VECINA MUY DELICIOSA/CAP9

 

 

CAPÍTULO  9









Pasó junto a mí caminando como si el suelo le debiera algo. Muy caderona, con ese culote que se meneaba sin resentimiento, como si cada paso fuera una bofetada al aire. Lo hacía como siempre: exagerada, sabrosa, sabiendo que todos la miraban y que a nadie se le olvidaba ese movimiento.







- Hijo... buenas tardes, ya terminas de lavar la camioneta........??? - dijo Doña Chela, caderona y con el culote rebotando como si el pavimento fuera suyo. Se apoyó y la mirada que no perdona.







El sol le marcaba cada curva como si fueran mandamientos. Yo fui discreto con la mirada, pero no por respeto, por tensión. Porque la doña sabía como la habia follado.








- Si doña chela... ya casi termino. - contesté, intentando no mirar de frente, pero era imposible. Esa caderona se me venía encima con cada paso, y el culote le rebotaba como si me estuviera llamando. Me mojé las manos otra vez, fingiendo que seguía con la camioneta.







Lavar la camioneta era obligado, la había metido tanto en el rancho que estaba irreconocible.






- Ay hijo, miguel debería ayudarte a lavarla, se ensucio por culpa nuestra!! - dijo.






- Nooo, doña chela no se apure yo la termino ahora.





- A donde va doña chela? - Me atreví a preguntarle al verla tan arreglada, parada ahí junto a mi.







- Voy a la iglesia hijo, a pedir por la salud de mi hermana.... Y a confesarme..... también!! - dijo esto ultimo bajando la cabeza, no se.... yo sentí como si fuera un aviso de que se sentía culpable por haber estado cogiendo conmigo........









- Nos vemos hijo, se me hace tarde... - Y me soltó esa mirada. Yo tragué saliva. El aire se puso espeso. Y la señora seguía ahí, culona, sabrosa, como si supiera que yo moria de ganas por cogermela de nuevo..







- Si, adiós! - continué lavando la camioneta, hasta que la deje completamente limpia.







Me metí a casa, me tome un baño, me cambie y me dispuse a salir al pueblo a ver a mis amigos o a pasear solamente, me subí a mi camioneta y arranque dando vuelta a la calle, dirigiéndome a la estación de gasolina, cargue combustible y me regrese al centro del pueblo.







Y comencé a recorrer las calles despacio, escuchando música y parándome de vez en cuando a saludar a algún conocido.







Al final termine donde terminan todos los paseos del pueblo, en la plaza central frente al ayuntamiento, estacione mi camioneta, y me baje de ella, dirigiéndome con mis amigos que estaban ya ahí sentados en una banca, haciendo ruido y manoteando al platicar.








Los salude a todos y me dispuse a pasar una tarde ahí con ellos, tratando de olvidar el desasosiego que me causaba el saber que alguien nos había escuchado a mi y a doña buenota coger como locos enfermos de placer.








La verdad sí me angustiaba. Por muchas razones. Que se lo dijeran a Doña Chela, y que ella no quisiera coger más conmigo. Que se lo dijeran a mis padres, que se lo dijeran a Don Miguel, que el barrio se enterara. Mi mente era una maraña, un nudo apretado de miedo y deseo. 







Mis amigos hablaban, reían, tiraban bromas, pero yo no participaba. Solo estaba ahí, a un lado, sentado, mirando un punto perdido frente a mí, cavilando. Pensando en sus gordas tetas, en su culote, en cómo me miraba cuando estaba a punto de correrse. Y si todo eso se rompía, si el lazo se quebraba, qué me quedaba?!!!







Después a los segundos, la mire a una de las esquinas de la plaza, veo salir a doña buenota de la farmacia, cruzo la calle y entro a la plaza, y caminando muy seria se dirigía al lugar donde estábamos nosotros, su chal ahora estaba sobre su cabeza, y eso hacia que el color blanco de su rostro se destacara mas, Pero yo no miraba su cara. Yo miraba ese cuerpo. Tetona, culona, caderona....!!! así la mire a esa hora de la tarde.









Me hacia verla muy linda y así a lo lejos podía mirar el magnifico cuerpo de esa mujer encantadora, sus cintura marcada, sus grandes mega caderas, sus piernas tan grandes y esos senos tan gordos tan redondos, se meneaban y eran tan grandes que se podía distinguir desde lejos, caminaba doña buenota como pensando, sin fijarse en la gente que estaba a su alrededor...








Al acercarse a donde yo estaba, yo me decidí a ir a su encuentro, no se que me animo hacerlo así en medio de la plaza.








- Hola, doña chela... buenas tardes...!!! - alcancé a decir, con la voz medio quebrada, mientras ella se acercaba con ese paso lento y firme que le hacía rebotar el gran culo. El chal sobre la cabeza le daba un aire de señora seria, pero las tetas se le movían bajo la blusa como si no supieran de solemnidad.







- Hola, hijo como estas? buenas tardes! - Me miró sin apuro.






- Adonde va doña chela, a poco esta enferma? La vi salir de la farmacia.







- No hijo no estoy enferma solo vine a comprar una pomada... - Mostrándome un envoltorio que llevaba en su mano.






- Ahh, es para don miguel??





- No, es para mi, y que andas haciendo aqui?





- Nada doña chela me vine a dar una vuelta. - Sonriéndome, comenzó a caminar de nuevo.





- Bueno hijo ya me tengo que ir!





- Va para su casa doña chela??





- Si hijo ya voy a la casa.





- A mire, bueno yo también voy para la casa, si quiere la puedo llevar. - le dije, intentando sonar casual, pero la voz me salió con esperanza de que pasara algo.






- No hijo, no se moleste, quédese con sus amigos, y disfrute!!! - dijo y las tetas le empujaban la blusa como si quisieran salirse






- No hombre... doña chela, ya me iba, estoy aburrido... la verdad...!! - Y ahí seguia yo, ofreciendo el aventón.







- Amm.... Bueno hijo entonces si le acepto el aventón, ando algo cansada, pero me hace favor y me lleva al billar con miguel para dejarle unas pastillas.






- Claro si doña chela. - Nos dirigimos a mi camioneta.







Le abrí la puerta a doña chela, le tome la mano y la ayude a subir, la camioneta es alta, así que ella se apoyo en mi mano, subió su cuerpo y descansando sus nalgotas en el asiento, se giro sobre ellas, pero en ese momento pode ver como su falda se levantaba un poco dejándome ver un poco mas de esas gordas piernas que tanto me gustan...








Doña chela ayudándose con su mano, se acomodo la falda, imposible de ocultar semejante culazo con esas caderas amplias... Sentándose ahora si ya cómodamente en mi camioneta, cerré la puerta y me di la vuelta para ocupar mi lugar tras el volante, me despedí de mis amigos a lo lejos y me subí a la camioneta.








Nadie mal interpretaría que doña chela anduviera en mi camioneta conmigo, ya que todo mundo en el pueblo sabia que era mi vecina y comadre de mis padres, aparte de que se llevaban más que bien.






- Nos dirigimos al billar a dejarle un paquete a don miguel.





- Hijo me hace el favor y se lo lleva a miguel?, para no bajarme yo!






- Pero claro que si, doña chela yo se lo llevo. Usted no se preocupe. - Bajándome del vehículo y entrando al billar donde estaba don miguel.







Que como es normal estaba tomando, y acercándome le deje el envoltorio diciéndole que se lo mandaba doña chela, apenas me hizo caso y el siguió hablando con sus clientes, así que yo salí de ahí inmediatamente.






- Ya se lo entregue doña chela.





- Gracias hijo, a ver si se las toma, sino pues haya el, ya vamonos.







Comencé a conducir con rumbo a casa de doña chela, y no acertaba a decirle nada, pero haciendo acopio de valor quise comenzar una platica, ya que ella iba muy callada y pensativa.






- De que esta mala doña chela? Bueno si se puede saber.





- Por que dices que estoy mala hijo??





- A pues por que me dice que esa pomada es para usted...






- Ahhh, la pomada... - En ese momento ella sonrió y bajo la mirada y levantando la cara me dijo.






- No hijo, si no estoy mala, nomás que .... bueno me da pena.... ya sabes...





- Pero... pena de que doña chela?!





- Hay hijo, pues con usted me da pena decirle, es cosa de mujeres!!






- A no doña chela, discúlpeme no quise apenarla, pero es que me preocupa que este mal.






- Gracias mijo, pero no estoy mala, nomás que si tengo que ponerme esta pomadita...!! - dijo con pena.







Y seguía sonriendo y bajando la cabeza y entonces añadió, con esa voz baja que se mete por debajo de la piel.






- Mire hijo, es que ayer que me metió su cosa por atras, pues como que me lastimo... y hoy ando con la molestia, y me toque y me dolia, así que me compre esta pomada, es muy buena...







- Discúlpeme doña chela, no fue mi intención lastimarla. - Estaba yo apenadísimo y no hallaba que decir.








- No te preocupes hijo, no es nada, nomás es un dolorcito leve, pero nada mas, además la verdad, valió la pena.... - sobre respiro. - No ves hijo que nunca me habían cogido por la cola, y pues ayer que me estabas metiendo el dedo, pues me deje llevar.... y por eso lo deje meterme su cosata...!!!








Yo mas animado y ya algo cachondo, me anime a seguir la platica. Me le quedé viendo, con esa mezcla de nervio y deseo que me hervía por dentro, y solté







- Y… le gustó, Doña Chela? - Así, directo, sin rodeo, con la voz medio nerviosa y la mirada clavada en sus pesadisimas tetas que se movían apenas con su respiración.







Ella no respondió de inmediato. Solo me miró, ladeó la cabeza, y se le dibujó esa sonrisa que no perdona. El chal seguía sobre su cabeza, pero el cuerpo ya hablaba solo.






A los segundos ella sonrojándose me miro diciendo.





- Pues si chamaco, sino no lo hubiera dejado....!!! y no se apure hijo con esta pomada se me quita el ardor.






En eso íbamos platicando cuando llegamos a su casa. Me estacione al frente y me apresure a bajarme primero, para ayudarle a doña buenota a bajar, como todo un buen caballero.







Le abrí la puerta y tomándola de ambas manos, la ayude a bajar. Sentí el peso de su cuerpo.






- Gracias hijo por traerme . dijo, pero lo dijo con esa voz que quiere algo mas o eso yo sentia...






- De nada doña chela, pero no se le ofrece nada mas?





- No hijo, nada, muchas gracias!!




- Bueno entonces la acompaño a su puerta. 




- Gracias hijo que amable...!!





La calle en ese tiempo era de tierra sin pavimento así que era muy dispareja. Cada piedra parecía querer tropezarla la tome del brazo y ella apoyándose en mi, camino a la puerta de su casa. Ella se apoyó en mí, y sentí el peso de sus gordisimas tetas contra mi costado, el culote moviéndose con cada paso como si la tierra misma la celebrara. Caminamos hacia la puerta de su casa, despacio.





- De verdad doña chela no se le ofrece nada?




- No hijo de verdad que no.






Yo no sabía qué chingados inventar para entrar con ella a su casa. Quizás no debía decir nada, solo pasar, como quien ya tiene derecho.... Porque sí, ya me la cogí varias veces a Doña Buenota. Ya le metí mano, lengua, la verga. Ya la hice gemir contra la pared, en la cama. Pero aún así… aún así me impone. Porque aunque fue mi mujer, aunque me abrió las piernas y las nalgas, nunca le perdí el respeto.








Esa señora tiene algo. Una seriedad que no se quiebra ni con tres polvos. Una mirada que te deja seco. Y yo, parado ahí, con corazón medio blando, solo pensaba. - entro o me quedo afuera como un pendejo - y al final dije.







- No quiere que la acompañe un rato doña chela?!!! - Esa propuesta fue lo único que se me ocurrió en ese momento. y doña buenisima como si nada pasara y de manera muy natural me contesto.





- Si quiere Hijo, pásele, le voy a dar un cafecito....!!!





entramos a la casa, y a mi me toco cerrar la puerta, camine detrás de ella, SIN DEJAR DE VER COMO SE MENEABA ESE CULO GORDO.... se dio cuenta y después dijo cariñosa.




- Pásele acá hijo!!





Y señalándome su recamara que en el día hace las veces de sala de la casa, ya que ahí esta la tv. Entre y me senté en el sofá entre los hijos de doña chela que estaban viendo tv normalmente, ellos ni me miraron siquiera, tan acostumbrados estaban a mi presencia que no se les hacia raro que yo estuviera ahí, Pero yo no estaba tranquilo!!! 







Porque mientras ellos veían caricaturas, yo pensaba en el culote de su madre, en las enormes tetas que rebotaban cuando caminaba, en la pomada que se queria poner, en lo que habíamos hecho..... Y aunque todo parecía normal, yo sabía que algo podía pasa!!!. Que en cualquier momento, algo iba a pasar, solo era cuestión de tiempo.....





CONTINÚA 





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