PARAÍSO PROHIBIDO/CAP22

 


 

CAPÍTULO  22







Y le dije, normalizando mas esto.





-      No te sientas mal, mamá. Ambos lo estamos. Es normal, han pasado demasiadas cosas como para poderlas controlar. - añado para que sienta más cómoda.





-      La verdad es que sí.




-      Pues disfruta el momento.





-      Me siento rara, todo esto nos supera, pero no sé si es bueno que nos sintamos así. Soy tu madre.





-      Mamá no me vengas con esas otra vez… - imploro entre susurros para que no vuelva por esos derroteros.





-      Es que es así, hijo.





-      Somos un hombre y una mujer desnudos, cachondos y que están excitados con todo esto. No es así?





-      Y… qué ocurre si nos excitamos? - me pregunta.





-      Pues nos hacemos una paja y punto - lo digo clarito para que no haya malentendidos.





-      Vaya, Víctor! Qué directo! - afirma sin levantar la voz pero vocalizando.





-      Claro! Ahora mismo podríamos masturbarnos para apagar esa calentura y no estaríamos haciendo nada malo…. - lo digo y noto como mis carrillos arden tras comentarlo con tanta desfachatez.






Ella vuelve a ofrecerme otro silencio que me deja descolocado, aunque en el fondo sé que está pensando exactamente lo mismo que yo. Sonríe y mueve sus piernas, frotando sus muslos. Intuyo que está  muy cachonda.





-      Víctor, no creo que eso fuera tan natural como tú dices...





-      Qué nos masturbemos? No lo hacemos en privado? Qué diferencia hay? - añado con seguridad al tiempo que mi polla pega otro de sus respingos y a ella no se le escapa ese involuntario movimiento.





Nuestros vecinos siguen a lo suyo, ajenos a nuestro debate interno y muy metidos en su mundo, follando sin preocuparse de ser oídos, disfrutando de un polvo memorable que a nosotros nos calienta cada vez más.






Solo se oyen jadeos, respiraciones entrecortadas y el cabecero de su cama dando golpes contra la pared, en señal de las embestidas que Toni le debe estar propinando a la rubita cachonda.






-      Una cosa es que sea normal la excitación y está claro que ambos lo estamos. pero otra muy diferente que nos dejemos llevar hasta poder traspasar algunas fronteras, lo entiendes hijo? Eso es demasiado. - dice mamá de pronto.







-      Mamá, yo ahora estoy muy cachondo.... Nos calentamos durante toda la noche, ahora oyendo a estos dos que me están poniendo a cien y más todavía con tu cuerpo, no porque seas mi madre, sino una mujer preciosa y desnuda delante de mí - añado como atenuante, aunque en el fondo miento como un bellaco, a mi la que me gusta dentro de ese cuerpo es precisamente ella, mi madre y prácticamente nada más.





-      Pero el problema es que lo soy… Soy tu madre...! - añade.





-      Pues mejor, masturbarme con alguien a la que además adoro.





Sonríe algo aturdida por ese comentario Sus pezones se siguen viendo duros y sus piernas se mueven nerviosas, juntando sin cesar sus muslos. Está loca por tocarse igual que yo.






Creo que tengo que tirarme a la piscina y lo hago, asumiendo todos riesgos, pero agarro mi polla con mi mano y comienzo a masturbarme delante de ella esperando sus reacciones.






Abre los ojos como platos sin dejar de mirar ahí, justamente donde mi mano está dándole a la zambomba con todo el descaro. Sé que me la juego del todo, pero ahora mismo ya no pienso, solo tengo que pajearme para soltar todo lo que llevo dentro.





-      Víctor!




-      Qué pasa? - contesto como quién no quiere la cosa.





-      Para, por favor. No hagas eso...





-      Por qué, mamá? Estoy muy excitado necesito apagar este calor que llevo dentro y creo que tú deberías hacer lo mismo.





-      Calla, por Dios!





-      Es la verdad mamá, yo es que no puedo más.





-      Podrías esperar y hacerlo en el baño.





-      Pero Por qué? Vamos, deja esa mojigata en casa y muestra la hembra caliente que llevas dentro.




Sí, lo he dicho y ya no sé ni lo que digo, pero es que ya todo me da igual. Y no me quedo ahí, sino que la sigo alentando.





-      Mamá, pellizcarte los pezones, vamos.





-      Hijo, calla por favor… esto no puede ser! - dice separándose de la pared, pero sin dejar de mirar mi glande que aparece y desaparece de entre mis dedos.





-      Vamos, mamá, tócate...





-      Esto es muy fuerte. No me lo puedo creer… - afirma con sus ojos como platos.





-      Ya lo creo. Vamos, anímate y tócate las tetas. Me gustaría ver como lo haces.





-      No puedo hacer eso.





-      Venga, claro que puedes, ya tenemos más que confianza. Recuerda, este es nuestro viaje secreto. - insisto una vez más.





-      No puedo..





-      Demuéstratelo a ti misma, a ver si eres capaz.




Creo que no solo mis palabras sino los gritos y jadeos que se oyen al otro lado de la pared y su propia calentura hacen el resto. Y yo alucino.





Mamá se echa mano a su teta y empieza a acariciarla. Nada más hacerlo mi polla suelta unas gotas de líquido pre seminal, que no se escapa a su visión, pues saca la lengua como si se relamiese al verlo.





Está algo borrachilla, pero sobre todo cachonda perdida. Sus dedos pellizcan sus pezones con más fuerza y se la oye ronronear, cuando se produce algún silencio de nuestros vecinos.





-      Tócate el coño! - digo desbocado como si fuera una orden.





-      Pero...!!!




-      Vamos, mamá! - Ella cierra los ojos, asumiendo ya que está derrotada y que su calentura le supera.






Una de sus manos baja hasta su entrepierna y allí se pierden un par de dedos mientras la otra mano sigue acariciando otro de sus gordos pechos.






A partir de ahí mamá se ha transformado, ya no está con esa sensación de sentirse cortada por cada acto, sino que ya está metida en faena, pues sus dedos han acabado entre sus labios vaginales al tiempo que abre sus piernas y su boca...






Está gozando y yo no digamos pues mi paja aumenta de velocidad al ver esa imagen inalcanzable de mamá masturbándose a medio metro.






Sus dedos juegan entrando y saliendo de su chocho que emana flujos pues salen empapados. Se los lleva a la boca y los chupa ofreciéndome una imagen que no olvidaré nunca, pues se exhibe delante de mí, más cachonda, imagino, que en sus pajas en solitario.






Yo estoy a punto de correrme, pues no puedo ver por más tiempo esa escena tan caliente y ella jadea más fuerte, sus tetotas se hinchan por momentos, sus piernas están muy abiertas y su dedo índice y corazón están masajeando sus labios externos y su clítoris, entrando en trance.






Cierra los ojos y sus jadeos se convierten en gemidos y casi alaridos. Apoya su espalda en la pared y su cabeza queda ligeramente mirando hacia arriba, su boca abierta y su lengua jugando con sus labios, sus piernas temblando y todo su cuerpo estremeciéndose.....

Se está corriendo con todas las ganas!!!






Yo sigo meneándomela pero esa imagen de mamá con su espalda apoyada en la pared y en ese orgasmo tan maravilloso que ha disfrutado y yo como su único espectador hace que mi verga se tense y en un instante me viene el primer impulso y a continuación sale disparado un chorro incontrolado que acaba chocando justamente contra la tetota izquierda de mamá, el segundo en su cadera.  





Los demás van cayendo por sus piernas, dos, tres, cuatro y hasta cinco lanzamientos potentes que le lanzo sin remisión. Me he corrido sobre su cuerpo desnudo!






Abre los ojos alarmada, mira como mi semen se escurre por sus muslos y sale corriendo de nuevo hacia el baño.
No sé si en ese momento se enfadará conmigo para siempre, pero creo que ha sido maravilloso y tenía que tomar ciertos riesgos y aventurarme a eso que seguramente nunca se podrá repetir.






Me limpio con un pañuelo de papel y salgo a la terraza, desnudo, a tomar un poco el aire. La noche es mágica y está llena de estrellas, casi todo parece un sueño, sin embargo ha ocurrido de verdad.






Desde allí se puede ver el mar, a pesar de la oscuridad y me siento en la gloria. Estas vacaciones serán inolvidables para el resto de mi vida.







Al cabo de unos minutos mamá entra en la terraza. Me vuelvo y me doy cuenta de que se ha puesto un albornoz. No consigo que me mire a los ojos. Se pone a mi lado apoyada en la barandilla mirando ambos al firmamento, sin decir absolutamente nada.






-      Hola vecinos. - es la voz de Sandra al otro lado de la terraza que nos saluda.





Está desnuda y veo que está observando fijamente mi polla que ahora está algo DURA y ella instintivamente pasa su lengua por sus labios. Puede ser casualidad o un acto reflejo....






CONTINÚA 






Comentarios