PARAÍSO PROHIBIDO/CAP9
CAPÍTULO 9
Y tomó el bote de crema y me echo una buena cantidad en mi mano.
Empiezo acariciando sus hombros, bajando lentamente por su espalda y admirando durante un buen rato ese espectacular culo redondo que se ofrece por entero y veo como la tela se esconde entre sus glúteos.
No puedo evitar untar algo de esa crema bronceadora por su culo y extenderla esperando inicialmente que mamá me eche la bronca del siglo, sin embargo no dice nada y se deja hacer.
Yo, naturalmente sigo disfrutando de la vista y sobre todo de la aplicación de ese masaje sobre una inexplorada piel que resulta estar tan suave...
Se da la vuelta y me quita la crema solar para darse ella por delante, algo que me hubiera gustado hacer a mí y ella parece leer mis pensamientos cuando me dice.
- Por delante puedo yo sola.
- Ok. - contesto con la misma sonrisa cómplice.
- Estoy muerta de vergüenza. - me comenta en bajito.
- Pero si estás preciosa, mamá.
- Estoy prácticamente desnuda… Tu padre alucinaría si me viera así.
Realmente alucinan todos los que la ven y yo el primero. En ese momento llega hasta donde estamos nuestra pareja de vecinos. Sandra lleva otro tanga minúsculo de color blanco, casi tan pequeño como el de mamá y nos saluda en cuanto nos ve.
Primero a mí, que me levanto y ella vuelve a juntarse a mi cuerpo dejándome desconcertado una vez más mientras mis manos se agarran a su cintura sintiendo que mi polla empieza a reaccionar, aunque para ser sincero mi madre ya me puso brutote unos segundos antes con el tema del bronceador.
Sandra me da dos besos y después se acerca a mamá que se levanta para besarla también. Vaya dos ricuras juntas en dos diminutos bikinis.
Toni se acerca a continuación, me da la mano pero sin dejar de observar la misma imagen que yo, la de mi madre con su reducida tanga.
- Has visto Toni? Ya te dije que estaba imponente. - dice Sandra apartándose de mamá y dejando ver a su marido la perfección del cuerpo de mamá.
- Ya lo creo... - afirma este.
Es curioso, pero Sandra lejos de molestarse con que mi madre se muestre ante Toni, al que tiene embelesado, le anima y parece invitarle a ese disfrute.
En ese momento Toni se acerca a mamá y se junta igualmente a su cuerpo para sentirla de lleno y darle dos besos. Ella parece estar algo apurada, lo noto por el color de sus mejillas.
A Toni se le remarca el bulto bajo su bañador y no es para menos con ese roce con ella.
Después de que todos nos hemos tumbado y relajado un poco más, seguimos charlando de diversas cosas. Cuando Sandra suelta de repente a mamá.
- Qué pena que no puedas quitarte aquí el sostén. Seguro que más de uno se caía de espaldas con tus.... tetas!! - dice mirando a su marido, que sin duda estaría encantado igual que yo de ver algo así.
- No, no lo haría de todos modos. - responde mamá bajando la cabeza.
- Por qué? No te gusta hacer topless? - pregunta la rubia a la que tampoco pierdo detalle de su estilizado cuerpo.
- No lo hago nunca. - contesta mamá.
- No me lo puedo creer - afirma Sandra. - De verdad?
- Pues no.
- Vaya, pues si yo tuviera esas tremendas... tetas ni lo dudaría, me encantaría enseñarlas. - añade la rubia animadora.
- No, yo no…
- Pues a mí me encanta enseñarlas, incluso estar desnuda. Es un placer increíble.
- Desnuda…? Del todo??!! - pregunta escandalizada mamá.
- Sí, deberías probarlo.
- En la terraza lo hacemos siempre que podemos y en la playa también. Anímate y verás.
- Qué dices Sandra? - pregunta mamá alarmadísima.
- Sí, mujer, deberías probarlo... por ti y por todos los parroquianos que de seguro les harás felices... jaja.
- No, por Dios. En topless igual me lo pensaba dos veces, pero desnuda… Ni loca! - añade mami efusivamente.
- Bueno aquí no, porque no se puede hacer en el recinto del hotel, aparte de que es más rollo, pero en la playa es una maravilla. Nunca has probado a bañarte desnuda en el mar?
- No, la verdad es que no.
- Mañana iremos nosotros a la playa. Tienen que venir...
- No, casi prefiero que no. - contesta mamá totalmente cortada.
- Bueno, nos vemos de todas maneras y allí verás cuanta gente hay desnuda. Y con buenas pollas... - añade diciendo esto en bajito pero sin importarle que Toni la haya escuchado perfectamente.
Mamá está algo trastornada con toda la conversación y mueve nerviosamente sus piernas, frotando sus muslos, aunque más que nerviosismo, creo que es pura excitación. Toni no la quita ojo, bueno ni yo tampoco.
Al final me levanto decidido ir a por unas bebidas al bar y traerlas a las hamacas. Y pregunto a todos qué quieren tomar.
- No, mejor vamos nosotras y así nos lucimos un poco. - interviene Sandra sonriente estirando su mano para que mi madre la acompañe.
Sin duda, la chica es preciosa, pero además sabe cómo poner nervioso al personal y sus movimientos son de lo más sensual. Caminan las dos, desapareciendo de camino al bar con unos andares que hacen babear a cualquiera. Son dos pibones y los tíos se las quedan mirando flipados.
- Deberías convencer a tu chica para ir a la playa. - dice Toni en ese momento al quedarnos solos.
- No sé, quizás luego se lo comente. - aunque pienso que eso sería impensable.
- Verás que es mucho mejor, allí te sientes libre del todo y verás que hay unos cuerpazos impresionantes.
- Imagino…..
- Bueno, mejorando lo presente, pues nuestras chicas son espectaculares, no??
- Sí. Ya lo creo - contesto mirando los dos culos de nuestras chicas avanzando hasta el bar.
- Tu mujer, además, si se pusiera a hacer topless, con esas gran... tetas sería todo el centro de atención. - afirma sin cortarse el bueno de Toni.
- Sí, lo sé créeme!
- Y si se pusiera en pelotas, ya ni te cuento...!!
Mi verga da uno de sus brincos al imaginar la escena, pero estoy convencido de que mamá no va a querer, ni topless ni nada que se le parezca, lo de desnudarse ya ni hablamos...
Pero si me ha costado Dios y ayuda conseguir que baje a la piscina con su mini bikini como para pretender algo más… vamos, que no.
Toni se me queda mirando ante mi silencio.
- Espero que no te moleste que lo diga. No quería ofenderte - dice a modo de disculpa.
- No, no pasa nada.
- Es que tu mujer es realmente increíble, la verdad, tienes mucha suerte.
- Tú también. - le corto refiriéndose a la suya.
- Esto… sí, claro. Sandra es preciosa… - parece que él tampoco quiere ser descortés, pero no puede remediar desear tanto a mi madre, que se le nota por los cuatro costados.
- Hacen muy buena pareja - afirmo.
- Si, Sandra es increíble. Es hermosa, simpática… y muy ardiente.
No sé por qué me ha hecho ese último comentario, quizá porque quiera cambiar de hembra o a lo mejor porque está pensando que a mí me gustaría tener un… no sé, un rollito con su mujer mientras él lo tiene con la mía. Al final va a tener razón mamá...
Me río para mis adentros, pensando en eso de la palabra “mía”, ya que es “mía”, pero más bien mi madre y no mi esposa precisamente, sin embargo, llega un momento en el que interpreto tan bien mi papel de esposo, que me creo que es realmente mi mujer y también siento unos celos terribles como si realmente lo fuera.
En el fondo no soporto que nadie pueda tener algo con mamá, no quiero imaginar que ese tipo que tengo enfrente pudiera tener sexo con ella…
Lo quiero borrar de mi mente, no, es imposible del todo, además mamá no haría eso, no engañaría a papá.
- Aquí estamos chicos.- contesta la preciosa Sandra acercándose con las bebidas rompiendo esos pensamientos que abordan mi cabeza.
Nos levantamos para ayudarlas y observo como todos los presentes en aquel lugar no las quitan ojo y no es para menos, pero creo que especialmente a mamá, que está de alucinar... la verdad!
Me parece creer ver que mi madre ha puesto su culo en pompa al posar su vaso sobre la mesita ofreciendo su gigante culazo a toda la audiencia presente, algo que me pareció casual en principio pero creo que se ha venido a arriba y le gusta exhibirse cada vez más con ese tanga diminuta.
- Sabes?! Creo que ya he convencido a Laura para que haga topless de una vez por todas - suelta Sandra de repente.
El primer trago de cerveza que he pegado sale disparado y una tos irrefrenable al oír decir eso.
- No, no he dicho eso, simplemente que lo probaría algún día. - interviene mamá excusándose.
- Pero chica, si yo tuviera ese par de melones... estaría todo el día enseñándoles!! - añade la rubia. - todo mundo tendría cara de estúpidos observándolos, se los comerían con los ojos...
Lo cierto es que a Sandra le gusta eso de ser una mujer deseada y admirada, pero no estoy seguro si ve a mamá en ese papel de exhibidora precisamente.
En cierto modo envidia sus descomunales pechos.
- Me da cierto reparo... - vuelve a exponer mi madre.
- Bueno, tú te bajas mañana con nosotros y lo pruebas un rato, si no te gusta pues nada.
- Ya veremos…!! - contesta dándole un trago con su pajita al combinado que se ha pedido y esa pose allí tumbada es otra de las imágenes que se me quedan grabadas.
Después de apurar las copas decidimos darnos un baño y en el agua, bien mojaditas, las chicas están todavía más impresionantes.
Jugamos a salpicarnos y una cosa lleva a la otra para acabar por rozarnos accidentalmente entre nosotros, y obvio aprovecho la oportunidad de tocar ligeramente una de las grandes tetotas de mi madre que no dice nada......
CONTINÚA


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