UNA VECINA CON SECRETOS/CAP5

 

 CAPÍTULO  5








de parte de su marido para decirle que ya estaba en casa. Eran las siete en punto, demasiado temprano, menos mal que no se había arriesgado a un nuevo encuentro con su joven cómplice.....








Sin embargo, al salir de la boca de metro, ya en su ciudad, se encontró con él...
Salía del estanco encendiéndose un silbido.







Llevaba la misma ropa, Anastasia llevaba unos pantalones vaqueros y la misma camisa tejana que llevaba por la mañana.







Se sonrojó cuando la saludó con dos besos en las mejillas.






-          Cómo estás, guapota?? Has llevado a cabo nuestro plan...??







-          Sí, hasta te lo he grabado con el móvil, para que veas que si me atreví.... jeje. - Iban paseando lentamente, uno junto al otro, saludando a gente, acercándose al edificio donde residían.







-        Y  Cuándo me lo vas a enseñar?? Mañana estarás por la mañana??!!







-          Mañana trabajo... Por la tarde, no sé, quizás!! Es que me da un poco de miedo, Pedri, imagina que nos pillan…







-         Qué te preocupas... solo hay que divertirnos... bueno, si tú me avisas. Yo me paso y si puedes, bien!!
voy con lo de la excusa de la PC, por si hubiera alguien en tu casa, va??








-         Vale, pues!! quedamos en eso. - A medida que se iban acercando al edificio, Anastasia vio a su marido asomado en el balcón, sintió cómo el calor le subía por el cuello, como si su cuerpo respondiera antes que su mente.








Mierda, qué mala pata, menos mal que le había dicho que había estado en casa con su madre. Le saludó con la mano cuando entraban en el portal. Pedrí pulsó la llamada del ascensor. 






Se miraron a los ojos mientras esperaban.
En ese espacio ya no los podía ver Guzmán.








-       No te pone cachonda que te vea conmigo??! - Le susurró Pedrí, rozándole el oído con la voz con distinto tono de voz. - Que tenga celos de mí… que sepa que su mujer se derrite por otro.







Anastasia se mordió el labio, no por pudor, sino para contener la oleada que le subía desde el vientre, Era fuego, Era culpa, Era gloria....







- Sí… me pone!! - dijo, apenas audible, como si confesarlo fuera abrir una puerta que ya no podría cerrar la muy cabrona.







Pedrí la tomó por la cintura, la acercó a su cuerpo con una lentitud cruel. 







-          Quiero correrme en tu boca… y que luego lo beses. Que lo beses con mi sabor de mi semen aún en tu lengua.... Y que lo mires a los ojos mientras lo haces.....







Anastasia cerró los ojos, el vértigo era delicioso. Guzmán la esperaba arriba. 







-        Pedri… es peligroso… me está esperando - susurró, pero su voz temblaba más por deseo que por miedo.








Pedrí deslizó una mano por su espalda, bajando hasta sentir sus carnosas nalgotas y darles un fuerte apretón, al final una nalgada que hace temblar ese enorme culazo, marcando territorio. 







-        Vale, mujer! Estábamos hablando del problema de la Pc, no sospechará nada.....!! - Se abrieron las puertas del ascensor e irrumpieron dentro - Me gusta que lo beses después de beberte toda mi leche....







Las puertas se cerraron y cuando empezó a subir, Anastasia pulsó el botón de parada y bloqueo.






-          Venga, Pedri, date prisa, y no me manches, vale...??! Estamos locos, de verdad… joder!!






Ella se arrodilló, no por sumisión, sino por el morbo que le producía Pedri.






Se acuclilló ante él echando la cabeza hacia atrás para mirarle con mucho deseo.
Pedrí se bajó de golpe la delantera del jenas y empuñó su miembro sacudiéndosela velozmente, con la punta rozaba sus labios, su nariz, como si buscara marcarla, ungirla, dejarle el perfume de su verga.













Ella no se movía, solo miraba, con placer.... como quien espera ser bendecida por el liquido que producían los testículos de Pedri.













Seguía con la boca abierta y la lengua un poco por fuera, con su mirada servil y ardiente dirigida hacia él.
Los huevos duros se le movían al tirarse bastante fuerte....






A veces cerraba la boca para tragar saliva, pero volvía a abrirla, a esperas de la eyaculación.













Pedri se la meneaba nerviosamente, como si quisiera correrse en seguida. Anastasia ladeó la cabeza y le estampó dos besazos en los huevos, pero de nuevo echó la cabeza hacia atrás con la boca abierta y la lengua sobre el labio inferior.













Pedrí soltó un bufido, apoyó el capullo en la lengua y dejó de meneársela. Comenzó a brotar leche espesa sobre la lengua, leche que resbalaba hacia su garganta, derramando una muy buena cantidad....













Al retirarle el pene, notó el semen muy gelatinoso y hasta masticó alguna porción antes de tragarse todo.















Pedrí se guardó su verga.
Y ella se irguió limpiándose la boca con el dorso de la mano, pulsando el botón para que el ascensor reanudara la subida.







Se despidieron con dos besos en las mejillas y el chico se bajó en su planta.






Anastasia cuando salió del ascensor, su marido la esperaba en el recibidor.






-          Porque has tardado??!!!!





-         Mmmm.... Es que Pedrí dice que sería bueno actualizar no sé qué....!! - sobre respiró.  -  Qué bien que hayas venido tan pronto. Podíamos ir a tomar una algo fresco....







Y le besó en la boca, metiéndole la lengua, transfiriéndole restos de semen de la polla de Pedri.....






Y a los 3 segundos se separó rápido Guzmán y dijo frunciendo las cejas.







-     Qué comiste…? Hueles raro…!! - preguntó con voz grave, sin apartar la mirada de su hembra, como si el aroma fuera una confesión que ella aún no había pronunciado.






Ella se detuvo, apenas un segundo, como si el aire se espesara entre los dos.






Él avanzó un paso, lento.






-     Ese olor…!!! - susurró, acercándose aún más  - Sabe......






Ella bajó la mirada, pero no por culpa. Era parte del juego. Como si supiera que su silencio encendía algo más profundo.







Y sonrió con un descaro inmenso, como si supiera que la respuesta no importaba, y dijo........






CONTINÚA 






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