MADRE EN LACTANCIA/CAP25
CAPÍTULO 25
La luz entra por la ventana como si supiera que no debe interrumpir. Es amarilla, tibia, pero no cálida.
En la cocina, ella seguía sentada, camisa de botones, su busto descomunal, pezones tensos, húmedos, marcados por la extracción, no hay pudor!! Hay intención...
La cocina no huele a café recién hecho, huele a algo más espeso, más íntimo... crema de cuerpo, leche tibia, deseo. Renata se levanta, su camisa batallando para contener esos senos descomunales que no se pueden ocultar, sino que se ofrecen!! como una provocación.
La leche tiembla en el borde del tazón de Sam, pero él no lo mira, Mira a Renata su madre.
Ella se levanto, no con prisa, con calma, con intención... El busto enorme se sacude con cada paso, no como accidente, sino con naturalidad.
Sus pezones, aún húmedos, trazan sombras sobre la camisa que no lleva sostén!! Las nalgas, grandotas, marcadas, se mueven con ritmo lento, como si cada meneo fuera intencional.
Sam no parpadea!! La mirada es toda para su cuerpazo brutal.... Él observa como quien contempla un gran monumento en movimiento. Renata abre el armario.
Se inclina, La camisa se abre más... Sus chichotas cargadas de leche cuelgan, se balancea, se imponen.
Las carnosas nalgotas se tensan, se marcan, se ofrecen sin ofrecimiento!! Tremendo culazo tenia!! Ella toma otro tazón.
Se gira y de nuevo se sienta en la isla.
Su hijo la mira como un idiota, como quien no sabe qué hacer con tanta carne, tanta leche, tanta lujuria.
La boca entreabierta, la mirada muy fija.
Ella sonríe muy discreta, no con dulzura, sino con poder.
Lleva las manos al pecho, no para cubrirse!!! mas bien para desabotonarse.... Uno!! Dos!! Tres botones!! Cada clic es un sonido de placer para Sam, ni si quiere tiene palabras para expresarse, su madre cada ves lo sorprendía mas.
Las pesadas tetotas gordas, le cuelgan como dos malditos cántaros llenos.... Los pezones, duros, brillantes, escupen gotas de leche que caen como insulto sobre la isla.
Su hijo no puede ni parpadear!! No respira, No piensa!! Solo mira, como un completo imbécil..!! Como quien sabe que no puede tocar, pero que cada gota que cae le pertenece a su boca.
Lleva las manos al enorme busto.. No para cubrirse! para prepararlo.
Lo menea con la palma, lo sacude como quien despierta a una bestia dormida. La carne se mueve con mucho peso. El pezón se endurece. La leche amenaza!! Sam sigue sin respirar.
Lo sigue meneando con la palma, lo sacude..... La carne se mueve, los pezónes ya bien pinches duros.
La madre Renata impone de una forma demasiado magistral. La camisa abierta, las enormes tetazas gordas, pesadas, le cuelgan como dos esferas, marcadas en venas por la leche... aún tiemblan los pezones. No hay pudor!! Hay vulgaridad.
- Esto se hace así!!! - dice ella, mirándolo. - jaja, también desayunan tus ojos verdad??!!
Sigue teniendo una chichota con firmeza.
Su maldita mano no le basta para abarcarla!!! La carne se desborda... se mete entre los dedos, gotas de leche salen disparadas, tibias, espesas, como si sus tetas obesas escupieran!! Golpean el borde del tazón, Salpican la mesa, Sam no deja de mirar.... imposible que alguien pueda apartar la vista de ello.
Ella aprieta!! Una vez!! Dos, Tres veces mas!! Con unas apretadas bien puestas, el tazón se llena. La leche cae en espiral, golpeando la cerámica.
No hay ternura, hay morbo... se ordeña las deliciosas ubres grandotas como de vaca, enfrente de su retoño.
Deja el tazón lleno sobre la mesa. La leche aún se menea en circulo. Sus grandes pezónes gotean!! La tetotas marcadas por la mano y fuerza que puso, como es blanca su piel se marca muy rapido y muy notorio.
Sam sigue mirando, ya muy caliente con la verga bien pinche dura, con los huevos otra ves cargados de semen. No hay palabras de el, No hay permiso para se lance a mamarlas y saborearlas con gusto, como dios manda.
Renata sostiene el tazón con una mano. La leche aún tibia, espesa. Se lo lleva a su dulce y sensual boca!! Bebe, despacio. Con los ojos abiertos.
Su hijo la mira como un total idiota. Ella baja el tazón, se relame, sonríe! No con dulzura, con perversión!! Con lujuria!!
- Qué rica está mi leche, cabrón. Mis gordísimas tetas... la producen como si fueran fábrica de pecado....!!! - Dijo muy intensa y vulgar. - Verdad, bebe???
Sam traga saliva, apenas si respira. y contesta.
- UFF!!! deliciosa.... como si cada gota viniera con castigo.... - y moviendo su cara, arriba a bajo.
Renata se ríe, No con alegría, Con burla,
Se aprieta una gorda teta, aún goteando.
- Ves esto?!! Son ubres de vaca.... Y tú estás aquí... mirando como imbécil con la verga bien erecta verdad!!! -
Sam baja la mirada, No por vergüenza, sino porque sabe que es cierto.
Renata bebe otra vez, Más rápido! Más vulgar! Se limpia con el dorso del brazo y los pezónes siguen brillando....
Se levanta de la isla, como quien sabe que su cuerpo PROVOCA un DESEO ATERRADOR!! No hay ni el minimo de pudor. Solo una escena bastante obscena. Las tetotas gordas, descomunales, le cuelgan como dos putas esferas gordas y llenas de placer...!! Se menean con cada maldito paso, pesadas, vivas.
Camina hacia él!! Las tetotas se sacuden, Se imponen, Cada paso deja caer gotas de leche. El pezón gotea como grifo, la leche marca el suelo como si fuera mapa de una historia de incesto.
Renata se detiene!! Lo mira, sonríe, No con dulzura, Con deseo aun que sea su propio hijo.
- Te gusta cómo se menean mis... chichotas, bebe!!! - dice muy pegada a el. - Ven aquí - ordenó.
Renata se inclinó ligeramente, dejando que sus enormes tetotas pesadas quedaran al alcance de su hijo. parecia un acto de dominio y control, Sam se inclinó, consciente de la presión, y empezó a beber directamente del pezon.... Sam estaba viviendo el sueño de cualquier hijo con una madre tetona.
Y lo observaba con una sonrisa de poder absoluto, los ojos brillando como fuego en la penumbra de la cocina. Cada sorbo que él tomaba lo hacía sentirse más cachondo, más culpable.
- Ammm....!! Eso, Sam! -susurró ella, acariciándole con fuerza la nuca con una mano. - Ummmgghhhh...!!
Sam levantó apenas la mirada y por un segundo recordo que su padre estaba a punto de llegar. El pensamiento lo hizo palidecer y sentirse sucio, despreciable, pero Renata lo mantenía firme haciendo presión. El inmóvil, totalmente aplastándo con la obesa teta de su madre.
- Exacto... - susurró Renata, cruel y satisfecha con los ojos brillando como fuego - Tu padre podría llegar en cualquier momento… y tu aqui! mamando los pechos de tu madre tetona... jaa!! pero que hijo tan cabron tengo....!!! Míralas bien, siente lo que es ser dominado por lo que ningun hijo debería tocar.... - incluso las manos de Sam agarrando y apretando ambas chichotas obesas, disfrutandolas no soll con la boca, tambien con sus manos. - ahhhmmmgg, ohh!!! si, sii....!! siii...gueeee... ordeñando.... a la vacaaa... de tuuu... madreee....!! - La ilicitud pecaminosa de lo que estaban haciendo lo hacía aún más excitante...
Sam bajó la cabeza, consciente de la vergüenza y del placer psicológico que lo atrapaba al mismo tiempo. Cada chupada era un recordatorio de culpa, de la fuerza y de lo pesado que era este secreto compartido solo entre ellos!! pero potencialmente visible para cualquiera....
CONTINÚA









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