PARAÍSO PROHIBIDO/CAP12
CAPÍTULO 12
Si no fuera mi madre, me lo tomaría como una invitación a todas luces, sin embargo, quiero pensar que no es a su chochito al que se refiere… ya me gustaría a mí!
En ese momento, parece que pasa algo de cordura por su mente y se separa de mí, dándome un suave piquito en los labios.
- Me voy a la ducha. - dice pasando su mano por mi pecho y acariciándolo y caminando de forma que me recuerda a una gatita juguetona.
Joder! Otra invitación? No sé si estoy desvariando o simplemente veo luces de colores y llamadas al descontrol en cada uno de esos mensajes subliminales.
Prefiero meterme en la cama y ser algo sensato, antes de interpretar mal las cosas y salir peor parado.
Al cabo de un rato mamá regresa con un fino camisón que no recordaba que hubiera comprado en nuestra visita a la ciudad.
- Ay, me he quedado como nueva! - dice dejando la ropa que ha usado esa noche sobre el sillón.
- Estás mejor??!
- Sí, mucho mejor. Ya podrás perdonar a tu madre, pero es que no sé beber.
- No te preocupes. No pasa nada.
- Eres un cielo. - dice subiéndose de rodillas a la cama y besándome en la frente.
- Gracias mamá. Oye, estás muy guapa con ese camisón.
- Te gusta? - dice saltando al suelo y girando como si tuviera veinte años menos.
Creo que aún le queda algo de alcohol en las venas porque la veo muy desinhibida. Lo cierto es que ese camisón blanco no es como los que ella usa habitualmente que le llegan por debajo de la rodilla.
Este está muy por encima mostrando sus largas y macizas piernotas. Está muy guapa y se imprimen sus grandes pechos más de lo normal, pues es algo ceñido, los hace ver muchísimo más enormes...
- Estás preciosa!!
- Gracias, últimamente no paras de piropearme.
- Es que es verdad!!
Se mete en la cama y me da las buenas noches con otro beso fraternal, pero en lugar de hacerlo en mi frente lo hace en mis labios.
Tengo que interpretar que es casualidad, al menos así me lo parece en principio, aunque estoy tan ofuscado que ya no sé qué hacer ni qué pensar....
Apaga la luz de su mesita y yo me quedo pensativo boca arriba mirando al techo, intentando asimilar nuevamente tantas sensaciones.
Por mi mente pasa la idea de saber si ella está desnuda de nuevo bajo ese camisón y me cuesta conciliar el sueño, pero después de haberla visto girar estoy prácticamente seguro de que no lleva nada bajo esa fina prenda pues no he notado las costuras de sus braguitas y ahora yo estoy a su lado, tan cerca, casi rozándola que no puedo evitar tener otra de mis incontrolables empalmadas.
Vuelven a mi cabeza todas las imágenes del día y recordando sus palabras de todo este día tan fantástico y lujurioso.
Tras oír su respiración agitada y certificar que está dormida, levanto las sábanas y descubro entre penumbras que tiene una postura divina, encogida, de lado. Sus grandes caderas se muestran rotundas, ofreciéndome una magnífica visión de su redondo y enorme culo, no veo muy bien, la verdad, pero también me parece ver la forma de su coño desde atrás...
Ya puedo confirmar que no lleva nada debajo del camisón, pues su culo se ve sin el dibujo de su ropa interior. Percibo su cintura curvilínea que va en aumento hasta sus anchas caderas y me quedo observando el movimiento oscilante de su cuerpo con su respiración.
Me pego a ella disimuladamente y me duermo abrazado a su cuerpo. Estoy por quitarme el pantalón del pijama y meter mi incansable polla entre esos muslos... pero vuelvo a recordar que cualquier tontería puede echar todo abajo.
Y mejor... prefiero seguir disfrutando del momento y esperando que los acontecimientos se vayan produciendo por sí solos, sin forzarlos demasiado, porque podrían romperse.
Prefiero quedarme así, abrazado a ella, sintiendo su gigante trasero pegado a mi bajo vientre e intentar que no se note de nuevo mi empalmada que vuelve a las andadas.
Todo parece un sueño y lo extraordinario es que estoy viviéndolo de verdad. Quiero que nunca se termine.
Y me duermo pensando en sus palabras cuando me decía que dejara de hacerme chaquetas y que buscase un buen chochito.... Ojalá fuera el suyo dónde se alojase mi pene...
A la mañana siguiente vuelvo a despertarme y ella está en el baño. Cuando abre la puerta aparece una vez más con el diminuto bikini.
De nuevo, vuelve a despertar a todos mis bajos instintos, incluyendo, cómo no, a mi desgraciada polla que salta como un resorte.
Se mira al espejo y con sus manos se ubica bien el sostén de ese pequeño bikini para que no se escape accidentalmente ninguno de sus pezones.
Mi visión es la de ese redondo y grande culo y esa tirilla amarilla que se va colando por sus inmensos glúteos hasta desaparecer y volver a mostrarse justo por debajo en el dibujo de su coño por detrás.
Por un momento acaricio mi polla... por encima del pijama y corroboro que estoy otra vez como un toro.
- Vamos cariño, que tenemos que ir a la playa. - añade ella mirándome por el espejo atusándose el pelo y haciendo que sus tetas suban un poco más.
- Enseguida voy...
- Qué pasa que vuelves a estar empalmado? - pregunta de pronto en un vocabulario impropio de mamá.
- Creo que sí - digo por algo que es más que evidente.
- No me voy a asustar por eso, cariño, ya lo sabes. Venga...
Ella no deja tiempo para la réplica. Se acerca con decisión y disfruto de sus andares que me parecen lascivos. De pronto levanta las sábanas y descubre la erección bajo mi pijama que apenas puedo tapar con mis manos.
- Vaya, como andas otra vez, hijo, eres tremendo...
- Lo siento. - vuelvo a disculparme.
- No, tonto, sí da gusto verte - sonríe mientras yo salgo corriendo al baño tapándome a duras penas.
Me quedo por un momento tras la puerta asimilando todo esto y la respuesta de mamá, cuando ha dicho “da gusto verte” Realmente le gustará ver mi erección...???!!!
Puede sonar raro, pero estoy deseando enseñársela en vivo y en directo, aunque no sé cómo reaccionaría. Seguramente me partiría la cara.
Después de una ducha de agua casi helada para apagar mi calentura, me voy vistiendo y cuando vuelvo a la habitación ella puesto sus vaqueros y una camiseta nueva de tirantes negra con letras chinas de vivos colores. Vuelve a estar impresionante....
Bajamos a desayunar y allí, en el comedor mamá me confiesa lo bien que se lo está pasando y que está haciendo muchísimas locuras, que con mi padre serían totalmente impensables.
- Entonces te veo lanzada a hacer topless...!! - le digo mientras doy un trago de mi café observando el canalillo que ofrece esa camiseta.
- No creo que pueda, Víctor. Eso ya sería demasiado. Le he estado dando vueltas y definitivamente no voy a hacerlo...
- No quieres ir a la playa??
- Sí, sí… me apetece mucho.
- Y en el fondo, te gustaría enseñar las tetas… - digo sin pensar.
Cuando creo que mamá va a echarme una mirada de asesina, ella se ríe a carcajadas por mi ocurrencia.
- Me da vergüenza, Víctor, pero tengo que reconocer que sí que me gustaría. - añade con una leve sonrisa.
- En serio??
- Sí, lo haría encantada, ya que nunca lo he hecho y creo que nunca podrá darse una oportunidad como esta sin estar tu padre delante…
- Entonces por qué no lo haces?? - la animo.
- Hijo, por tí no me importaría, si estuviésemos solos en la playa, lo haría encantada.
Casi me atraganto con mi siguiente sorbo de café. Pues no me dice la tía que no le importaría enseñarme esas enormes tetas que tiene...
CONTINÚA


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