño…??
- Qué va! Te queda de maravilla, Laura. -
Mamá gira su vista hacia mí y yo afirmo lo que le vengo diciendo continuamente y que ahora, gracias a Sandra, parece convencerle más.
- Y aunque fuera pequeño, pues mejor... Que disfrute el personal! - añade la otra.
- No sé, Sandra…
- Nada, ni te lo pienses. Después del desayuno quedamos abajo. Tengo ganas de ver la cara de Toni cuando te vea, va alucinar.... por no hablar del resto de los tipos, seguro que se les cae la baba... ese cuerpo hay que lucirlo, guapetona! - ese último piropo de Sandra ha hecho enrojecer a mi madre, pero sé cuánto le ha gustado.
Sandra desaparece y mamá me mira algo contrariada, aunque bien es verdad que, tras oír a nuestra simpática vecina, parece más animada a bajar a la piscina con esas dos pequeñas piezas que cubren lo mínimo en su espectacular cuerpo.
- Víctor, tú crees que es buena idea que baje con este tanga?? - insiste girándose y ofreciéndome esa visión que me vuelve a dejar atónito.
En ese momento, sin dudarlo un instante, saco mi móvil de mi bolsillo y comienzo a hacerle fotos a ese cuerpazo que me tiene loco y más todavía cuando lleva ese reducido bikini. Ella me mira con cara de susto.
- Qué haces...??!!
- Pues hacerte unas fotos, para que te veas tú misma, verás que cosa más bonita.
- Pero Víctor, me da vergüenza!!
- Tú déjame y luego me dices qué tal. - sigo sin inmutarme disparando sin parar desde distintos ángulos.
- Hijo, vaya reportaje que me estás haciendo en estos días… - contesta sonriente.
Después se pone a mi lado, ya que está intrigada con el resultado de las fotos. Puedo notar sus enormes pechos pegados junto a mi brazo, algo que hace que mi erección se multiplique y mi polla pegue otro de sus incontrolados respingos y es que a esto no se puede acostumbrar nadie...
- Vaya, ya estás otra vez a tope con eso? - comenta señalando con su vista mi bulto mientras su teta continúa pegada a mi costado.
- Sí, es inevitable, causas sensaciones tremendas, mamá.
- Voy a creerme que el bikini me sienta muy bien.
- Sabes que sí.
- Le gustará a Toni??
- Estoy convencido. - lo digo y vuelvo a sentir en mi estómago ese ramalazo de celos.
- Le provocaré otra erección??
- Jajaja, sí, verás como sí.
- Como a ti? - acaba diciendo en otra de sus sonrisas.
Empiezo a mostrarle las fotos y alguna es realmente buena. Ella parece toda una modelo. Ni se lo cree cuando las mira.
- Hala!!, Si no parezco yo! Ja ja. - dice con los ojos muy abiertos.
- Estás preciosa, mamá.
- Nunca me hubiera imaginado...
- Pero Te ves bien o no??! - interrogo.
- Parezco una putilla.
- Qué dices? Para nada!
- La verdad es que me veo diferente a todo, incluso de cuando me vi en el espejo.
- Acaso no eres un belleza en estas fotos??
- Hijo, pero es que voy medio desnuda.
- En qué habíamos quedado? En este viaje hay que lanzarse y dejar atrás los prejuicios, los miedos y todo eso…!! - joder, estoy filosófico total.
- Tienes razón… pero...!!
- Y mira que cu....lo más bonito - le digo con descaro mostrando una foto de su espalda, justo donde se muestra su enorme culazo en primer plano y como la tira del tanga se cuela y se pierde entre sus posaderas.
- Calla! - responde dándome un codazo y yo me fijo en el bamboleo de sus pechos al hacerlo.
- Es la verdad, mamá, estás buenísima.
- Lo cierto es que se me ve muy sexy… rara, pero sexy.
- Pues venga, bajamos a la piscina y verás qué espectáculo.
- Ufff, Víctor, hijo…!! es muy fuerte.
- Recuerda, Nuestro viaje de locura!, Fuera miedos!!
Nos ponemos los albornoces y bajamos por fin a la piscina. Encontramos un par de hamacas libres y mamá me sonríe con cierta timidez. Se nota su nerviosismo pero también sus ganas de hacerlo.
Y hago un movimiento con mi cabeza en señal de que se anime del todo y definitivamente se despoja del albornoz, dejándolo caer con toda la sensualidad, ante la atenta mirada de unos cuantos clientes del hotel. No sé si lo tenía ensayado, pero le ha quedado que ni en la mejor película erótica.
Tal y como vaticinaba Sandra y yo mismo, todos los tíos se quedan babeando cuando mamá se les presenta con ese diminuto bikini.
Lo cierto es que es muy pequeño y se ve una buena porción de su carne… esa carne que me tiene a mil. Ella parece estar cortada y se tumba rápidamente boca abajo en la hamaca.
- Has visto cómo te miran todos...??! - la digo al oído.
- Síiii, ufff, qué corte! Es una sensación tan extraña...
- Te gusta???!
- Creo que sí. Me gusta demasiado y al tiempo me hace sentirme mal. Estoy hecha un lío.
- Por qué???
- Me gusta provocar todo este lío, nunca antes me había mostrado así!!!
- De sexy?? - pregunto.
- Sí… bueno, en plan exhibicionista....!!
- Venga... pues disfrútalo.
- Sí, me gusta hacerlo, ya te digo, pero al mismo tiempo creo que parezco una calentona.
- Si se calientan es porque tienen por qué hacerlo. Eres un bombón. - insisto en mis piropos.
Ella se ve observada, pero aunque tenga ciertos reparos y miedos, entre mis frases y la mirada de todos los hombres que hay por allí, está encantadísima y seguramente que algo cachonda.
- Por favor, Víctor, dame crema. - me ordena.
Tardo unos segundos en reaccionar y al fin me decido a cumplir con otro de mis morbosos sueños. Acariciar su grandioso cuerpazo de esa diosa por completo para mí.....
CONTINÚA


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