PARAÍSO PROHIBIDO/CAP10

 

 CAPÍTULO 10








Y cada vez que me sumerjo rozando también sus muslos, su enorme culo o cualquier otra parte, incluso una de las veces mi polla, algo dura, roza sus desnudas posaderas y ella ríe nerviosamente. 








Toni también ha visto esa ocasión y hace lo propio, tanto con su esposa como con la mía, es decir, mi madre. Al principio el tipo se ha cortado, pero a medida que los juegos en la piscina avanzan, sus manos van de aquí para allá y se me descontrola, aunque tampoco veo a mamá muy disgustada por eso. 







Allí se respira calentura, tanto por nosotros cuatro dentro de la piscina como por el espectáculo que estamos montando a los de fuera. 








Decido salirme con la idea de acabar con tanto sobeteo, no porque me disguste, sino porque veo que el bueno de Toni está más atento a rozar a mi madre que otra cosa y no me gusta absolutamente para nada.









Mi mirada hacia mamá, que mira como abandono la piscina, parece ponerle en alerta y ella se sale a continuación, acercándose a las hamacas para secarse junto a mí.








Después de los apacibles o más bien “tocamientos” acudimos los cuatro a comer en la terraza de la piscina, charlar animadamente y luego decidimos irnos cada pareja a nuestras respectivas habitaciones para echar la correspondiente siesta.








-      Mamá, En serio vas a ponerte en tetas??! - le pregunto totalmente intrigado una vez que hemos entrado en nuestra habitación.







-      Bueno, eso se lo dije a Sandra porque estaba muy pesada, venga a insistir.. y todo eso, pero no, vamos, que no creo que me atreva. Te imaginas a papá viéndome con las tetas al aire??!






-      No vuelvas otra vez con eso, mamá.





-      Pero él se molestaría mucho!!





-      Papá no está aquí y te dejó más bien tirada en este viaje. Recuerdas??! - lo suelto de golpe y luego me arrepiento a continuación.







Se produce un incómodo silencio y noto a mamá algo triste, no sé cómo salir del aprieto. En el fondo es la verdad, aunque a ella le cueste reconocerlo y ambos sabemos que para papá esto hubiera sido algo inaudito, por eso tengo que insistir en ello, aunque tenga que echar un órdago a la grande.








-      Él no se va a enterar de nada que tú no quieras de este viaje. - digo a modo de confesión.





-      No voy a hacer nada malo, hijo.






-      Claro que no. Me refiero a que yo tampoco se lo voy a contar.





-      Gracias. - responde acariciando mi cabello con sus finos dedos.







-      Pero aun así, no voy a enseñar las tetas. No insistas!!







-      Te parece malo??





-      Mm.. Bueno, no.





-      Una cosa es que a papá no le gustase y otra a que lo hagas como la cosa más natural del mundo. - añado.





-      Ya… pero me da vergüenza.





-      Aun así iremos a la playa mañana… No? - le digo a modo de pregunta pero es casi afirmación.






-      Bueno, si te apetece… pero con el bikini. Bastante ridículo hago ya con él.






-      Mamá, de ridículo nada. No empieces otra vez. Si no quieres hacer topless es respetable, pero tienes algo que enseñar mejor que nadie.





-      Tú crees???!!





-      Completamente seguro. Acaso no viste a Toni otra vez?? - afirmo rotundo.






-      Sí le vi muy lanzado. La otra noche pensé que era por culpa del alcohol, pero hoy también se le ha visto muy arrimado conmigo.





-      Más que arrimado… Te ha metido mano!!





-      Nooo!!!





-      Mamá, lo he visto. Primero, un poco la cadera, luego un roce por la cintura, más allá una teta por aquí, un culo por allá...





-      Bueno, hijo, estábamos jugando en el agua y…






-      Sí, que el tipo a mí no me tocó, sus manos fueron directamente a ti. Se aprovechó de lindo. - Mamá me mira fijamente y creo que está pensando en eso y vuelve a quedarse callada, meditando la situación, sabiendo que lo que digo es totalmente cierto.







-      Bueno, tú también me tocaste las tetas en alguna ocasión. - dice de pronto.







Vaya, no pensaba que se hubiera dado cuenta. La miro y ella vuelve a mostrarme su sonrisa.






-      No pasa nada, hombre, ya sé que era solo un juego.





Ciertamente era un juego aunque yo hubiera querido algo más. Me sonríe una vez más y me da otro de sus besos tiernos en la frente. 







Sus tremendas tetas quedan a la altura de mi cara y pienso si algún día tendré la suerte de vérselas en vivo por fuera de ese pequeño sostén, aunque curiosamente apenas las puede sostener.








Después de una deliciosa siesta, en la que inconfundiblemente vuelvo a soñar con el cuerpo de mamá, me despierto y la veo hablando por el móvil en la terraza, de nuevo con papá. 







Está preciosa caminando con ese bikini tan pequeño que muestra su extraordinario cuerpo, el vaivén de sus grandes tetas, su prominente y redondo culazo, sus divinos muslos. Cuando cuelga me cuenta.






-      Dice tu padre que le mandemos alguna foto.






-      Ah, pues vale, nos hacemos alguna en la terraza.






-      Pero Víctor, no puedo salir así en la foto con este tanga. - dice señalando su cuerpo serrano.






-      Sí, posiblemente se agarre un buen enojoooo, jajajaa.





-      Tenlo por seguro, jajaja - ríe ella también.




-      Te mata. - confirmo.





-      Sí, jajajaja... primero me mata a mí por ir casi desnuda y luego a ti por permitirlo.






-      Pues ponte otra cosa. - le digo. - Él no se tiene por qué enterar. - 

Me gusta este juego donde mi padre está totalmente fuera. 







Sé que debería comportarme de otra manera, ser un buen hijo y hacerme cargo de mamá tal y como él me solicitó, pero es que ahora tengo oportunidades que no puedo perderme y a mí me resulta todo, además de alucinante, de lo más divertido, pero sobre todo a mamá, que además le están proporcionando unas experiencias que no ha tenido nunca. 







Por fin puede mostrarse como es. Hacer lo que le apetece, sacar su otro yo más cachondo, más sexy, más rompedor...






-      Me pongo la bata y pones el disparador. - me ordena.





-      Ok.





Después de tapar un poco sus vergüenzas, me pongo yo el otro albornoz y nos hacemos unos selfies para que nos vea papá en la terraza de la habitación.







 

Supongo que él imaginará que bajo esas prendas llevamos unos bañadores “tradicionales”, pero no puede ni siquiera sospechar el que realmente lleva mamá debajo. Si lo supiera, correría realmente la sangre...







El resto de la tarde lo pasamos visitando la ciudad y allí nos divertimos comprando algún recuerdo y visitando algunos lugares muy turísticos. 







También aprovechamos para comprar algún otro trapito para mamá que se siente muy bien en ese papel sexy. En una de las tiendas hay una colección de leggings y animo a mamá para que se compre uno.





-      Hijo, eso no.





-      Venga, mujer, esto es igual que el vestido y lo lucirás más que bien...





-      Bueno, me lo llevo, pero si no me veo bien, lo devuelvo.





-      si, vale.





Decidimos volver al hotel sin probárselo. Allí, precisamente en la habitación, después de guardar los regalos para la familia  y tras lavar nuestros bañadores para el día siguiente y dejándolos secar en la terraza, decidimos bajar a cenar.






-      Mamá, te pondrás los leggings?, por favor... – le pido.






-      Qué dices?! Para bajar a cenar??!





-      Sí, con la camiseta esa dorada que te has comprado también.





-      Pero esa es para llevar sin sujetador, porque es muy fina.....





-      Mejor....! - afirmo con una sonrisa.




-      Eres un bicho... jeje! - me dice con tono sensual. 





-      Vamos, hazlo por mí..... - le digo con súplica.





CONTINÚA 




Comentarios