PARAÍSO PROHIBIDO/CAP20
CAPÍTULO 20
Parece que se ha mojado el pelo, puede que se lo haya lavado o quizás haya llorado, no lo sé. Me pongo en pie y pongo cara de circunstancias. Es curioso, pero mi polla ha vuelto a rebelarse y está a tope otra vez. Ella la mira.
- Mamá, lo siento. - repito sin saber cómo actuar. - Ella viene hacia mí y me toma de las manos.
Su cuerpo está tan cerca, que si solo avanzara unos centímetros la rozaría con mi miembro, sin embargo ella mira hacia ese prominente falo que la apunta y solo aproxima su cabeza a la mía para besarme en la frente muy castamente.
Todo mi cuerpo es un escalofrío de placer, Observo desde más cerca que nunca su cintura, sus caderas, sus tetas, su coño...!!
- No te preocupes, cariño - dice. - Todo esto es algo que nos supera y nos hace sentirnos raros. - Se separa un poco y observa mi cara compungida sin soltar mis manos.
- Sí - contesto sin que mi garganta pueda casi tragar.
- Creo que no debemos llevar tan lejos nuestro papel de matrimonio, hijo.
- Por qué??
- Bueno, esto no está bien. Una cosa es que lo aparentemos y otra cosa es que juguemos con cosas que no pueden ser... - añade.
- Yo es que… me dejé llevar.
- No, no te disculpes, hijo, no es culpa de nadie, son las circunstancias.
- No quise molestarte.
- A ver, cariño, si una mujer se desnuda delante de tí, es normal que te sientas excitado, turbado y que pierdas la cabeza, aunque esa mujer sea tu madre....
- Es normal que me sienta excitado contigo? - pregunto confuso.
- Sí… bueno... no!! Me refiero a que somos de carne.... y hueso y la situación no te hace pensar con racionalidad. Soy tu madre, pero al estar desnuda soy una mujer para ti y eso te excita… a mí también me excita verte desnudo. Es natural...!!
Esas últimas palabras me dejan aturdido. La verdad es que este viaje está siendo de todo menos normal, pero me siento culpable, incluso porque ella se sienta igualmente culpable.
- Mamá…. y si no es culpa de nadie por qué te has molestado cuando yo…??
- No hijo, no me he molestado - me interrumpe - simplemente me excité al verte así y no quise que eso me pasara...
Ostras! Y me lo suelta así. Desde luego que a mí sí me gustó que sucediese y más ahora sabiendo que ella también se pusiera cachonda conmigo, eso es algo que me excita aún más, tanto que mi polla vuelve a dar un bote y ella la mira y después me sonríe.
- Tienes miedo… de mí? - le pregunto.
Tarda un rato en contestar, pero creo que está buscando esa respuesta adecuada de madre. Y de pronto toma aire y me suelta.
- Tengo miedo de hacerte daño, Víctor o de que sufras. No quiero que veas en mí lo que no soy, hijo. Entiendo que te excites viéndome y que me mires más como una mujer desnuda delante de ti, que como una madre, pero posiblemente todo no te esté haciendo ningún bien.
- Pero yo... me siento genial, mamá. - imploro.
- Sí, Víctor, pero soy tu madre. Seguramente en estos días vas a poder disfrutar con innumerables cuerpos desnudos de mujeres hermosas que son en las que te tienes que fijar y con las que podrás… estrenarte! - Eso último lo dice con cierta pausa. - Me comprendes? - añade.
- Claro, pero… tú misma has dicho que en este viaje es todo locura y que no era tan malo lo de vernos desnudos, incluso has sido tú la que me ha animado a hacerlo.
- Ha sido todo un lío muy divertido, es cierto, pero ahora dudo si ha sido tan buena idea.
- A ver mamá, olvídate por un momento que estás hablando con tu hijo. - la corto casi con tono enfadado.
- Pero lo eres.
- No has dicho que en este viaje quieres hacer cosas que nunca harías con papá??
- Sí…
- Pues entonces, olvídate de mí, que soy mayorcito y sé lo que me hago. - contesto con seguridad.
- Pero hijo, no quiero que pienses que soy…
- Qué eres qué?? - la imploro.
- No sé, una putita, una calientabraguetas, que te pongo cachondo y que te hago pasar malos ratos.
- Mamá, por favor, cómo puedes creer que yo piense eso de ti??
- Pues no sé, que te excites con tu madre…
- No me has dicho varias veces que es natural?!!
- Sí, claro que lo es, ya eres todo un hombre y yo una mujer, con nuestras necesidades…!!
- Pero podemos excitarnos, tú misma lo has dicho, solo tendremos que masturbarnos y así apagar nuestro calor, lo mejor de este viaje es que estamos haciendo cosas que siempre nos había apetecido hacer y simplemente las estamos haciendo, yo estoy feliz de verte desnuda, tú de hacerlo, de poder excitar a todos los hombres, incluso a mí, reconócelo mamá....
Ella no suelta mis manos y se queda pensativa, la verdad es que he dejado caer ese comentario sin detenerme un momento, creo que era una llamada a la desesperación. Ella sigue dubitativa.
- Mamá, sabes una cosa? - añado.
- Qué??!
- Que te quiero mucho. Que estoy orgulloso de tenerte como madre, que respetaré todo lo que hagas, que quiero que seas feliz, que si no quieres desnudarte lo entiendo, que si quieres hacerlo también, que me siento muy a gusto contigo y que si me excito viéndote es porque eres mi prototipo de mujer ideal y no pienso en tí como en una madre.
Ella sonríe, se acerca a mí y me abraza, sí, me abraza y mi polla no ha cedido en su afán de crecer y crecer y ahora está arrinconada entre nuestros cuerpos...
No me lo puedo creer pero estamos en medio de la habitación de ese hotel que nunca podré olvidar, completamente desnudos y abrazados... Sus tetas enormes están a la altura de mi pecho y me siento tan bien!! su vientre aprisiona mi polla, puedo sentir incluso el calor que emana su sexo, y mis manos sostienen su cintura.....
Se separa de repente muy colorada y mira hacia mi verga que no para de oscilar tras ese profundo abrazo.
Después de esa conversación mamá, aparte de excitada, parece sentirse mejor, incluso yo que con mi discurso me estoy creyendo que todo es tan normal.
Decidimos bajar a cenar y consigo convencer a mamá para que se ponga uno de esos mini vestidos que hemos comprado y que le sienta como un guante.
- Veo que estás más decidida que esta tarde. - le digo cachondo perdido observando una vez más su extraordinaria desnudez..
- No era lo que querías? - añade colocándose el vestido y moviendo sus caderas en un intento por poder entrar en él.
- Y me encanta haberte convencida...
- Sí, creo que tenías razón, además debemos tener este viaje como algo que forma parte de nuestras fantasías y echar por tierra los prejuicios.
Por un momento no sé si mamá se refiere a sus fantasías o a las mías propias, que son para mí ella y nada más, pero me siento más que dichoso porque haya conseguido convencerla.
- No vas a ponerte ropa interior? - Le pregunto cuando ella se está atusando el vestido observándose frente al espejo.
- No crees que mejor sin ella??
- Yo encantando… y seguramente que otros muchos también.
- Bueno, nadie sabe que no la llevo, salvo tú...
- Prometo no decírselo a nadie e intentaré no ponerme nervioso… - añado.
- Me queda mejor así, además me gusta la sensación de no llevar bragas, me siento como más libre.
Joder, me encanta ver a mamá así de feliz y contenta, creo que ha vuelto a disfrutar de su lado más diablesco y se está soltando la melena y algo más.
Entramos en el comedor con nuestras manos entrelazadas.
Uf! Qué delicia! Me siento tan a gusto y tan orgulloso de tenerla a mi lado, ojalá fuera mi novia, mi amante, mi esposa… en estas vacaciones quiero pensar que lo es.
Sandra y Toni están ya en el comedor y nos invitan a compartir su mesa. Él no pierde la oportunidad de levantarse, pegarse a mi madre y darle dos besos aferrado a sus caderas.
Al tiempo Sandra también se levanta. Está muy guapa. Lleva una camiseta muy ceñida y una faldita corta, parece más joven y más traviesa, así vestida.
Mi pija lo corrobora creciendo bajo mi pantalón cuando ella, de nuevo, se pega a mi cuerpo y me planta dos besos y sus dos tetas se oprimen contra mi pecho. La tía está buena, yo cachondo, no sé como acabará la noche, pero ya estoy pensando en la magnífica paja que me voy a hacer con tanta sensación...
- Qué guapa! - dice Sandra plantándole dos besos a mamá.
- Gracias, tú también - responde ella muy educada.
Veo como Toni se la come con los ojos y aunque me da cierta rabia, no se lo reprocho. Mamá está como para comérsela.
La cena transcurre entretenida y acabamos de nuevo en la discoteca del hotel, en donde una copa llama a otra y acabamos más que entonadillos.
En la pista de baile Toni no pierde la oportunidad de acariciar a mamá en más de una ocasión y ella intenta zafarse como buenamente puede.
Hay una canción tipo bachata en la que nuestro vecino se entrega a ese baile sensual pero se aprovecha de la situación, viendo que mi madre está algo bebida, de otro modo no entiendo que ella se deje llevar hasta tan lejos.
Al mismo tiempo Sandra intenta pegarse y no niego que me gusta rozarme con ella y que note mi erección, pero estoy más a ver qué pasa con mamá, no quiero que se me pierda.
Entonces aprovecho para cambiar de pareja y tanto Toni como Sandra se quedan algo cortados, porque creo que he sido brusco, pero también supondrán que teóricamente soy un recién casado celoso y esto último además es verdad.
Me agarro a la cintura de mamá por detrás y uno mi pelvis a su enorme culo. La fina tela de mi pantalón y la de su vestido permiten que note claramente su culo sobre mi verga....
CONTINÚA



Comentarios
Publicar un comentario