PARAÍSO PROHIBIDO/CAP28
CAPÍTULO 28
Sandra ha traído unos bocatas y los comparte en un picnic improvisado en aquella playa, en la que disfrutamos de la comida y supongo que cada uno de los cuatro con sus respectivos sueños y fantasías.
Para mí todo es increíble, estoy dentro de un mundo para mí desconocido, pero maravilloso, el mar me parece más bonito que nunca, el sol más caliente, los sonidos más armoniosos y todo junto a la mujer de mi vida, que está desnuda a mi lado.
Después de esa buena jornada en la playa y cuando el sol ya está muy metido, decidimos regresar.
-    Al final, No vieron la muralla ni las ruinas del pueblo? - pregunta mamá de repente mientras nos encaminamos de vuelta al hotel.
-    No, no fuimos… a Sandra no le apetecía ver “piedras” como ella lo llama - responde Toni.
-   Qué lástima! - contesta mamá.
-   Ya lo creo. A mí sí que me hubiera gustado verlo - apunta Toni.
-    A mi también -  afirma mi madre - lo malo es que Víctor tampoco quiere ver cosas de esas.
Yo me quedo un poco alucinado al escucharla, pues no habíamos hablado nada de ver las murallas ni las ruinas en cuestión, pero entonces entiendo su juego cuando veo cómo me guiña un ojo y le sigo la corriente.
-      No, claro, no me va ese rollo de monumentos ni piedras. - digo.
Sandra sonríe sabiendo que tenemos otra cosa en común, lógica aparente de nuestra edad. Veo que la trama de mamá está surtiendo el efecto deseado.
-      Qué pena, me quedaré sin verlo y mañana es nuestro último día de vacaciones... - acaba diciendo mamá con cara triste.
-      Es cierto, no tendremos oportunidad de volverlo a ver. - añade Toni.
-      Pues se me ocurre, que podemos ir juntos. - sentencia ella segura de su plan.
-      Tú y yo? - pregunta el hombre sorprendido.
-      Claro!
-      Sería un placer!
-      Genial. - sentencia mamá.
-      Y nosotros? - interviene Sandra haciendo que mamá me mire victoriosa con disimulo.
-      Pues pueden quedaros en el hotel. No creo que tardemos mucho. En un par de horas lo vemos.
-      Me parece perfecto. No te importa cariño? - concreta Toni preguntándole a su chica.
-    Para nada, yo me quedo en la terraza tan ricamente a tomar el sol.
-    Bien, pues que te acompañe Víctor. - añade mamá.
-     Cómo? - pregunta confusa, Sandra.
-      Sí, mujer, para que no estés sola. Pueden tomar el sol los dos juntos y nosotros de ruta turística...
- Luego comemos los cuatro y contamos nuestras experiencias - acaba diciendo mamá ante la sorpresa de todos.
Todo el montaje suena a un clarísimo intercambio, al menos eso deben pensar todos, incluido yo, que me veo en los brazos de esa rubia que ahora parece mirarme con más deseo todavía...
El caso es que mamá se lo ha sabido montar y se ve tan segura que nuestros amigos parecen disfrutar con esa idea y es que en el fondo, Toni ve la oportunidad de estar con una mujer espectacular y al mismo tiempo Sandra, como comentaba mamá, acabará echando ese polvo deseado conmigo.
Yo, por supuesto, no voy a rechazar poder tirarme a ese bombón, claro, quizás fueran otros mis deseos, pero claro, uno no es de piedra y se le presenta una oportunidad de oro de perder la virginidad con una mujer preciosa y bella.
Me quedo mirando sus ojos y ella me devuelve una sonrisa en un claro mensaje que dice “no vamos a tomar el sol, vamos a coger hasta desfallecer”
Cuando llegamos al hotel y tras despedirnos de nuestra asombrada pareja, nos metemos en la habitación.
Mamá se vuelve a quedar desnuda, tirando su vestido sobre la cama.
-      Qué te ha parecido?! - me pregunta intrigada por mi parecer y al mismo tiempo exhibiéndose de forma sensual ante mí.
-      Eres la leche... mamá.
-      No te dije que lo tenía todo pensado?
-      Ya lo creo, Tú crees que saldrá bien?
-      Estoy segurísima. Viste la cara de ella, cómo te miraba?
-      Sí.
-      Está deseando follar contigo.
-      Y tú?
-      Yo qué?
-      Podrás controlar a Toni??
-      Sí, hombre, tranquilo. Podré mantenerle a distancia.
-      No sé yo. Lo has calentado a tope... - contesto quitándome la ropa también y quedar desnudo como ella.
-      Tienes miedo, cariño? -  pregunta melosa y acercando su cuerpo al mío hasta quedar abrazada como cuando estuvimos en la playa.
Ella tiene que notar mi polla dura entre nuestros cuerpos, no me cabe duda y creo que le gusta sentirla tanto como yo sentir todo su cuerpo desnudo adherido al mío.
-      Les hemos calentado a los dos, jajaja - me dice sin dejar de abrazarme y con su boca a pocos centímetros de la mía.
Por unos instantes veo un brillo en sus ojos diferente y su boca ligeramente abierta...
Creo que me va a besar. De pronto, se oyen unos ruidos en la terraza que me parecen gemidos!!
Nos separamos por un momento como si alguien nos hubiera despertado de nuestro sueño.
Me acerco a la terraza y me escondo detrás de la mampara que separa ambas estancias. Asomo la cabeza por una rendija y veo a Toni desnudo, sentando sobre una hamaca y Sandra a horcajadas sobre él. Están follando...!!
La imagen no puede ser más impactante. Las curvas de Sandra se ven más armoniosas cuando se la ve cabalgar sobre el cuerpo igualmente desnudo de su marido.
Puedo ver su buen culo y como la verg de Toni sale y entra por debajo metiéndose con rapidez en su panocha.
Me encanta la escena y disfruto ese bonito cuerpo sudado de esa rubia que me cogeree mañana.
Ella está con sus pies firmes en el suelo y agarrada al cuello de su esposo. Se les oye gemir con toda la pasión. Él la besa en el cuello y Sandra echa su cabeza para atrás totalmente entregada a un polvo frenético.
-      Qué pasa? - dice mamá saliendo a la terraza.
-      Schssss - le digo casi con mímica y poniendo mi índice contra mis labios para que no hable y no ser oídos desde nuestra atalaya de espionaje.
El cuerpo desnudo de mamá se pega a mi espalda y se asoma junto a mi cara para ver qué ocurre. Estamos mejilla con mejilla mirando por una pequeña abertura que hay en la mampara que separa las terrazas.
Recibo gustoso el peso de sus pechos contra mi espalda y noto el calor que emana de su coño contra uno de los cachetes mi culo. Joder, mamá está que arde.
-      Mira cómo les has puesto! - la digo susurrando al oído y su cara sigue pegada la mía así como el resto de su cuerpo. Estoy en la gloria!
Ella entonces estira su mano por debajo y llega hasta mi miembro. Lo acaricia suavemente con la punta de los dedos y percibe la tensión y dureza que tengo entre mis piernas.
-      Tú también te has puesto…!! - añade ella en otro susurro en mi oído.
En ese momento su mano rodea mi verga por completo y comienza a pajearme despacio sintiendo como su cuerpo desnudo se adhiere más al mío. Qué... maravilla, qué sensación!
Mamá sigue pajeándome mirando fijamente la escena que ambos vemos desde nuestra posición y que no es otra que nuestra pareja de vecinos cogiendo sobre una hamaca de su terraza.
Yo casi no puedo ver nada, porque tengo que cerrar los ojos y poco o nada me importa lo que pasa al otro lado de esa mampara, lo único que me preocupa es sentir cómo la mano de mamá sigue acariciando mi verga tan suavemente y con firmeza a la vez, haciendo un buen trabajo del que parece tener buena experiencia.
Por un momento pasa por mi cabeza la imagen de mi padre intentando averiguar cuantas pajas como esta le habrá hecho la deliciosa mano de mamá.
El sonido de los jadeos y suspiros de nuestros vecinos apaga en cierta medida los míos propios que van acompasados con aquellos gracias a la pericia masturbadora de mamá.
Justo en el momento en el que Sandra suspira más fuerte y es presa de su orgasmo sentada sobre la polla de su marido, yo no puedo más y mamá acelera el ritmo para que me corra al mismo tiempo.
Así lo hago. El primer chorro sale con fuerza chocando contra la mampara y así todos los demás que va escupiendo mi verga, mientras mamá sigue con su movimiento acelerado. Apoyo mi boca en su cuello para apagar mi orgasmo y para no hacer mucho ruido y poder ser descubiertos.
Lentamente volvemos a la habitación, con una risita floja de mamá sabiendo que ha cometido otra de sus locuras proporcionándome un gran placer y es que ella no debe ser consciente de que el placer se multiplica cuando es ella la que me lo proporciona.
Ella sigue creyendo que mis pensamientos están centrados en Sandra y aunque la chica tenga un buen polvo, no lo niego, la que me tiene loco es ella… mi madre!
-      Te gustó? - me pregunta mordiéndose la uña de su pulgar en plan juguetón.
No contesto, pero creo que no hace falta que diga nada. Justo cuando ella se gira y queda de espaldas a mí, la ataco pillándola desprevenida.
Vuelvo a notar su cuerpo caliente cuando soy yo el que ahora la coge por detrás.
Mi pecho queda pegado a su espalda y mi verga vuelve a restregarse contra su enorme culo. Mis manos agarran sus grandes tetas y noto entre mis dedos como su pezón está muy duro....
CONTINÚA




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